Back to The future: Definiendo los posibles futuros

Hace unos días se cumplió la fecha en la que, según la película, Marty McFly llegaba del pasado. Vi muchos post sobre los inventos que realmente existen en este año y los que no, los que son similares o los que no tienen nada que ver. Incluso algunas marcas aprovecharon su branding oportuno y sacaron su propia versión “como en la película.

Incluso Daniel Balmaceda, reconocido historiador porteño, nos trae a cuentas las viejas futurologías de Buenos Aires. Aquí hicieron algo similar sobre Londres.
Siempre es bueno recordar qué era lo que se creía en un momento, para conocer la visión de la propia ciudad.

No tiene que ver con lo que realmente pasó o no, sino con habilitar el imaginario colectivo a nuevas posibilidades. El componente cultural de la ficción, nos permite adaptarnos a las tecnologías, a generar el sentido de utilidad o al menos existencia.

La utopía es algo sano. Aunque algunos crean que es cosa de soñadores, o gente de izquierdas, tanto las utopías y las distopías nos permiten crear ideas, no sobre lo que existirá o no, sino en lo que nos convertiremos.

La disciplina conocida como Design Fiction, devenida de las prácticas de Human-Computer Interaction y Design Ethnography, busca experimentar con esos futuros posibles y desarrollar nuevos productos en base a esos cambios culturales. Near Future Laboratories es un estudio que explica muy bien de que se trata esta disciplina, como ellos lo definen “In Design Fiction we make implications without making predictions.”

Muchas veces la ciencia ficción aparece como algo valorado negativamente en la sociedad. Está visto como algo infantil, imaginativo o naive. Pero al “acercarnos a la modernidad”, con nuevas oportunidades para nuestras vidas, como los self-driving cars o computadoras que respondan nuestros pedidos, como Siri, es bueno preveer a donde nos estamos dirigiendo, y cuales serán nuestros desafíos.

A propósito, las compañías tecnológicas están sobrepasando sus procesos de innovación, llevando cada vez más rápido los resultados directo a los usuarios. Así cualquiera puede instalar de forma oficial una beta de iOS en su iPhone, a pesar de tener problemas de compatibilidad, o bien probar el autopilot de Tesla, por más que sea un peligro para nuestra persona.

Hoy en día, la ficción es más realidad que la propia ficción. Una mirada crítica y las metodologías de experimentación, deben estar aún más afinadas.
Por suerte, con el regreso de StarWars y BackToTheFuture a los medios sociales, se está reivindicando un poco más la mirada futurista. Aunque algunos se lo toman por vintage…

En definitiva, no se trata de subirse a moda o a un revival, sino de reflexionar de cómo podemos aprender de nuestra propio futuro.
Para nostálgicos, les dejo una yapa 😉

Data-driven obsession

Mucho vengo leyendo sobre la aparición de objetos/dispositivos que nos “ayudan” a controlar cual o tal indicador.
Hasta hace unos años, controlarse la presión, el peso y la visión cada tantos meses era suficiente. Hoy en día, además controlamos nuestro plan de datos móviles, la energía que consumen nuestros electrodomésticos o el agua que consumimos.

Como expone Alexis Madrigal, esto nos puede llevar a una decepción. No solo personal, porque el mínimo cambio en los datos probablemente no se vea reflejado en un cambio real. Tampoco en el mundo, ya que realmente no sabemos qué consecuencias tiene este nuevo comportamiento de “medir” todo y tomar decisiones a partir de ello.

Y ni hablar si las máquinas comienzan a tomar decisiones por nosotros. Alexis pone de ejemplo al mundo de la publicidad. Pero sucede en las listas de Spotify o algunos servicios de cartografía, donde lo sugerido se aleja bastante a lo deseado. Incluso Apple se dio cuenta de ello, proponiendo listas musicales curadas por gente de verdad. Tesla, por su parte, está utilizando Machine Learning a partir de las decisiones de sus usuarios para hacer el cambio de carril, etc.

Es que yo me pregunto si esta obsesión por hacer todo mas “inteligente”, no nos vuelve más paranoicos. Por ejemplo, este espejo que te muestra el futuro yo… en que universo paralelo esto va a ser realidad?

De todas maneras, parece que las startups están obsesionadas con la gordura de la gente, hasta que haciendo un análisis del tipo de productos que se lanzan, podemos ver las preocupaciones de la población.
Volviendo a Apple, el uso de los tres circulos en la app Actividad, son más efectivos, manteniendo el aviso de levantarse y el objetivo de caminar 30 minutos, es una forma de mantener el rito de vida sin volverse una obsesión.

Aún no se si alguien hizo algún tipo de estudio sobre la frustración al no mantener los niveles que las aplicaciones nos sugieren. Debo admitir que en los últimos meses, mi ritmo de vida fué muy intestable y cada semana mi Apple Watch me sugiere bajar el objetivo de calorías quemadas. Y en algún rincón de mi cabeza siente cierta culpa por ello.

Sabemos que las sociedades más exigentes están aumentando la tasa de suicidios. Y en particular, no creo que estos pequeños dispositivos que nos dice que mal nos va, no son más la evolución de las revistas de moda que mostraban personas delgadas, llevando frustración a la sociedad en vez de un beneficio real.

Como última instancia de esta obsesión, tenemos este servicio que dice ser el Yelp de las personas. En fin, el mundo está obsesionado con los datos. Y yo creo que está siendo un peso más grande llevar encima la culpa y la responsabilidad de tantos cambios irrelevantes, que nos olvidamos los valores de la banalidad y la empatía, que son fundamentales para una sociedad.

Bueno, y hablando de aparatitos que nos está llevando al extremo, no se que pasará cuando se pierdan algunas contraseñas por ahí y cualquiera pueda entrar a tu casa