Problemas de concentración en el día a día

mi escritorio freelanceSer freelancer no es facil y mucho menos cuando lidiamos con demasiadas cosas.
Por mi lado, no solo tengo proyectos de programación y diseño, sino tambien de producción, de proyección, asisto a seminarios, a la facultad y también tengo una vida.
Es genial cuando todo corre sobre rieles, los cronogramas sincronizados, hay tiempo de crear y de repensar. Pero eso ocurre muy de vez en cuando. Los tiempos se desfazan, los clientes tienen exigen más de lo que les corresponde o algún proceso está demorado.
Pero el tema que quiero tocar acá es la concentración que viene muy de la mano de los tiempos de producción.

Una de las cosas que siempre pienso, y contradiciendo a la mayoría de los blogs, es que los sistemas de organización, agendas, iCal, Todo’s y todas esas cosas que parece muy útiles. A mi no me sirve.
Por un lado, por que el tiempo no es lineal, los proyectos corren en paralelo y en simultaneo. Y no solo eso sino que los ritmos varían, los tiempos varían constantemente. Y sucede por el cambio de importancia entre una ación y otra. Donde van surgiendo acciones que son más importantes que las planificadas.
Por lo tanto, a mi parecer lo único que puede organizar eso es nuestra cabeza. Tener un orden dinámico, el caos es uno de los mejores lugares para nuestra mente y en el caos se gesta la creatividad.
A veces me olvido de ciertas cosas, es cierto. Trato de parar la pelota y ver que cosas no son tan importantes y las descarto, otras las anoto en papeles que forman parte de mi caos físico sobre el escritorio.

Agentes desconcentrates
Aqui es donde entra la concentración como actividad potencial de la creatividad. Esto sería como la capacidad de prestar atención a cierto conjunto de objetos, pensamientos e ideas para llevar a cabo una acción específica.
El problema es que no siempre estamos concentrados en algo. Por ejemplo, podemos tener en la cabeza cuestiones personales, amorosas o pensar que vamos a hacer cuando salgamos el fin de semana.
En ese caso yo considero que la rutina es lo que mejor ayuda. Desconectarse de todo lo que juegue para ese lado y concentrarse en lo que uno tiene que hacer. Dejar de revisar los mails, cerrar el twitter, msn y el navegador. Pues claro que no es facil, pero se puede.

Otro ejemplo es la comunicación con los clientes. Cada uno tiene sus necesidades y requiere algo de atención. Pero nosotros no podemos responder todo el tiempo a todos. Por que sino simplemente no podemos hacer nuestro trabajo. Ya escribiré un post más detallado sobre esto, pero recomiendo desconectarse en ciertas horas y cada tanto revisar los mails, peor no contestar todo el tiempo a todo. No ayuda.

Finalmente el tema de pensar en otros proyectos, y acá es donde mas se enlaza el principio de este post.
Muchas veces me encuentro haciendo un trabajo e inmediatamente pensando en como resolver otra cosa.
Acá hay que analizar una cosa, si es suficientemente importante hay que dejar lo que se estaba haciendo y a resolver lo otro, por que tal vez más tarde no te acuerdes.
Pero por otro lado, y en la mayoría de los casos, no es más importante que lo que estamos haciendo, por lo tanto lo mejor es tener un anotador al lado e ir anotando las ideas.

La concentración
Pero más allá de estos ejemplos, la concentración es disruptiva. Hay veces que nos despertamos de una u otra manera, con ganas de hacer más de alguna cosa o con ideas sobre un proyecto. Y resulta que justo tenemos que hacer lo contrario.
Supongamos que uno se levanta muy motivado artísticamente y quiere diseñar, pero nos toca programar una aplicación. Si es posible, y los timings nos permiten la libertad, podemos correr la programación para el día siguiente y podremos aprovechar la inspiración. Sino tendremos que hacer lo que nos corresponde.
Pero hay veces en que uno intenta, está horas tratando de hacer las cosas bien pero no lo logra. Y ahí es cuando yo digo que hay que avivarse rápido y hacer otra cosa, si no sale nada, salir a caminar, tomar aire, tomarse un té, lo que sea.

¿Pero que pasa con lo que dejamos de hacer? Pues nada, mi filosofía es que ya se resolverá. Por una forma u otra, los tiempos se acomodan, a veces hay que bancarse alguna puteada o incluso llega nuestro momento de inspiración y lo resolvemos mucho más rápido de lo que pensabamos.
Lo importante es tener la mente tranquila, ser paciente y estimularnos. Todo tiene su forma de resolverse. Y a diferencia de lo que dicen los clásicos teóricos, los profesionales no lo somos por nuestra capacidad de disciplina, sino nuestra capacidad de crear y navegar en el caos y sacar lo mejor de eso. No se trata de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, es hacerlo cuando nos corresponde.

Por esto es que, sacandolo de mi filosofía budista, lo escencial es estar bien con nosotros mismos, entendernos, mirarnos interiormente y comunicarnos con nuestro cuerpo. Él nos va a indicar las decisiones correctas y nos va a apoyar cuando lo necesitemos y el resultado será muy potenciado.

Y ya pensando en la vida en general, el mundo es caótico en todos los sentidos, hay que saber navegarlo, hay que saber cuando bajar la vela, y cuando levantarla y cuando enfrentar una ola muy grande, o retirarse. Abran todos los sentidos y esa es la mejor sabiduría que pueden obtener del mundo. Entendiendose a uno, entienden el mundo.
La concentración es la explicación que damos cuando estamos en contra de nuestro camino. Es como pedalear para atrás.