Una nueva forma de smart

Hace ya cinco años asistía al primer Smart City World Expo. Y he repetido sin interrupciones a todas las ediciones. Si no escribí nada sobre las últimas es que no me han entusiasmado mucho. Por el contrario, he decidido escribir algunas notas sobre la edición de este año que sucedió esta semana. Tampoco es casualidad que me haya mudado a Barcelona hace unas semanas, ni que la ciudad esté revolucionada por el intento de independencia. Ni que Barcelona esté liderando un cambio en términos tecnológicos, como siempre lo ha hecho de diferentes formas.

Es este año que el debate ha pasado desde una idea de top-down de las smart cities, por muchas formas de discurso. Entre ellas la mas reconocible ha sido la idea de que hay que centrarse en el ciudadano. Dicho discurso quedó ambiguo ya que terminó siendo tomado por las mismas empresas y gobiernos para vender lo mismo que venían proponiendo.

Es aquí cuando Barcelona, con su cambio de gobierno bajo los vecinalistas de Barcelona EnComú ha tomado la iniciativa de generar un plan de gobierno digital orientado a desarrollar herramientas open-source y en devolverle a los ciudadanos lo que es del ciudadano. En este sentido, ha potenciado un discurso que había sido el de datos abiertos y gobierno abierto y lo han llevado más allá.

Por un lado Decidim, la plataforma de participación ciudadana que utiliza el ayuntamiento, tiene tres grandes virtudes:

  1. Es enteramente complementada por encuentros y debates en forma física, llegando a toda la población e intercalando diferentes formas de participación
  2. No solo es open-source, sino que se realizan hackatones (los llamados Metadecidim) para mejorarla y hacer forks sobre el código que está abierto a cualquiera, con lo que se asegura la transparencia también en el proceso de creación y actualización de la herramienta.
  3. Fue adoptada por varios otros ayuntamientos, como el de Madrid, Pamplona, y la misma diputación de Barcelona quien ayuda a implementarla en los otros ayuntamientos de la provincia. Este factor es fundamental, ya que es una forma de asegurarse que la misma es actualizada por los diferentes ayuntamientos hacia el futuro. Por ejemplo, si alguno decidiese no usarla más, la misma no quedaría en desuso, sino que se mantiene viva como plataforma central. De esta manera los recursos destinados no se pierden sino que se benefician mutuamente a partir de la colaboración.

La colaboración y cooperación es algo que las ciudades han ido aprendiendo a lo largo de los años, pero que no es muy aceptado. En la conferencia, Gala Pin (BCN) y Miguel Gamiño (NYC) lo han destacado al mismo tiempo que anunciaron que están trabajando conjuntamente en varios proyectos. Y no es menor que ya nos habíamos adelantado a su momento con el Programa de Políticas Públicas Innovadoras que armamos desde el GCBA.

La segunda propuesta de Barcelona es la soberanía digital. Gala Pin lo dijo muy claramente “No debemos dejar que nuestras ciudades sean laboratorios de las empresas tecnológicas, sino detectar las necesidades de la ciudad y colaborar con las empresas y la ciudadanía para lograr solucionarlas”. En este sentido, el embiste viene con el derecho a la protección de datos de los ciudadanos para evitar la explotación de datos masivamente que realizan las empresas.


El problema de los datos y algoritmos es demasiado abstracto y es complejo de transmitir y es difícil de concientizar entre los ciudadanos (Se pueden leer los siguientes artículos aquí y aquí y de yapa una lista de bibliografía ). Esa fue la conclusión del panel “Fresh ideas on privacy, trust datalake management”. En el mismo estuvieron presentes Francesca Bria (CTO de Barcelona) quien habló del proyecto DECODE en el que están trabajando para el uso de Blockchain para proteger los datos de los ciudadanos sin delegarlos inocentemente. También estuvo Mara Balestrini, quien está trabajando con el proyecto Salus.coop para la gestión cooperativa de los datos de salud de los ciudadanos. Mara se refirió a las narrativas que estamos generando respecto al uso de la tecnología. La idea de “Smart Cities” proviene de la narrativa que creo Mark Weiser hace 60 sobre tecnologías calmas, e idealizamos dicha narrativa, cuando deberíamos adaptarla a los tiempos que corren. Crear nuevas narrativas, nos permitirá discutir e imaginar nuevos escenarios.

He rescatado algunas imágenes de la feria que refleja esta narrativa en la que transcurre la feria:

Rob van Kranenburg, fundador del IoT Council (ahora llamado Next Generation Internet), expresó la idea de que ya no debemos hablar de Privacidad, sino de privacidades. Ya que los usos y requerimientos de la privacidad es contextual, cambia en el tiempo, en el espacio y también en la vida de uno mismo. Bria resaltó la importancia de la nueva legislación europea GPDR que se pondrá en funcionamiento el próximo año para regular la privacidad y que cambia muchas de las normas en el territorio europeo. Beth Noveck (The GovLab) estuvo presente otra vez en el congreso. Había estado en 2015 y fue un gusto que haya hecho una recopilación de los cambios que hubo este tiempo en temas de participación y el rol del gobierno.

