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Gentrificacion, revalorización y autenticidad en las ciudades

gentrificacion barcelonaLa gentrificación comienza cuando un grupo de personas de un cierto nivel económico descubren un barrio que, a pesar de estar degradado y descapitalizado, ofrece una buena relación entre la calidad y el precio y deciden instalarse en él. Estos barrios suelen estar situados cerca del centro de la ciudad o contar con determinadas ventajas, como el estar situados cerca de polos de empleo, etc.

«Para que se produzca el proceso de gentrificación es necesaria la existencia de áreas gentrificables, es decir, barrios donde la diferencia entre el valor real del suelo y la diferencia potencial de renta, el “rent gap”, pueda producir los suficientes beneficios para atraer a los inversores en la vivienda. Por otro lado es fundamental para la consecución del proceso de gentrificacion la existencia de un colectivo de colonizadores, un consumidor medio de la vivienda gentrificada con el suficiente poder adquisitivo y el interés por desplazarse a la zona en cuestión.» Ibán Díaz Parra

En otras palabras, el término es un neologismo que procede del inglés gentrification. Deriva de gentry, que podría tal vez traducirse como hidalgo o burgués.

Siguiendo con la problemática de los subterráneos y transporte público que sufrimos en la Ciudad de Buenos Aires, creo que la gentrificación cumple un lugar importante en la forma en que se está conformando la ciudad. Como muestra este estudio respecto a los costes en transporte de los gobiernos locales y su efectividad, la lejanía y la dificultad de acceder rápidamente al centro de la ciudad y de una movilidad cómoda para la clase media no hace más barato al transporte, sino que estos optan por un transporte privado o bien, como dice Ibán Díaz, eligen tomar espacios dentro de la ciudad que aún tengan un costo bajo pero cercano a los centros. Los cuales podemos tomar como ejemplo a los barrios de San Telmo, Chacarita, Barracas o Parque Patricios.

No me extraña que para las personas que valoran la cercanía al centro, la facilidad de moverse dentro de la ciudad esté más cercana a estos barrios. A diferencia de aquellos que prefieren la lejanía y que se instalan en zonas como Villa Devoto, Villa Pueyrredon o en el GBA. Hay que comprender que estas posiciones son culturalmente diferentes, pero que en ambos casos se han instalado como consecuencia del movimiento de «gentrificación».

Es importante aclarar que estos movimientos de Gentrificación siempre están apoyados por políticas locales como también por la especulación inmobiliaria, permitiendo generar el estado de confort que esta clase media necesita para desarrollar sus actividades y sentirse segura en estos espacios revalorizados.

Hay que ser consciente también de que este tipo de procesos tiene su lado oscuro. Marcus Hust nos cuenta lo que pasó en el Barrio da Luz São Paulo, que como excusa de «progreso» expropian a familias y comerciantes que viven ahí y son parte de la historia del barrio.

LUZ | subtitulado from Left Hand Rotation on Vimeo.

El tema que viene a colación, es la autenticidad.
La semana pasada presencié en Santiago (Chile) una conferencia de Sharon Zukin respecto a la Gentrificación y urbanización en la ciudad de Nueva York, y fué ella que nos transmitió la reflexión acerca de la autenticidad a la hora de revalorizar un barrio a través de la pregunta ¿Cómo una ciudad pierde su alma?

La autenticidad, como concepto, es problemático por varias razones. Por un lado, es una idea dual, ya que se puede referir a algo antiguo (original) o algo nuevo (creativo). Pero también lo auténtico deja demarcado empíricamente la forma en que algo «debería» ser. Por poner un ejemplo, para muchas personas el café auténtico es un café oscuro con mucho sabor, otros toman de referencia una bebida de Starbucks como café.

Desde otro punto de vista, el concepto de autenticidad nos permite «re-encantarnos» de nuestra ciudad a través de la cultura. De la misma manera, la preservación de las múltiples autenticidades de una ciudad genera, como el caso de Nueva York, una sociedad cambiante y rica en muchos aspectos.

Entonces, podemos encontrar un conflicto social, económico y cultural en el proceso de gentrificación, y como toda sociedad es inevitable que estos cambios sucedan; y que a su vez generen nuevas atracciones, culturas y trabajo dentro de este cambio. Por lo tanto es importante comprender como suceden y tener en cuenta, que hay diferentes formas de afrontarlos. Tal como el caso de São Paulo, de una forma directamente violenta o bien como sucede en NY en donde los continuos cambios son un poco más amenos, aunque no dejan de crear marginalidad y discriminación, por la naturaleza misma del hecho.

