en Reflexiones

Trabajar por las ciudades es trabajar con los valores

Estaba leyendo un recopilatorio hecho por Guy Kawazaki sobre lo que él aprendió sobre Steve Jobs cuando se me disparó el siguiente pensamiento:

En el mundo privado, uno trabaja por el precio de las cosas. En el mundo público el precio de las cosas no importa, es 100% valor.

En postulado 8 de Guy, que se titula «valor» es diferente de «precio» comenta que las cosas por mas que tienen un precio, para las personas lo importante (o por lo menos algunas personas, las que importan) es el precio. Sabemos que nadie que compra productos de Apple lo hace por su bajo precio.

No me interesa discutir en este momento nada sobre Apple, sino solo como una mención y para diferenciar de lo que a mi me parece que significa trabajar con gobiernos u ONGs. Porque muchas veces, en nuestro afán de ser simples en el mensaje, decimos que trabajamos para «mejorar la vida de las personas» o «mejorar la calidad de vida» o incluso mencionamos cuestiones como «inclusión» o «progreso».

Todas estas frases comunmente usadas en el ámbito publico, tienden a ser subjetivas. Simplemente apreciaciones de una visión o de un ideal que cada uno tiene al respecto.
Y como he mencionado anteriormente, la famosa «innovación» de la que hoy todo el mundo habla es solo cambiar la percepción de las cosas para darle nuevos usos. Más allá de las modificaciones físicas, reales o técnicas, lo importante es cómo eso se percibe.

En este caso tiene que ver con el mismo sentido de valoración (y ahora me parece que en el mundo privado lo es más de lo que aparenta). Incluso la política, ese «mal necesario» que a veces dudamos si conviene o no relacionarlo con el dinero, un dinero que se vuelve sucio en algunos casos y se vuelve limpio cuando se pretende ayudar a cierto sector de la población.

Al final, cuando se piensa en los indicadores, llegamos a la conclusión de que ese precio se puede poner en un lado o en otro. Pero el real crecimiento y evolución de la ciudad se da en el valor de la misma y de sus componentes, incluso de las personas que actúan sobre ella.

Quiero decir, en conclusión, que moldear los valores de una sociedad es uno de los trabajos más complejos y más elevado de la gestión en cualquier organización. Y es por ello, que los que no se convencen de esto, tienden a cometer el error de pensar que su trabajo es una cuestión de precios.
Yo recomiendo leer lo que dice Guy, porque creo que incluso hasta los funcionarios pueden aprender de Apple y Jobs en muchos sentidos.

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