Lo destacable fue su apuesta por la participación, no desde una “tiranía de las mayorías”, como ella lo llamó, sino involucrar a los ciudadanos en el desarrollo de políticas públicas. Bajo su perspectiva, lo que no estaba funcionando es el ámbito legislativo, donde el ciudadano ignora el proceso de crear una ley y una política, y donde los gobernantes desestiman la participación por esta falta de conocimiento. Ella propuso hablar de CrowdLaw, donde los ciudadanos son portantes de conocimiento y que a su vez se capacitan en el proceso de generación de legislación. Porque sino, se cree que los ciudadanos no tienen el conocimiento suficiente y se los desestima.

Además, apuntó contra la idea de los “expertos”, indicando que la idea como alguien diferente a los ciudadanos ya no existe, sino que todos somos expertos en algo y se debe reconocer esa experiencia. Pero para eso los ciudadanos deben capacitarse, y es ahí donde hay que involucrar al ciudadano desde el sistema educativo, cultural y otros ámbitos cotidianos. Y en ese sentido, ella destacó el uso de métodos como Citizen Science y Civic Science, conceptos de los que desconocía su distinción y me pareció oportuna.

Es evidente que el problema habitacional emergió considerablemente como conflicto urbano. Hubo tres o cuatro paneles en los que participaron gobiernos locales, especialmente Amsterdam, Berlin, Barcelona y Vienna, quienes de alguna manera tienen apuestas más contundentes frente a este problema. Los paneles siempre iban en combinación con estudios en base al efecto de Airbnb y la Gig Economy. En este sentido, el concepto de economía colaborativa o Sharing Economy, fue desplazado totalmente por la crítica al daño que han hecho y por la evolución hacia el concepto de Circular Economy que mezcla una preocupación medioambiental con el aspecto económico-social.

Otro de los grandes temas fue el desafío de la movilidad. Sinceramente apenas asistí solo a uno de los paneles. Pero las ciudades grandes, medianas y pequeñas se están apurando a tomar medidas porque el efecto de la contaminación es imparable. El mes que viene entra en vigencia la exclusión de autos antiguos en el anillo del área metropolitana de Barcelona y una decena de ciudades europeas ya le están haciendo la cruz a los autos diesel en los próximos años. Aún así, estamos ante el problema más desafiante en la lucha contra el cambio climático.

Finalmente quiero destacar otras dos observaciones. Por un lado, he participado del evento Responsive Cities organizado por el IaaC y Active Public Space. Dicho evento estuvo embebido dentro de la feria, pero un poco alejado. Muchos de los temas que se debatieron fueron orientados desde la arquitectura, urbanismo y artes electrónicos. La representación del espacio, la experiencia, la performatividad, campos que no se discuten y no se debaten demasiado. Como foco de mi investigación, son los universos que estoy tratando de cruzar, pero que se hace difícil por la forma en que los discursos no son compatibles. Las guías y buenas prácticas se pueden descargar libremente en el sitio y son fascinantes.

Lo segundo es que asistí a un panel sobre inclusión y accesibilidad. Sentí que el tema estuvo muy relegado, que no se incluyen esos debates en el ámbito, sino se lo sigue tratando como una externalidad y me apena mucho. Hay trabajos académicos que están abordándolo desde diferentes perspectivas. El que más me gusta es Modes of Ordering, pero lo contaré en otra ocasión. Creo que hay una dificultad en tratar estos temas, incluso cuando tuvo especial participación la convocatoria que Barcelona y Nueva York sacaron respecto a la búsqueda de soluciones para personas con discapacidad visual en la ciudad (tema que escribiré en otra ocasión porque me interesa investigarlo más).

Una vez más, ha sido un placer ver a amigos y colegas en este evento. En definitiva, la feria es como las navidades donde uno se encuentra con personas de todo el mundo con las que ha trabajado o discutido sobre estos temas que nos apasionan tanto.

Intercambiando experiencias

Centro Cívico GCBA Foster

Hace mucho que no escribo y rara vez hablé sobre lo que hago en mi trabajo con el GCBA. Esta semana es especial.
El lunes comenzamos en las nuevas oficinas, ya saben, en el edificio que diseñó Foster. Pasamos de sentirnos en una municipalidad a trabajar en Google… bueno, tanto no. Pero uno se emociona cuando es todo nuevo y moderno.

Por otro lado, hoy terminamos la tercer reunión de trabajo sobre Movilidad Sustentable. En estas reuniones juntamos a equipos técnicos de ciudades a charlar y debatir sobre sus áreas de trabajo.
Movilidad es una de las áreas con las que más estamos trabajando.
Cuando empezamos con el Programa, yo arranqué a mover este tema, empecé a hablar con Rosario y Mar del Plata, y en pocos días acordamos una primer reunión. Viajamos a Mar del Plata y visitamos el trabajo que había hecho la gente de la municipalidad con el estudio Gehl Architects.

