Hoy me acerco a uds. luego de dias de recapacitación personal con un estudio, o mejor dicho, una opinión sobre un texto que me acercó Naduchis(gracias amor!) el cual, si bien estoy bastante de acuerdo y la verdad que expone su punto de vista de una manera muy interesante, tengo alguna que otra opinion contradictoria, por lo tanto he decidido recopilar mi forma de pensar en modo de contestación de este texto, y tambien de otros más que luego iré escribiendo…
Quiero hacer una aclaración antes de comenzar, por que ya veo, como en muchas ocaciones, que despues me vienen con que no puedo criticar y que lo que yo digo no es así o cualquier otra opinión haciendo alusión a que lo que escribo es algo objetivo. Esto, como muchas cosas más es algo totalmente subjetivo e injuzgable, tanto lo que el articulo dice como lo que yo opino…
El articulo se los cópio abajo para que lo lean y sepan de que estoy hablando… también la pagina de donde lo saqué.
LA CONCIENCIA UNIVERSAL
Texto de Brad Hunter
Todos los elementos del Universo comparten la impronta de un origen en común. “Todos somos materia estelar”, aseveraba el astrónomo Carl Sagan. En el intrincado laberinto de nuestro código genético, en los millones de variaciones y ramificaciones en la conformación de nuestras células, está la memoria de la creación misma. Esa memoria del génesis de todo lo que existe se encuentra en lo más profundo de la conciencia, es la Conciencia Cósmica. A medida que el ser humano eleva su nivel de cognición va despertando al conocimiento y a la fuerza de su poder creador.
Cada sujeto es a la vez un cuerpo individual con conciencia, una autoexperimentación personal y una parte infinitesimal de Dios. Somos, en esencia, una fracción mínima del Creador que necesita manifestarse para alcanzar su plenitud. Como un modo de experimentarse y emprender el regreso a su conciencia divina, entonces, transita un camino desde las formas más altas hasta las más bajas de existencia. A imagen y semejanza del Ser supremo, cada ser humano debe transmutar, experimentar y trabajar en cada uno de los reinos existenciales de lo creado para comprender su valor creativo. Ahora bien, cuanto más progresa el Espíritu en su evolución, mayor es la responsabilidad hacia el conjunto (la humanidad) para llegar a una mayor conciencia colectiva.
La sustancia espiritual es inmaculada y evoluciona junto a otras almas que, a medida que se perfeccionan en la escuela de la vida, se asisten mutuamente para fundirse finalmente en una sola porque en definitiva son lo mismo: partes de un Todo. El espíritu obtiene experiencia vivencial engendrando almas gemelas: dos energías complementarias que ocupan diferentes cuerpos físicos dentro del mismo estrato temporal del Universo Material. Un alma gemela es la compañera con la cual cada ser humano se encuentra y reencuentra en cada una de sus reencarnaciones. De otro modo, el proceso espiritual del Creador podría llevarse a cabo mediante grupos de espíritus que interactuaran según diferentes roles en cada ciclo vital para cumplir sus distintos karmas en cada etapa de desarrollo. Las relaciones con las que compartimos nuestras vidas parecen ser fruto de la causalidad y no de la casualidad. Se cree que estamos ligados espiritualmente a estos compañeros de viaje con quienes inexorablemente nos ponemos en contacto a través de las diversas encarnaciones. Como si nos tocara asistir a clases escolares en las que los compañeros de grado nos acompañaran durante todos los niveles educativos.
