Luego de un enero movido en la capital Chilena, quiero hacer un pequeño cierre pero una gran apertura de lo que será 2013 en materia de ciudades.
Hubo grandes conclusiones en el CityCamp que hicimos en Santiago, también tuve la suerte de escribir algo para la publicación The Enabling City, y un gran resumen de lo que es innovación social en latinoamérica logré desarrollar en ThinkCommons:
Con todo este material me imagino que ya sabrán a que voy. Una de los objetivos cuando iniciamos la producción de CityCamp en Buenos Aires era lograr que la multidisciplinaridad, las propuestas y los debates definan una agenda de trabajo para el año siguiente. En parte lo logramos, creo que se irá mejorando en cada edición. Pero quiero dejarle mis impresiones después de un año demasiado movido para las ciudades. Estos son los temas con los cuales tendrán que sortear gobiernos, ciudadanía y empresas.
Gobierno abierto y las OSC
Estuve en el encuentro regional del Open Goverment Partnership (OGP) en Santiago, y lo que quedó en claro es que durante los últimos dos años muchos gobiernos han trabajado para mejorar su comunicación con la ciudadanía. Pero que el camino aún es largo.
No todos tienen ley de transparencia, algunos nisiquiera tienen un plan (Argentina, cof cof) y otros lo tienen pero la hipocrecía hace que ese gobierno abra sus ventanas y no sus puertas.
Lo que quiero decir y lo que se ha dicho, es que sin un control estricto, la transparencia es una utopía. Abrir un gobierno no es solo dar información, sino que esa información tiene que ser útil. Y no solo usable, sino relevante y real.
Para eso, la colaboración entre los órganos de control y las organizaciones de la sociedad civil (OSC) son vitales en el control y en la colaboración tanto del lado gubernamental como del lado ciudadano.
Por último, en este punto, la apertura de las empresas también es un tema que muchas veces se dejan de lado. Tanto aquellas empresas que prestan servicios a gobiernos como empresas privadas del mundo consumista, tienen que colaborar para lograr mejor gestión en todos los ámbitos. Porque son las que más transan, más irrumpen en la vida de los ciudadanos y hacen lobby para su conveniencia en el desarrollo de las políticas públicas. En ese sentido, Poderopedia está haciendo un gran trabajo de transparencia desde el lado de las OSC.
Medioambiente y responsabilidad sostenible
En mi opinión personal, el tema del reciclado y el tratamiento de basura, no solo es complicado sino que lo veo muy dificil de la forma en que se está llevando a cabo. En general las ciudades de Latinoamérica tienen un gran deficit en el tratamiento de residuos (sólidos y líquidos), una política flexible respecto a las industrias y una ciudadanía muy poco educada al respecto.
A pesar de ello, es un tema en agenda para las grandes ciudades, y ya tenemos experiencias en otras partes del mundo que permitirían ser más eficientes a la hora de invertir en ello.
Otro gran problema para ciudades como Santiago es la polución del aire, o la polución auditiva para Buenos Aires y radioactiva para la mayoría de las ciudades, y pensar en una SmartCity en donde los ciudadanos sufran las consecuencias de las infraestructuras antiguas es poco inteligente. Con lo cual hago un gran llamado a la modernización de los sectores que más deficit encuentran, ya que mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, serán estos los que empiecen a fomentar y potenciar el resto de las iniciativas.
En ese sentido, la propuesta de Responsabilidad Sostenible, de la cual me enteré gracias al colega David Criado en Madrid, es una evolución de la llamada Responsabilidad Social, ya que es la cruza entre esta y el Desarrollo Sostenible. Esta mejora la propuesta y tiene en cuenta a la sociedad y medioambiente en el desarrollo de políticas y en la gestión de las organizaciones. Mucho más contundente y menos efímera que la anterior propuesta.
Por último, y fortaleciendo esta idea de integración entre la sostenibilidad y las empresas, las llamadas Empresas B o Sistema B es una deuda en la legislación de la creación de empresas. En países como Estados Unidos, vemos como se pueden crear empresas que tengan un fin social o empresas sin fines de lucro pero con intenciones comerciales, entre otras. En Chile, por ejemplo, crear una Fundación o Corporación es sencillo. Y esto beneficia el desarrollo de nuevas propuestas en un mercado dinámico y flexible para el beneficio de todos.