Si bien hay otros temas que abordamos en los encuentros que hacemos, las de movilidad tienen un halo especial. Estas reuniones son mi niño mimado. Cada vez encuentro cosas súper interesantes para aprender.
Hoy, por ejemplo, fuimos a La Plata a conocer el trabajo de tránsito y estacionamiento medido. Lo sorprendente es que la tarea depende de un área de modernización, y por ello, es que la colaboración con el centro de monitoreo de seguridad está integrada. Además, implementaron tempranamente el pago de estacionamiento medido por SMS.
Ejemplos son miles, pero es evidente que no hay una forma de hacer las cosas, y que la multidisciplinaridad en las políticas públicas determinan mucho las decisiones y el rumbo en que las cosas se están implementando.

Y algo que me parece destacable y he observado detenidamente, los programas y la idiosincracia de las personas que lo llevan a cabo tienen mucho que ver. Sin caer en una mirada neo-institucionalista, creo que estos encuentros dejan ver que detrás de los cambios hay personas que hacen su trabajo. Profesionales que están convencido que lo que hacen es importante.

Eso me trajo un poco de entusiasmo, algo que últimamente el mundo gubernamental no me estaba dejando.

Hay gente que cree en lo que hace, y es capaz de saltarse todas las barreras políticas, para cruzar un país tan grande como el nuestro para contar todo lo que le salió mal, y para preguntar cómo hizo el otro para resolver algún problema. Esa humildad la he visto en equipos de trabajo todo este año, de casi todas las provincias del país, de las grandes ciudades y de las localidades más chicas.
Son los que, en definitiva, trabajan para el pueblo. Y sobreviven a las gestiones.

Así que hoy, me voy a dormir con algo de tranquilidad, en que nuestro trabajo, de unir fuerzas, está sirviendo para que estas personas entren en contacto y potencien su dedicación. Al mismo tiempo, todos han expresado gratitud al formar estos encuentros. No es lo mismo que un seminario, donde todos hacen un show sobre su trabajo. Acá hablamos todos de igual a igual y mostramos los conflictos que nos encontramos y cómo los resolvemos. Es algo único, y necesario, porque a pesar de la responsabilidad, uno se encuentra bastante solo en el día a día…

Si quieren, pueden ver los informes que hicimos de las primeras reuniones.

El auge de las aplicaciones de proximidad

Hiperlocalismo, es un término comúnmente utilizado para el mundo de las noticias, pero se refiere a información orientada hacia adentro de una propia comunidad, con foco a sus residentes. Para el mundo del urbanismo, se trata de conectar a los residentes de una misma comunidad, en torno a diferentes prácticas, que van desde la planificación colaborativa, hasta la intención de revalorizar sectores a partir de la actividad comunitaria. Un claro ejemplo del uso de este concepto es el proyecto Neighborland.

Neighborland

Cuando idee comu.la, el servicio de ayuda para vecinos, sabia que el hiperlocalismo era lo que venía en el mundo digital.
Las redes sociales hicieron el cambio. Hace 8 años que existe la aplicación que revolucionó internet, Twitter. Motivado por el aumento de uso de los smartphones, twitter se convirtió en una forma facil de comunicarse con personas de intereses similares.

Hoy esa barrera ya está lejana, y dejamos atrás a las personas que teníamos cerca.
Evidentemente hoy existe una preocupación por aquellos que están aún más cerca, y esto se ve potenciado por nuevas tecnologias que facilitan la conexión directa, como es el ibeacon o nuevos protocolos de bluetooth LE, algo que Apple adelantó con el AirDrop.
Pero también nacen nuevas aplicaciones orientadad al hiper-localismo. Tinder, esa famosa aplicación para calificar a las personas cercanas por si son bonitas o no. Cloak, permite evitar en la ciudad a las personas que están cerca tuyo. Y ahora fireChat hace una nueva propuesta de hablar con las personas cercanas a través de Bluetooth o redes wifi.

Esta última app me parece especialmente innovadora, ya que considerando las dificultades que están surgiendo en algunos países para acceder a internet, como en Turkia y Venezuela, una alternativa que se maneje como red de nodos y de forma anónima (aunque no totalmente segura) es especialmente oportuna.

Por otro lado, la forma de apropiarse de la ciudad con estas aplicaciones, marca una nueva etapa en el urbanismo digital, agregando esa nueva forma de conexión descentralizada que hacía falta. Serendipitor, es una aplicación que tiene sus años, desarrollada por el investigador Mark Shepard e invita a “navegar” el barrio o la ciudad con diferentes objetivos. La misma se basa en conceptos de los situacionistas de los años 70.

serendipitor

Por último, el sitio Nextdoor.com, el cual fué inspiración para Comu.la es una red social que excluye aquellos que no están cerca para generar privacidad hacia dentro del barrio.
La privacidad es aún una materia adeudada en estas nuevas aplicaciones, ya que los dispositivos son fáciles de rastrear y cuando se trata de personas en cercanía, no falta aquél que quiere tomar provecho. Por ejemplo, para el caso de nextdoor, en el que uno provee información de su propia casa, los límites para definir el barrio son confusos, y pareciera que está pensado para barrios cerrados o ciudades-jardín.