Sharon comenta un par de puntos que nos dan indicios cuando estos periodos de cambio se dan en una ciudad:

  • Se construyen edificios altos, torres y rascacielos
  • Las rentas de los departamentos suben
  • Desaparecen espacios públicos usados
  • Expansión del «centro»
  • Más inversión de capital global
  • Expansión del sector financiero
  • Múltiples mercados culturales (producción y consumo del espacio como cultura)

Culturalmente podemos apreciar un cambio significativo. El miedo a la diferencia que suele tener la sociedad, se traslada a una apreciación estética de la diferencia. Continuamente se busca una distinción estética en todos los ámbitos. Incluso los barrios comienzan a tener identidad propia, y se convierten en marcas. Podemos ver esto en Buenos Aires con el barrio de Palermo, o en Santiago con Barrio Lastarria o bien en Nueva York con Williamsburg.

i can't afford to love NY

A la vez que suceden estos hechos de aburguesamiento de los espacios, podemos ver que hay actores que resisten a estos procesos y quedan como hitos en los espacios públicos. Sharon hace mención de algunos casos en Nueva York, como son los artistas callejeros, los vendedores de comida, las ocupaciones o los inmigrantes.

Para ir cerrando, quiero dejar algunas apreciaciones que se desprendieron en la conferencia en el momento de las preguntas.
Por un lado, es destacable que en los últimos años se hayan disminuido las diferencias culturales en vez de mejorar esas diferencias, con lo cual lo convierte en un proceso de globalización que tanto hemos visto y escuchado en los 90.
También se destacó la importancia de las políticas locales, y que es prioridad para los gobiernos defender a aquellas personas vulnerables en el proceso de gentrificación. Se mencionó una política muy usada en estos casos y es la reducción de las rentas para aquellos que, al momento de que las rentas suben por la revalorización del barrio, estos no puedan pagarla. Para las personas que prueban su interés de permanencia, pueden solicitar una ayuda para permanecer en aquellos espacios y que no suceda lo mismo que en el Barrio da Luz.

Por último, es importante pensar en el futuro, por eso hay una pregunta que queda abierta. ¿Acaso puede una clase media continuar siendo producida? hablo de una clase media donde tiene trabajo y confort en las ciudades, donde los recursos son accesibles para lograr el espacio de comodidad que esta clase necesita como tal.
En los últimos años, debido a las grandes crisis, las clase media, como estrato social ha ido desapareciendo lentamente. La clase trabajadora ha sido de a poco relegada de las ciudades debido a la expansión de los centros urbanos.
Los costos para vivir en una ciudad son cada vez más altos y los recursos van disminuyendo. Cada vez es más caro tener un auto y la inflación hace que lujos como ir al teatro o comer afuera sean más exclusivos.
La clase media como la conocemos en Buenos Aires está desapareciendo por lo menos desde hace 10 años, por lo tanto los valores y la cultura de esta también. En pocos años la ciudad se convertirá, como tantas otras en una zona de lujo en donde costumbres que tanto valoramos de chicos terminarán por desaparecer y a las que pocos tendrán acceso. Podemos ver que este tipo de hechos sucedieron hace varios años en grandes metrópolis como Nueva York o São Paulo. Y Conz compartió este video que deja muy claras las cosas como son actualmente…

¿Será que el proceso de gentrificación termine en algún momento?

Imagen: Locals and Tourists 17 (GTWA 6) BarcelonaEric Fisher CC by-sa

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Comentario

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  1. Me quedé pensando en la relación que puede haber entre esta autenticidad, la gentrificación y lo kitsch. En las palabras de Adorno, «El kitsch es una parodia de dicha catársis, donde se vuelve imposible trazar una linea entre lo que es verdadera ficción estética (arte) y lo que es meramente basura sentimental (kitsch)».
    Ahí, talvez, tenemos otro punto de crítica al concepto de autenticidad, pero que a su vez podemos entender a lo Kitsch como algo propio de la burguesía que aparenta. Yo veo constantemente este tipo de situaciones, sobretodo en ciudades Latinoamericanas que tratan de imitar estos nuevos modelos de las ciudades desarrolladas.

  2. Manuchis,

    Tu visión de la gentrificación me parece excesivamente negativa. Y también un poco confusa. Me parece que hacés una crítica más sentimental que otra cosa, que insiste en la visión de la gentrificación como una «invasión de los ricos inauténticos» de «barrios pobres y auténticos».

    Vivo en Nueva York y me encanta el tema de la gentrificación, del que he leído y escrito. Reconozco sus problemas, sobre todo el aumento del alquiler para los que llevan tiempo en ese lugar. Pero en general creo que sus beneficios superan con mucho a sus desventajas.

    Primero: no es cierto que la gentrificación ocurre cuando los rascacielos y la clase-media alta toma un barrio. Ese, de hecho, es el capítulo final. La gentrificación empieza cuando los artistas o los poetas o los vagos, que no tienen dinero para vivir en los barrios considerados «buenos» en ese momento, se empiezan a mudar a estos barrios y con buenos «huesos», es decir, buenas casas. De a poco se les empiezan a sumar sus amigos y con ellos vienen los restaurantes y las boutiques y, cuando ya no hay más lugar, los edificios. Pero es un proceso lento y mucho más espontáneo y «networked» de lo que las críticas a la gentrificación a menudo sugieren. No es, por decirlo crudamente, una operación inmobiliaria: los desarrolladores no construyen edificios en barrios donde nadie quiere vivir. Al revés, los construyen en barrios que ya tienen un «aura», creada por muchos años de transformación. En Williamsburg, por ejemplo, como en muchos otros lugares, llegaron tarde. Cuando vieron que WB era cool, se alzaron mil edificios que hoy, después de la crisis de las hipotecas, están medio vacíos.