Modernización estatal y politicas integrales
Aún muchas ciudades tienen una gestión analógica, no solo en términos tecnológicos sino también burocráticos. Además de la digitalización, la modernización del estado implica una comunicación más dinámica entre sus partes. Ya sea en la tarea de compartir información importante para el desarrollo de las políticas como un diálogo entre los responsables.
A su vez, con un «orden» y facil acceso, la tarea del gobierno abierto será más sencilla y el trabajo de la sociedad civil será más eficaz, permitiendole a esta generar propuestas hacia el gobierno, utilizar las herramientas y leyes existentes, y controlar al gobierno en sus tareas, incluso a las empresas que brindan servicios a este. Un buen ejemplo de como se está llevando a cabo un proyecto de este tipo, podemos verlo en la UE con iCity.
Aún falta mucho por trabajar, solo las grandes ciudades han podido destinar presupuesto y tiempo a digitalizar sus legajos, pero aún hubo muy poco trabajo para con la ciudadanía.
El paso final, es la creación de nuevos servicios para la comunidad. Desde aplicaciones tecnológicas que permitan conocer el estado de las infraestructuras –BA Movil-, herramientas de colaboración social –Adopt a Hydrant y ChangeByUs– y espacios que fomenten la innovación –MediaLab Prado-.
Por otro lado, las ciudades han experimentado políticas de centralización y descentralización de la gestión y es el día de hoy en donde se visibiliza los problemas de un modelo y otro. Y es cuando comenzamos a entender que la colaboración interjurisdiccional es importante para lograr políticas integrales y a largo plazo.
Así como Buenos Aires sufre del conflicto con el Gobierno Nacional y no logra despegar la gestión comunal; Santiago sufre de una descentralización y segregación a través de sus comunas requiriendo, talvez, un gobierno que centralice las políticas metropolitanas.
Yo creo que ni una respuesta ni otra es viable sin la experiencia misma, ya que la complejidad de la política excede cualquier tipo de suposición superficial. Pero una vez que esto nos ha quedado claro, tendremos que trabajar en mayor integración.
Inclusión y segregación
Por lo general, los proyectos de SmartCity que he visto hasta ahora tienen una falencia que coincide con un deficit en los países subdesarrollados. Fomentan la segregación, el distanciamiento y la alienación de sus ciudadanos. Sobre todo el uso de nuevas tecnologías, no solo genera exclusión a partir de la dificultad de su uso, también hay un gran nivel de persecusión (cámaras de vigilancia) y un gran costo que lo terminan pagando los ciudadanos.
Pensar una SmartCity desde Latinoamérica debe implicar una mejora en la inclusión social, no solo en términos tecnológicos, también colaborativos. Ya que las ciudades en las que vivimos, tienen un grado altísimo de diversidad cultural, lo que permite la evolución y creación constante de nuevas situaciones.
Una cultura que nos permita trabajar en conjunto sobre nuevas soluciones, logrará un crecimiento sostenido. Y no al revés.
Ciudades creativas y smartcitizens
Siguiendo el apartado anterior, el concepto de ciudades creativas es lo que está sacando a flote muchas ciudades como Buenos Aires o Medellín, donde se apuesta a la creación de valor a través de industrias que pueden explotar directamente las ciudades. Así como algunos teóricos plantean que las ciudades tendrán que valerse de su propia producción energética, también estas tendrán que esforzarse en generar su propio PBI interno, sin depender demasiado de los subsidios de los gobiernos centrales. –TradeAndMe–
Esto es también empoderar a los ciudadanos. Permitir que estos generen nuevas ofertas y nuevas fuerzas de trabajo a través de la colaboración. Que además genera inclusión e integración cultural.
Si bien muchos programas ya están en marcha, 2013 es un año para subir de nivel. Más allá del beneficio propio, de realización, la noción de ciudadanía implica un beneficio mutuo, comunitario. Y para esto hay que restituir algo que ha quedado en el olvido, y es la educación cívica.
Que ya no se trata de repetir el prólogo de la Constitución Nacional, sino de aprender cómo los ciudadanos están implicados en el desarrollo de su entorno y de la política, más allá de su voto cada tantos años.
Gracias a las nuevas tecnologías y los nuevos medios, hay cientos de formas de educar a los ciudadanos en el trabajo colaborativo para con las ciudades. Laboratorios Urbanos han generado experiencias de todo tipo y se han estudiado casos que ayudan a la apropiación de las ciudades.
Desde CHIRIPA, creemos que una verdadera educación cívica se da desde la adquisición de nuevos valores ciudadanos a través de las experiencias sobre el espacio público. Que es, en última instancia, el espacio en donde las comunidades se desarrollan.