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Ciudades que colaboran

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La idea de economía colaborativa y la cooperación entre organizaciones ya es un tema instalado, la sociedad aprovecha de sus relaciones para intercambiar bienes y conocimiento valiendose del beneficio de internet y las redes sociales.
En el ámbito gubernamental, las estructuras jurisdiccionales siguen siendo las más importantes para definir su «economia». En Argentina, los Gobiernos Locales dependen de las provincias y el gobierno nacional para generar instancias de cooperación, de intercambio de conocimiento, o para resolver problemas conjuntamente. Un ejemplo de esto, es la COFEMA, una instancia muy poco utilizada para que las jurisdicciones del pais se pongan de acuerdo en cuidar el Medio Ambiente.
Por otro lado, existen Redes de ciudades a las que muchos municipios adhieren, pero en general son temáticas y manejan una agenda única que dificilmente su función se ve reflejada en trabajos específicos, de forma colaborativa. Se trata entonces, de un ámbito de relaciones públicas y de compromisos a largo plazo.

Por esta razón, desde un espacio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, decidimos tomar iniciativa y desarrollar el primer Banco de Prácticas Innovadoras. El mismo reune las prácticas que la ciudad de Buenos Aires tiene para contar al mundo. Su experiencia, errores y aprendizajes en su implementación, son parte de los conocimientos técnicos de los cuales otras ciudades les pueden nutrirse a la hora de desarrollar sus propias políticas públicas.
Este Banco, está enmarcado en el Programa de Cooperación e Intercambio de Politicas Públicas Innovadoras, que refuerza esta intención mediante la organización de capacitaciones, jornadas de trabajo y seminarios a realizarse en conjunto con otras ciudades del País. La ciudad busca relacionarse directamente, intercambiar y aprender de las experiencias de cada una. Un nuevo paradigma para la gobernabilidad.

Las Politicas Publicas suelen incorporar herramientas, instrumentos y decisiones que en su articulación e implementación brindan experiencias únicas, muy dificil de transmitir en la mayoría de los casos. Hablando de las más innovadoras y exitosas, entendemos que las condiciones para su gestación son consecuencia de una alineanción de varios factores necesarios, y compartiendo las experiencias ayudará a transmitirlo.

Finalmente, estamos construyendo un espacio que nos gustaría que todas las ciudades lo tengan, así como muchas tienen su agencias de cooperación internacional, cooperar con el resto de las ciudades del país es muy importante.

Si ya vivimos la participación ciudadana y la apertura de datos como formas de abrir las ciudades hacia la ciudadanía, existe una apertura hacia sus pares. Es decir, otros funcionarios, técnicos y profesionales especializados en temas urbanos. Desde la arquitectura, la agronomía hasta el sector de las emergencias urbanas.

Saskia Sassen definió a las ciudades globales, como aquellas que lideran las redes de ciudades y compiten por un lugar destacado en la globalización, en un mundo de redes avanzada. Las ciudades colaborativas ofrecen un lugar a cada una de las ciudades, gigantes, grandes, medianas o pequeñas, según sus necesidades y conocimientos específicos, una idea más cercana a la que podría ser definida por Bourdieu.
Una nueva política, no de discursos ni tecnocrática, sino innovadora, que busca cambiar la vida de las personas con hechos reales. Donde la gestión no se mide por la cantidad de obras sino por el cambio de comportamiento en las personas.

Este nuevo programa que comenzamos en septiembre del año pasado con Martín, viene en línea con lo que venimos trabajando en Chiripa y Gobernanza Local, para mejorar las ciudades latinoamericana. Y agradecemos al Ministerio de Gobierno de la ciudad que nos está dando la oportunidad de llevarlo adelante!

Los invito a conocer el programa, participar de las actividades y escribirnos, en su sitio y seguir a la cuenta oficial de la Subsecretaría de Asuntos Federales (@ssafed).

Trabajar por las ciudades es trabajar con los valores

Estaba leyendo un recopilatorio hecho por Guy Kawazaki sobre lo que él aprendió sobre Steve Jobs cuando se me disparó el siguiente pensamiento:

En el mundo privado, uno trabaja por el precio de las cosas. En el mundo público el precio de las cosas no importa, es 100% valor.

En postulado 8 de Guy, que se titula «valor» es diferente de «precio» comenta que las cosas por mas que tienen un precio, para las personas lo importante (o por lo menos algunas personas, las que importan) es el precio. Sabemos que nadie que compra productos de Apple lo hace por su bajo precio.

No me interesa discutir en este momento nada sobre Apple, sino solo como una mención y para diferenciar de lo que a mi me parece que significa trabajar con gobiernos u ONGs. Porque muchas veces, en nuestro afán de ser simples en el mensaje, decimos que trabajamos para «mejorar la vida de las personas» o «mejorar la calidad de vida» o incluso mencionamos cuestiones como «inclusión» o «progreso».

Todas estas frases comunmente usadas en el ámbito publico, tienden a ser subjetivas. Simplemente apreciaciones de una visión o de un ideal que cada uno tiene al respecto.
Y como he mencionado anteriormente, la famosa «innovación» de la que hoy todo el mundo habla es solo cambiar la percepción de las cosas para darle nuevos usos. Más allá de las modificaciones físicas, reales o técnicas, lo importante es cómo eso se percibe.

En este caso tiene que ver con el mismo sentido de valoración (y ahora me parece que en el mundo privado lo es más de lo que aparenta). Incluso la política, ese «mal necesario» que a veces dudamos si conviene o no relacionarlo con el dinero, un dinero que se vuelve sucio en algunos casos y se vuelve limpio cuando se pretende ayudar a cierto sector de la población.

