Starbucksviene a la Argentina como el Rey del café. Pero la bebida es algo que los porteños tenemos muy incorporada. El cambio es el embase, el concepto y como siempre la masificación.
Quién no acostumbra a ir a bares y cafés de la ciudad, barrio o pueblo para tomarse un cafecito mientras lee el diario, estudia, charla con amigos o simplemente mira por la ventana. Esa es la imágen que teníamos del café hasta hace unos meses.
Recuerdo que en el 2006 comencé a ver esta transformación, cuando marcas de café, chocolates y helados empezaron a abrir locales con cafetería. Tales como Havanna, Freddo o Bonafide incorporaron mesitas para tomarse un café en jarrito acompañado de un alfajor, alguna golosina o una torta con helado. Ese fué el comienzo.
Luego vino McDonald’s que adelantando la costumbre, a principios del año pasado incorporó a sus locales la sección McCafé, un servicio distinto que del tradicional McDonald’s.
Hasta ese momento, la costumbre del café seguía vigente, el café en pocillo o jarrito y un tiempo de descanzo.
Pero las costumbres empezaron a variar cuando en McDonald’s incorporaron los Capuccino Frappé, con varios gustos, son unos «licuados» de café con chocolate, crema, leche, dulce de leche, etc. pero fríos. Mientras tanto, en la parte tradicional de McDonald’s incorporaron el café rápido, que servido en unos vasos de plástico, podrías llevarlo con 2 o 3 medialunas por la mañana.
Pronto se hizo la competencia con havanna, donde lanza su campaña de café para llevar, un producto similar y que luego es incorporado en McCafé para seguirle los pasos.
Todo esto, sucede mientras el mercado internacional se ve imperializado por la marca Starbucks, especialistas en el marketing cafetero. Quienes tienen variedades de café y mezclas, además de tamaños variados e ingredientes secretos.
¿Qué pasa con nuestra costumbre de café? Cada día veo más gente caminando por la calle con un vaso de café en la mano. He leído estudios si tomar tanto café hace bien o mal, pero nadie se pone de acuerdo, lo importante es que ahora llevar un café mientras se corre por la peatonal Florida, es lo que está de moda.
Hace pocos días abrío el primer local de Starbucks en nuestro país y la gente no para de hacer colas para tomarse un Latte. Yo todavía no fuí, y la verdad me da mucha curiosidad, pero lo sierto es que pasamos de tomar café como una bebida pequeña a tomarlo como licuado. Esto tiene un lado interesante, y es que mucha gente que no toma café empezará a hacerlo a travez de los café especiales con muchos ingredientes dulces, ya que el café amargo es para unos pocos.
Otra pregunta que debo hacer es ¿funcionará esta costumbre en nuestro país?, la verdad creo que sí, pero es una lástima que muera la idea de que un café salía 2 pesos, porque ahora no sale menos de 4, pero la gente está dispuesta a pagar unos 18 pesos por un café en la reconocida marca, u 6 pesos en McCafé como hice hoy antes de escribir esta nota.
Viendo el lado bueno, a diferencia de la cultura McDonald’s que de alguna manera es masificación al extremo, Starbucks sigue el concepto que vendría a ser lo que en web se llama redes sociales. Si bien es masivo, hay una personalización, cada persona se siente identificada y es atendida personalmente sin sentirse uno más en el monton, o eso nos hacen creer (por supuesto).
Creo que pronto, cuando baje la ansiedad de la gente, iré a tomarme un café en Starbucks y les contaré que onda. Por ahora les dejo esta reflexión sociológica para que tomen un poco de conciencia y puedan ver como cambian las cosas sin que nos demos cuenta…
Crees que en Argentina, o por lo menos en Bs As, la gente este preparada para comprar cafes caros (especiales,exoticos, gourmet…) para preparar en casa?