    Con respecto a la «autenticidad», me parece que se la sobrevalora. Las ciudades están en constante movimiento, y lo que hoy parece auténtico era nuevo y artificial hace 20 o 30 años. En Nueva York, los dominicanos y puertorriqueños «expulsados» por la gentrificaciones del Lower East Side y parte de Brooklyn, llevaban 20 o 30 años ahí. Y se habían instalado ahí porque los polacos o italianos o judíos que estaban antes ahí se habían ido, después de la Segunda Guerra, a los suburbios de Long Island y New Jersey. Esos barrios no fueron construidos para ellos (tenían casi 100 años cuando llegaron), sino que encontraron una ventana de un par de décadas en la que esos barrios fueron baratos. Park Slope, en Brooklyn, es el caso paradigmático: hace 100 años era un barrio de verano de la clase alta de Nueva York, después fue perdiendo esplendor y en los ’60 y ’70 se convirtió en un barrio peligroso, lumpen y barato, donde aterrizaron negros de Alabama y de Jamaica y gente de todos lados. En los ’80, familias profesionales vieron esas casas hermosas y las empezaron a comprar y reformar. Y a poner, después, límites a la construcción gracias al gobierno barrial. ¿Es Park Slope, donde viven Paul Auster y Jennifer Connelly, menos auténtico que hace 30 años? Yo preferiría responder que no.

    Una última cosa: la gentrificación, al menos en NY, coincidió en el tiempo (beneficiándose y redoblando) el descenso en la tasa de criminalidad: desde 1990, los delitos violentos bajaron un 90% en Nueva York, los mismos años en los que barrios «inseguros» (incluso en Manhattan) son ahora parques familiares.

    No detecto bien desde dónde viene tu crítica (no te había leído antes), pero el texto tiene en general una insatisfacción y una nostalgia que me parecen más sentimentales que argumentables. Yo soy optimista por temperamento y no soy nada nostálgico, pero creo que tengo argumentos para defender (en general, después hay casos particulares) la gentrificación.

    (Por otra parte, el video de Shit NYers say» es súper-irónico. Te muestra dos cosas: a) que, a pesar de todo, New York todavía ofrece algo que compensa los sacrificios, y b) que los NY saben esto perfectamente y se cagan de risa, no se toman tan en serio).

    Saludos!

    • hola, que tal me llamo Cintia y estoy haciendo una tesis respecto al tema de gentrificacion en lima, Peru, aprecio mucho tu punto de vista y me gustaría estar en contacto contigo, te dejo mi correo por si puedes comunicarte conmigo.
      gracias
      ate.
      Cintia

  3. Hola Hernan, gracias por tu comentario. Aporta mucho lo que decís respecto a NY.
    Mi artículo no es una crítica directa, sino un intento de comprender y explicar a los lectores el concepto, que en su mayoría no están acostumbrados a este tipo de términos. Y si soy un poco nostálgico, pero es mi estilo, es la forma que veo algunas cosas. Está claro que trato de dar mi visión de las cosas, por eso es que no soy neutral en este tipo de situaciones.

    Hablando del contenido, la gentrificación, tal como muchos otros sucesos en las ciudades no pueden ser ni negativos ni positivos. Simplemente son. Y es una de las cosas maravillosas que tienen las ciudades. Yo no lo veo negativo, solo digo poner cuidado. Sobretodo porque en varias ciudades latinoamericanas (incluyendo BA) están pasando por un periodo similar. Y las cosas que se dicen y las cosas que pasan no son comprendidas del todo. Por eso abordé este tema.

    Como todo cambio, hay cosas que se pierden y otras cosas que se ganan. Por eso no lo veo negativamente, pero si lo cierto es que se lastiman personas y se pierden valores culturales. Y en países como este, no son muy fuertes.

    El tema de la autenticidad Zukin lo menciona justamente como un valor complicado de definir. ¿Quién es más auténtico? Creo que es algo mucho más subjetivo que medible. Y justamente la «revalorización» genera eso.
    Respecto a los rascacielos e inversión, no digo que sean el principio. De hecho esto es algo que menciona Zukin y lo indica como «indices» de que hay un proceso de gentrificación, no quiere decir que sea iniciado por. Como en toda sociedad los primeros que generan valor no son las clases burguesas sino quienes realmente se apropian del espacio y lo modifican, en eso estamos de acuerdo. Pero no confundamos con revalorización con gentrificación, son dos procesos diferentes.

    Bien, para cerrar, el tema de la seguridad. Me parece un tema de políticas. En NY hubo una política muy dura respecto a la seguridad, y eso puede verse bueno y malo. Lo cierto es que incluye represión y redefinición de usos de espacio público. Y todo es por el bien y la seguridad de cierto sector.
    Insisto, no digo que sea bueno ni malo, simplemente es otra de las consecuencias de la gentrificación, políticas públicas fuertes.

    Un abrazo y gracias por comentar.