Al final, cuando se piensa en los indicadores, llegamos a la conclusión de que ese precio se puede poner en un lado o en otro. Pero el real crecimiento y evolución de la ciudad se da en el valor de la misma y de sus componentes, incluso de las personas que actúan sobre ella.

Quiero decir, en conclusión, que moldear los valores de una sociedad es uno de los trabajos más complejos y más elevado de la gestión en cualquier organización. Y es por ello, que los que no se convencen de esto, tienden a cometer el error de pensar que su trabajo es una cuestión de precios.
Yo recomiendo leer lo que dice Guy, porque creo que incluso hasta los funcionarios pueden aprender de Apple y Jobs en muchos sentidos.

Smart-everything: SmartCityExpo a tope

La semana pasada se festejó lo que sería la convención más convocante sobre Ciudades Inteligentes, en Barcelona, que le ha puesto muchas fichas a este asunto.
En el SmartCityExpo han participado muchas ciudades del mundo. Desde Kansas, México, Córdoba, hasta Seuol, por solo nombrar algunas. En números, 7065 visitantes, 319 speakers, 82 paises, 1781 municipalidades.

La mayor expectativa sobre el evento era la presentación del CityProtocol, proyecto en el que varias ciudades vienen trabajando hace 6 meses y poco se sabía hasta ahora. Y poco se sigue sabiendo, porque ha sido la decepción del evento. El primer día nadie sabía muy bien de que se trataba, al final del evento nos había quedado claro que el proyecto es solo una intención de varias ciudades de ponerse de acuerdo en la implementación de políticas para las Smartcities, pero tampoco se sabe muy bien como funcionará esto. Y cuando digo varias ciudades Es que no son todas y llama la atención que falten algunas.

Las conferencias a las que he asistido fueron en general las que me interesaban a mi y casualmente no eran las más importantes para el evento, eso ya dejaba ver como priorizaban los contenidos. Además de la Smartcity Plaza junto con la zona de stands que era puramente comercial y un lugar donde se desangraba el concepto social de la vida en la ciudad a cambio de la idea de que la tecnología, en términos económicos y estadísticos, podría en algún futuro resolvernos la vida, el calentamiento global y la crisis.
Porque aquí en España, de lo único que se habla es de la crisis, y todos estamos preocupados, pero si gastamos muchos millones en sistemas inteligentes, vamos a ahorrar dinero. Un dinero que nunca tuvimos ni tendremos, en general es para todos por igual y esto no queda claro.
Como dijo Carlo Ratti en otra conferencia ayer, «esto se trata de ahorrar dinero, no de gastar más dinero».

Otra cosa que se trasluce desde el evento en si, es que con la cantidad de sistemas de parking, de luces inteligentes y proyectos de recolección de basura que hay en oferta, es claro que todas las ciudades que se entusiasmen con la idea de incorporarlos a sus infraestructuras, en el futuro se encontrarán con la falta de soporte técnico, compatibilidad y entramado de los datos con los que se está trabajando.

En muchas ocasiones me he acercado a preguntar qué pasa con los datos que se genera, y la mayoría de las empresas me han respondido que «se integra perfectamente con la plataforma del ayuntamiento o donde se necesite» y claro, de APIs abiertas nadie hablaba.

«Entonces, ¿SmartCity es sobre tecnología?», me ha preguntado Joaquin Braulio unos días después de la conferencia. Porque el gran tema es que por mas que ahorremos energía y tengamos sistemas hidráulicos de recolección de basura (lo he visto), las personas siguen consumiendo productos llenos de paquetes y papeles envoltorios, consumiendo agua embotellada y las empresas siguen pensando en RSE como forma de «hacer un bien a la sociedad».
Está más que claro que una parte de las SmartCities tiene que ver con resiliencia y sostenibilidad como forma de ecosistemas, y no de «implantes tecnológicos». No se resuelve ahorrando, se debe cambiar la cultura que hace 5000 años llevamos como costumbre de muchos malos hábitos.

Uno de los pocos items en que quedó como conclusión en el evento es la necesidad de reducir la huella de carbono. Bien! ¿No estamos hace años con eso? Pero parece que no han encontrado otro indicador más universal para medir el producto de esta tendencia. Y eso es un problema.
Y aquí la culpa es nuestra, donde los investigadores debemos profundizar más en indicadores y que no nos sigan vendiendo peras por manzanas. Creo que Boyd Cohen tiene un gran trabajo realizado en su SmartCity Wheel.

Movilidad + Urbanismo = Land use

El gran tema que aqueja a muchas ciudades, siendo una de ellas Buenos Aires, es lo que se conoce como Commuting, el viaje de tu casa al trabajo.
En Hong Kong por ejemplo se tarda 11 minutos, teniendo 10 millones de habitantes, pero en México DF se puede tardar hasta 4hs, en Buenos Aires 2hs con 3 millones de habitantes.
Eso no solo genera un gasto de energía grande, sino que también se considera que a partir de los 30 minutos de viaje se disminuye mucho la calidad de vida de las personas.