Emprendedorismo e innovación social
Una gran tendencia del emprendedorismo se vivió en Latinoamérica los últimos 3 años. Desde la creación de una comunidad como fué Palermo Valley, a grandes aceleradoras como NxtpLabs o StartupChile por mencionar solo algunas. Este año, países como Colombia y Perú destinarán un gran presupuesto a la innovación.
Yo diría que más allá de las buenas noticias, hay que aprender de nuestro pasado. Aún con mucha inversión y grandes capitales apoyando a las nuevas empresas, hasta ahora el 85% fué parte de la burbuja.
La innovación se trata de soluciones concretas y mejoras reales. Y no negocios únicamente.
Por lo tanto, hace falta una gran capacitación en el diseño de nuevas propuestas. Un gran déficit en Latinoamérica, donde un gran porcentaje de startups son copia de otras. Es vital que haya un acompañamiento en el proceso de creación de propuestas desde el lado del diseño.
Y no hablo de DesignThinking únicamente, tema que trataré otro día. Porque hasta ahora los emprendedores tuvieron mucha capacitación en desarrollar modelos de negocios efectivos, pero muy poco sobre la generación de ideas.
El diseño y la innovación, no son metodologías. Es una práctica creativa que implica conocer a fondo la situación a mejorar y trabajar desde el prototipado hasta el piloto con un gran sentido crítico. Y eso lleva tiempo y dinero con el que no se cuenta.
Por otro lado, existen los grupos que tienen respuestas creativas, pero que no han desarrollado sus capacidades de negocios para generar una propuesta de valor para el mercado. Con lo cual hay un gran potencial de innovación subyacente que no tiene acceso a una educación ni a los recursos necesarios para llevar adelante soluciones.
Entonces, se requiere un gran trabajo de la comunidad para elevar el nivel de la innovación social a una escala que realmente construya una SmartCity desde los ciudadanos.
Colaboración, prototipado y urbanismo táctico
En resumen, fomentando la colaboración, la educación cívica y empresarial, la creatividad y la creación de prototipos, llegaremos a lograr desarrollos de políticas bottom-up, iniciadas desde la comunidad. Hay muchos grupos realizando propuestas, tanto culturales como urbanísticas actuando en Iberoamérica.
El cambio cultural hacia el prototipado y las experiencias hacia el urbanismo táctico, permite a los ciudadanos comprender que los cambios son posibles y tambien experimentar de qué forma se pueden resolver los problemas sin grandes inversiones.
De esta manera se fomenta también el emprendedorismo y el espíritu ciudadano o pro-común.
De la misma manera, las llamadas TEPs (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación) fomentan la colaboración en nuevos proyectos, la unión por fines y/o causas en común. Ejemplos como 10.000 ideas o Goteo vienen a dar lugar como disparadores de la innovación social desde la colaboración.
Si bien ha tenido un crecimiento esta tendencia, en 2013 es vital que este tipo de proyectos sean fortalecidos a través de capacitaciones e incentivo por parte de las grandes organizaciones.
Transporte y densidad territorial
Volviendo a la preocupación de la infraestructura en las ciudades, el transporte, la densidad, la gentrificación y las políticas de inversión transterritoriales y a lo largo del tiempo son temas que recién ahora algunas ciudades se están planteando.
El aumento poblacional en las ciudades ha hecho que el sistema de transporte público y los sistemas privados colapsen, dejando en jaque a muchas políticas de los años 70.
A raíz de eso, nuevas soluciones han salido a la luz y con gran éxito. Tales como los sistemas de BRT y las bicicletas, los sistemas intermodales, y casos como el de medellín son ejemplos que muchas ciudades siguen.
Pero no todas tienen el mismo problema. Buenos Aires, por ejemplo, tiene una historia de poca inversión en los últimos 20 años y una falta de política metropolitana que recien a partir de este año pareciera que se va a destrabar.
Al mismo tiempo, la ciudad se tomó el atrevimiento de plantear un Modelo Territorial, el cual pretende unificar los planes de desarrollo para las ciudades.
Entonces vemos que las decisiones tomadas, en cuanto al desarrollo urbano y la movilidad no deben ser aisladas en sus disciplinas y tampoco entre ciudades, ya que comienzan a solaparse unas con otras Y donde los gobiernos centrales, muchas veces no puede dar respuesta. Es por eso que debe haber una colaboración mutua para resolver este tipo de problemas.
