Hacer Historia: Mushotoku

mirar más allá observar contemplarSi bien me ausenté al último seminario por la única razón de que necesitaba un tiempo para mí, para reflexionar, meditar, leer y entrenar; no estuve ajeno al tema del espíritu emprendedor y al liderazgo.
En este caso, traigo a ustedes un concepto que sale del Zazen, y que tiene que ver demasiado y muy poco, al mismo tiempo, con el mundo emprendendor. Talvés me adelante a los temas que vamos a tocar en el seminario, pero está bueno tenerlo presente y en todo caso más adelante lo completaré con las distinciones que veamos en el Proyecto Hacer Historia.

Si se acuerdan de lo último que escribí respecto al proyecto, hablaba de emprender como la extensión uno mismo. Ahora quiero ir más allá y les voy a hablar de Mushotoku, que según el maestro Deshimaru, significa el no tener ningún objetivo, no esperar ningún beneficio. Esto no quita que si recibís un beneficio no lo aceptes, hay que aceptarlo y agradecer, pero no hay que buscarlo.

Durante el zazen, hacer zazen, no implica la búsqueda de nada, ni de iluminación, ni de bondad, ni de salud, ni de mejora. Concentrandonos en la postura, en la respiración de forma desinterada, se obtendrán beneficios.
Pero claro, en la vida no se puede ir desinteresadamente, mucho menos emprendiendo, ya que el emprendimiento contiene en sí la búsqueda de beneficios, por más que no sean económicos.

Deshimaru dice «Tener una meta, querer obtener algo, no solamente durante el zazen sino en la vida también, es una enfermedad del espíritu».
¿A qué se refiere con esto? ¿A caso el espíritu emprendedor es contra producente para el espíritu del que habla el zazen?

No, Mushotoku tiene su significado cuando hablamos de hacer la concentración, de los objetivos. Mushotoku es hacer aquí y ahora sin pensar en los beneficios que tendré en el futuro. ¿Qué tiene que ver esto con el ser emprendedor?

Por un lado hablamos de las conversaciones: Mushotoku es escuchar aquí y ahora, pensar en las preocupaciones de los otros sin que nuestras preocupaciones intervengan, estar abiertos en el preciso momento; para que nuestros pensamientos fluyan y podamos construir una oferta que resuelva las preocupaciones del otro.
También tiene que ver con los errores, si uno deposita demasiado peso en nuestras ilusiones y deseos, al fallar esto nos deprime mucho. Y el emprendedor tiende a cometer errores todo el tiempo, de los cuales aprende y tiene que estar dispuesto a seguir. Y la única forma de hacerlo es estar concentrado en el hacer y no tanto en los beneficios que se van a obtener, por que nunca se sabe si vamos a tener éxito. Como dice Deshimaru «Cuando se es Mushotoku, aunque se pierda siempre se es libre».

Si bien no hay que mezclar los problemas metafísicos con la vida diaria, Mushotoku es un buen espíritu, que en la vida diaria nos permite estar más concentrados, y por lo tanto ser más sabios, pacientes y observadores.