La clave según el estudio Gehl Architects, uno de los más avanzados en el tema urbanismo, es programar la densidad del uso del suelo -Land Use Density-. Porque según ellos «la movilidad es cuestión de comportamientos, las personas hacen lo que le conviene para llegar mejor de un punto al otro de una ciudad».

En este sentido, Jlubljana (capital de Eslovenia) ha sido un caso de éxito en el SmartcityExpo. Talvez sorprendió porque nadie conocía la ciudad antes, pero vimos como varias políticas han sido benefactoras para el desarrollo de su ciudad y que ha sabido mezclarlo con implementación tecnológica. Proyectos como la prohibición de cualquier tipo de transporte motorizado en el centro de la ciudad con el servicio de biking, que a la vez usa una tarjeta llamada URBANA que sirve para todos los servicios incluyendo los containers de basura, etc.
Pero nuevamente vemos que este tipo de proyectos está funcionando muy bien en ciudades que son pequeñas, con solo 270.000 habitantes, tal como fué el caso de Curitiba en Latinoamérica.
Mientras que en Bogotá donde luego de 11 años, el Transmilenio, sistema de transporte BRT, sigue teniendo problemas y poca aceptación en algunos sectores de la sociedad.

Mike Lydon nos habló de las tácticas urbanas, de su importancia en el prototipado de soluciones (tal como la peatonalización de la calle Broadway en NYC) para testear nuevas soluciones y generar estos cambios en la densidad del uso del suelo. Al mismo tiempo, esto incentiva a la participación y al compromiso ciudadano. ¿Cómo hacer que la gente se enamore de tu ciudad? El ejemplo de Grand Rapids Lip Dub es muy bueno.



«Corresponsabilidad compartida» es el concepto primordial para las ciudades si queremos que estan sean inteligentes, dijo Claudio Orrego Larraín el ex-intendente de Peñalolen (chile) y me pareció interesante. Otra forma de participación entre los diferentes sectores sociales.

Respecto a la capacidad de los gobiernos de hacer frente a las nuevas tendencias y al prototipado, New Urban Mechanics de la ciudad de Boston es una respuesta interesante. Un centro desarrollado para experimentar, y desarrollar aplicaciones que den respuesta a necesidades de los ciudadanos sin ver un riesgo político alto, y al mismo tiempo disminuir el riesgo de los emprendedores ya que «cuando están mal conectados con las personas indicadas, el riesgo aumenta». Por eso esta unidad gubernamental ayuda a conectar a la gente que tiene ideas, con las que puedan realizarlas y con quien tiene ganas de participar en una mejor ciudadanía.

Internet of Things y Open Data

La gran pregunta es ¿Qué hacer con los datos?. Por un lado hay un gran número de nuevos servicios disponibles, pero tenemos un déficit presupuestario. ¿Cómo podemos ser eficientes en el manejo de los datos?.
Por otro lado Andreas Lykke-Olesen nos dijo, «tenemos muchos datos sobre quienes van en auto, en que horas lo hacen, qué caminos toman, etc. pero no sabemos los argumentos por los cuales las personas cambiarían sus hábitos».

El miercoles pasado, con el grupo de IoT Madrid discutimos, a raíz de SmartCityExpo, ¿cómo se puede innovar usando tecnología pero sin depender de esta?. Es decir, ¿cómo cambiar los comportamientos de las personas y como actuar sobre la masa urbana de forma efectiva?.
Mi postura fué que si realmente queremos cambiar el comportamiento de las personas, debemos trabajar sobre los valores de las mismas. Y para modificar los valores y sus hábitos, se trata de que experimenten esos cambios. Por eso es importante la cultura del prototipado, pero al mismo tiempo tener en cuenta que las personas no cambian su parecer por tener más datos que nos digan que es lógico cambiar, sino que realmente «experienciarlo» y para eso hay que acudir a la creatividad y no a la tecnología. Aún hoy seguimos metaforizando procesos analógicos sobre los digitales, y dudo que como humanidad podamos salir de este paradigma.
Entonces, ¿vale la pena gastar millones en super sistemas o podemos innovar correctamente y hacer que las personas modifiquen su actuar para hacer ciudades más resilientes? Por ejemplo, disminuir la cantidad de basura, cambiar habitos de movilidad, etc.

Otro tema de importancia, son los nuevos objetos que se conectan (IoT o M2M) ¿Cómo hacer para conectarlos a todos? Aún no tenemos un protocolo que permita conectar diferentes dispositivos unos con otros. Talvez IPv6 será lo que permita que todos los objetos tengan una conexión única, pero no parece muy eficiente. Ni hablar del cableado, sino miren este ejempo de SmartHome.
Carlo Ratti, de SenseableCity Lab del MIT, nos dice «Todo será un sensor» y donde debemos hacer foto es cómo estos sensores conectarán con las personas. Él habló de IoToP (Internet of Things of People) y Rob Mcintosh nos contó de Metacity Interface, dos formas de repensar los ámbitos públicos, privados y personales. Hay demasiadas capas funcionando al mismo nivel, y hay que pensar cómo la tecnología reforma los espacios.
Cisco, por su lado, presenta Internet of Everything, como un ecosistema donde todo se conecta a través de una conexión distribuida, alegando que la centralización y el Cloud computing ya no son una opción.