Al mismo tiempo, se debe colaborar con nuevas soluciones entre ciudades de toda la región, ya que la falta de recursos económicos y la densidad poblacional es un común denominador entre todas.
El camino hacia el reemplazo de las energías provenientes del petroleo deberían ser una prioridad a partir de 2013, no solo por la disminución de la contaminación, sino tambien por el aumento que este tipo de energías está teniendo a nivel mundial.
En resumen, planificar la densificación del suelo y la descentralización ayudará a disminuir los tiempos de conmutación y por lo tanto una mejora en la calidad de vida de las personas. Esto requiere cambiar hábitos que durante décadas hemos adquirido, pero es la unica forma de generar una resiliencia urbana.
IoT y Low-end tech
Y 2013 será el año en que muchos objetos saldrán a la luz para interconectarse. Pero sobre todo para que la tecnología llegue a las zonas más recónditas. Porque gracias a dispositivos como Arduino o impresoras 3D se puede lograr lo que antes necesitaba toda una industria pesada para lograrlo.
Es por eso que los MakerLabs y FabLabs entre otros espacios de colaboración son esenciales en su calidad de compartir infraestructura para la construcción de nuevos dispositivos. Incluso herramientas.
Aunque este tipo de iniciativas todavía no llegue a la gran mayoría de los ciudadanos, estos si estarán tocados por Internet of Things. Ya que día a día se topan con sensores, lectores, cámaras. Tanto privadas como públicas, atentan contra nuestra privacidad pero facilitan nuestra vida. Este mundo paradójico de la tecnología dará un salto a partir de este año.
Es por eso que desde el grupo IoT Meetup incentivamos el reconocimiento de estos objetos en la vía pública, mediante los WalkShops que haremos. También ayudaremos a aquellos que quieran desarrollar sus propios dispositivos y comenzaremos a trabajar en nuevos proyectos de sensores ciudadanos.
Esto permitirá, no solo tener un conocimiento transparente de algunas situaciones, como también ejercer presión hacia los gobiernos para regularizar situaciones que hasta ahora eran invisibles a nuestros ojos.
Conectividad y energía
Dejo para el final, un problema que va en crecimiento y es la demanda de conectividad y de provisión energética. A partir de los nuevos sistemas hiper-conectados y la gran demanda energética y de intercambio de datos, sumado a la falta de inversión y un desarrollo retrógrado, como suele ser en las ciudades del sur de américa, si bien la energía ya es escasa empezando el 2013, para 2014 y 2015 será un gran problema y esperemos que los gobiernos estén dispuestos en resolverlo. No solo con inversión sino tambien con flexibilización legislativa, respecto a la retroalimentación energética a través de fuentes de energía renovables, el incentivo en el uso de energía solar en las edificaciones y otro tipo de políticas que ayudaría a disminuir la demanda centralizada.
Para el caso de fibra óptica, es inminente la necesidad para interconectar los sistemas de información y mejorar la calidad de conexión de dispositivos que va en aumento.
Así como Barcelona trazó una red de fibra óptica para interlazar su desarrollo como SmartCity, todas las grandes ciudades tendrán, tarde o temprano, que armar su propia smartgrid para poder ser más eficientes en la gestión.
Algunos prototipos se están llevando a cabo, como la SmartCity Santiago que pretende interconectar la zona de Ciudad Empresarial.
Una vez más, remarco que hay una nueva forma de pensar las divisiones políticas, donde las ciudades toman el poder sobre el gobierno central, ya que estas se ven potenciadas por el contacto directo con los ciudadanos. Y es esta la única manera de poder lograr una red de SmartCities. Siempre y cuando haya un diálogo abierto y continuo entre todas las jurisdicciones.
Les dejo como siempre el SmartCity Wheel de Boyd Cohen (rediseñada, yeah!) y su inspirador blog sobre ciudades inteligentes.
Manuel, conocerte y compartir contigo este 2012 (online y offline) fue un verdadero placer. Qué gran descubrimiento! Espero que este 2013 sea todavía mejor, el futuro es exhuberante!
Un abrazo,
Júlia
Estimados
Junto con saludarles les escribo por lo siguiente
Actualmente me encuentro terminando mi especialidad y maestría en Planificación Urbana en la UBA y mi tema de investigación es la transformación urbana mediante las TICS. Me gustaría ponerme en contacto con ustedes y poder intercambiar experiencias de trabajo.
Saludos