El tercer problema de IoT es el real-time sensing. Muchos objetos pueden generar datos y almacenarlos, pero el gran reto es la respuesta inmediata, y por eso no podemos depender de conexiones a internet o a otros dispositivos. Por suerte con los nuevos dispositivos de Nanode o Raspberry pi, hay nuevas opciones para prototipar estos objetos. Este es otro argumento por el cual el Cloud computing no sería la respuesta.

Finalmente Alexandra Deschamps-Sonsino, de IoT London, quien a proposito tiene un hermoso proyecto de IoT Good Night Lamp, reflexionó acerca de lo inteligente (smartness). Y nos dijo que lo inteligente tiene que ver con el contexto, pues no todo es inteligente en todos los sentidos. Entonces ¿por qué no pensar en una inteligencia temporal?


En mi opinión, hay que comenzar a darle potencia a nuevos proyectos de IoT y trabajar en nuevos protocolos para que estos puedan unirse unos con otros. Así como funcionan redes como COSM, plataformas openSource donde se puedan recolectar y usar datos entre todos los ciudadanos. Grandes proyectos actuales son el Air Quality Egg o Smart Citizen.
Porque así como las computadoras llegaron a las casas, IoT será el nuevo paradigma para todos. Y si aún no lo parece, en 1984 el New York Times decía que las computadoras personales iban a ser un fracaso…

Ciudad como plataforma

Ya lo hemos escuchado varias veces, pero el concepto sigue siendo la clave. Y tiene que ver con abrir las puertas a un nuevo concepto de ciudad, donde el poder ya no está centralizado.
«Hemos podido comprobar que el reto no esta en las tecnologias, sino en los aspectos organizativos, de gestion y culturales», dijeron en el cierre del evento. Y es que están todos preocupados porque por primera vez se piensa que para lograr una SmartCity hay que colaborar entre los 3 sectores.
Y el gran problema es, ¿quién representa a la comunidad? ¿Quién representa a las ciudades?, lo cierto es que «los barrios cambian, nos gusta o no» y hay que estar a la altura.

mind the gap

Esteve Almirall nos dejó una reflexión interesante. Hasta ahora, todos los concursos de participación y de aplicaciones desde los gobiernos premian la mejor propuesta, dan recompensas por ello y motivan a través de la competencia, como si fuera que las personas no queremos mejorar nuestra propia ciudad. Esta idea debe cambiar y el valor de la participación en la construcción de las ciudades debe ser toda nuestra motivación. Pero esto va a suceder solo cuando los gobiernos sean realmente abiertos. Mientras tanto, el proyecto Adopt a Hydrant es un buen ejemplo realizado desde el New Urban Mechanics de Boston donde cada ciudadano se hace cargo del problema, que es de todos.

Business vs. Urbanism Smartcities

Volviendo al tema de fondo, ¿cómo vamos a alimentar energéticamente todos estos sistemas? Creo que estamos lejos de una respuesta para eso, las energías renovables son parte de la respuesta, pero la descentralización total es inminente y ahí es cuando los gobiernos centrales van a perder el poder y donde los sistemas super inteligentes manejados desde un panel, no tienen tanto sentido.
Aquí es donde yo creo que la idea de trabajo en redes interconectadas, donde se pierden los límites, donde se descentraliza el poder a causa de que todos necesitamos del otro para alimentar y subsistir se deja ver como un resultado obvio. Todos colaboraremos aportando datos de nuestros propios sensores, todos brindaremos energía a los sistemas eléctricos desde nuestros paneles solares, todos decidiremos qué futuro queremos en nuestra ciudades y estaremos obligados a ellos, con lo cual los ciudadanos inteligentes (smart citizens) tienen que despertar.
La energía nuclear, modelos de control como los de IBM, son modelos antiguos de centralización de energía e información que tienen su días contados.

Creo esencial trabajar en un City Protocol serio, en donde se asegure la libertad de los datos y su privacidad protegida. Pero ahora estamos en crisis donde se quiere controlar internet y el auge de la video-vigilancia hace ruido por todos lados, pero es solo latigasos del sistema que se ahoga en sus propios medios. iCity Project o CitySDK son algunas aproximaciones que parecen más interesantes en un primer momento.
El viernes pasado, realizamos con el grúpo IoT Barcelona un WalkShop. Una caminata ideada por Adam Greenfield para hablar sobre temas de seguridad y open data mientras se recorren las ciudades.
Hemos visto varios proyectos de «smartcity» que se intentaron implementar en la ciudad como prototipos, edificios inteligentes, sistemas de identificación entre otros no han sido más que un fiasco que por falta de presupuesto o fallas en su implementación, la mitad de ellos no están funcionales o presentan muchas fallas estructurales.
Entonces, ¿como podemos estar tan seguros de algo que cuesta demasiado dinero, sobretodo en tiempos de crisis; tiene un gran costo político y, por sobre todo, un costo social en donde el concepto de espacio público, bienes públicos y bienes comunes se ve afectado por estas nuevas capas tecnológicas?


Lo curioso de todo esto, es que Adam ya había adelantado mucho de este tipo de problemas y es evidente que todos estos gurúes de las SmartCities olvidaron leer Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing y ya pasaron 6 años de su publicación.
Es el momento de los consultores y especialistas nos reunamos y empecemos a trabajar enserio, porque parece que en otros ámbitos hay mucha intención pero están lejos de lograr algo que funcione. El tiempo es tirano.
Pablo Sanchez Chillón ha tenido una primer iniciativa abriendo un grupo de LinkedIn para discutir estos asuntos, pero todas las reuniones de comunidades en las ciudades son buenas para comenzar a trabajar. Es por eso que fomentamos realizar IoT Meetups o CityCamps para interconectar las experiencias y visiones.

Notas

Algunas soluciones que china quiere comenzar a trabajar, y que me parecen bastante más inteligentes.
Algo más sobre IoT como cambio social.
Nota sobre el evento New Cities Summit, que me parece que tiene mucho material relacionado. Y que me hace pensar que deberíamos buscar nuevas opiniones o bien, aceptar que estamos estancados.

Otras notas de amigos respecto al SmartCityExpo

Smart Citizens in the Data Metropolis, por Mara Balestrini.
It’s About the People, Stupid, por Boyd Cohen.
Le citta’, la City Protocol Society e la corsa al Far West, por Claudio Forghieri.
3 Problems With ‘City Protocol Society’, por Boyd Cohen.
Smart Open Cities? Thoughts from the Smart City Expo, por Julia Lopez Ventura.

buzz lightyear smart city

Desafíos para la industria (algunos gráficos que capturé)














Jornada sobre las ciudades inteligentes a través de la planificación colaborativa

ciudades inteligentes colabotarivas

El próximo miércoles 26 de septiembre se llevará a cabo en el Campus El Claustro de la Universidad Mayor un encuentro para debatir acerca del abordaje de los laboratorios urbanos en la creación de las ciudades del futuro.

Con las nuevas tendencias de urbanismo colaborativo, han surgido experiencias que intentan fomentar incluir a los ciudadanos en el desarrollo y planificación de las ciudades. Diferentes grupos de trabajo se agrupan en los llamados laboratorios urbanos, medialabs y fablabs abordando las problemáticas locales desde diferentes ámbitos y en una relación intrínseca con todos los sectores, tanto públicos como privados.

El evento se llevará a cabo a partir de las 8.30hs en el Auditorio del Campus.
Manuel Portela de Buenos Aires, fundador de CityCamp Buenos Aires, y Javier Vergara Petrescu de Ciudad Emergente presentarán los proyectos que lideran, y luego se presentará CityCampSCL.
Finalmente se desarrollará un panel de docentes de la universidad en el que se abrirá al debate colaborativo para discutir nuevos pasos hacia el urbanismo y el desarrollo de las ciudades.
Se cerrará la jornada con una actividad participativa en conjunto con los asistentes.

El encuentro será el miércoles de 8.30hs hasta las 12hs en el Auditorio del Campus El Claustro de la universidad Mayor. Portugal 351, Santiago de Chile.

Buenos Aires empieza a pensar en una ciudad ideal

citycamp buenos aires flyer
Hace 3 meses, empezamos a pensar con Guada un evento que cambie la forma de hacer ciudades. Será porque queremos cambiar las cosas, pero primero nos dimos cuenta que parecido a lo que decía Descartes, primero hay que pensar para que las cosas sucedan. Y un evento es ideal para juntarlos a todos y pensar en conjunto.
Y cuando me refiero a todos es que hemos hecho el esfuerzo de pensar en todos los actores que en una ciudad tan grande como esta dan forma a la plataforma urbana mediante la coordinación de sus acciones.

Es así que CityCamp cobra vida con la intención de marcar un hito, una entrada al camino del pensamiento urbano colaborativo.
Y digo camino porque CityCamp no es solo un evento, es una comunidad, que nació hace 2 años (en USA, obvio) y va creciendo día a día con encuentros periódicos y debates temáticos que intentan favorecer la participación local.
Por eso, nosotros lo tomamos como apalancamiento de todas las actividades que estamos con ganas de hacer y empezamos a desarrollar hace algunos meses. 10.000ideas fué la primera, y se vienen muchas más!

Citycamp va a tener un evento anual, pero también varios encuentros bimestrales. Se van a trabajar temáticas relacionadas con Sensoring y mapeo de datos, Cultura Abierta, Desarrollo Local, ProComún, Espacios Públicos, Participación Ciudadana, Nuevas Tecnologías para la Educación, Innovación social y Planificación Urbana.

Para el primer evento, que se realizará el 8 de septiembre en la Universidad de Palermo y será el primero de Latinoamérica, hemos convocado muchos proyectos interesantes. Desde gobiernos que nos van a contar sus planes, académicos que mostrarán estudios relevantes, ONGs que contarán su trabajo y varios proyectos independientes que marcarán un nuevo camino a las ciudades de la región.

El evento es totalmente gratuito. Si quieren ir, solo tienen que registrarse en el formulario y les enviaremos la invitación.

No dejen de perderse las novedades en el sitio del evento porque se vienen muchas sorpresas y todas en un solo día!