PARTES DEL TODO
En estos largos cursos de aprendizaje vital el hombre debe comprender lo que realmente es: una parte del Gran Creador, un hijo que se encuentra aprendiendo y volviendo al seno del Gran Espíritu Creador. Cada integrante del Universo existe como una fuerza energética espiritual, inmaculada, pero sin experiencia en la vida material. Cada uno se manifiesta en lo físico para recorrer el camino de la sapiencia. Persiguiendo esta finalidad se nos impone mutar de forma física en cada una de nuestras manifestaciones y retornar con la sabiduría que resulta de la totalidad de nuestras etapas de crecimiento. En la aceptación de nuestra verdadera naturaleza creadora (porque somos parte del Creador supremo) estriba el sendero para volver a la unión suprema con el Todo. Porque existe un único camino para transitar: aunque muchas veces equivoquemos el rumbo, nuestro destino es evolucionar. No hay una fórmula para este destino, sino el perfeccionarse en el trabajo espiritual, en vivenciar desde adentro (y hacia fuera) nuestras diferentes vidas y descubrir cuál es el único rumbo que nos lleva al final del viaje. Para ello es necesario hallar nuestras máximas energías espirituales, la clave que moviliza a todo lo que existe. Como dijo Einstein poco antes de morir: “Detrás de todos los misterios sin resolver de la física, existe una energía suprema que no tiene espacio dentro de la física: el Amor”. La experiencia nos enseña que la materia es finita y que detrás de la materia existe la Energía, una sustancia que da forma y vida a lo que conocemos como Universo Material. En síntesis, el motor que mueve la creación es el amor. Sin amor no podría existir lo creado.
El Universo está regido por el desarrollo creador de las conciencias vivas que lo ocupan. La conciencia cósmica se encuentra en conexión con nuestra conciencia individual debido a que nosotros somos parte indivisible de ésta. Esa conciencia guarda las respuestas a los misterios de la existencia. En nuestro interior se encuentra la llave: nada más que eso pretenden inculcarnos los sistemas religiosos cuando abundan en la trillada frase “las respuestas están en tu interior”. Todos nosotros, como entidades espirituales, somos infinitos; y nuestro reino no pertenece a este universo finito. Superados los diferentes estratos existenciales de la vida física y subiendo en la escala evolutiva superaremos esta forma precaria del ser para volver de modo definitivo al hogar del que partimos originalmente. El premio Nobel Max Planck dijo en Alemania a comienzos del siglo XX y ante un plantel conformado por las máximas autoridades científicas, que el factor clave que determina la forma y la duración de toda materia física es su campo eléctrico (o sea, su espíritu, que es aquella fuerza “mágica” que lo estructuró y que lo regirá mientras exista). El cuerpo físico es solo la forma y la apariencia de un cuerpo energético llamado espíritu, la imagen y semejanza del Todo en su faceta más rústica. Es fundamental retener el concepto del Universo como un absoluto regido por la ley de correspondencia, donde las piezas participan del todo y se identifican con él.
Alguna vez fuimos hombres, otras veces mujeres; unas veces ricos y otras pobres; débiles y fuertes; hemos cambiado de raza y de país; y así finalmente comprendemos el significado de igualdad y totalidad. El azar no existe. Lo que entendemos como azar es en realidad una causa programada de un modo que todavía desconocemos. Es una planificación previa a toda existencia (que cada entidad elegiría como destino antes de nacer). Somos, nada más y nada menos, que lo que queremos ser, y vivimos bajo las circunstancias que elegimos vivir. Nada escapa a las leyes de la vida.
X Brad Hunter http://www.epu21.com/2001/planetax/conciencia.htm
En varias partes del texto comienza dando una idea del origen de las cosas como si a pesar de ser seres infinitos y tener ciclos evolutivos, los seres humanos, tenemos un génesis y asi también como un final «felíz» como para decirlo de alguna manera, habiendo llegado al punto mas evolucionado de nuestro ser.
Pero bien, encuentro mas de una contradicción. Como mas figurativa está la idea de que somos infinitos, si es así no podríamos tener una génesis por que eso ya está marcando un límite y no sería algo finito. Otro punto reelevante es el de la materia, si nuestra materia es finita y nuestro espiritu no, somos nosotros en realidad? Porque mas adelante menciona (oponiendose al resto del texto) que nosotros somos parte de un Todo, infinito e indivisible, si es asi, no somos ninguna parte de ese todo, por que el todo es indivisible, por lo tanto no se pueden dividir «seres» y como conclusion, nosotros no somos nosotros, sino que formamos parte de algo, pero no podemos ser una unidad en sí misma.
También cuando en el primer parrafo dice «En el intrincado laberinto de nuestro código genético, en los millones de variaciones y ramificaciones en la conformación de nuestras células, está la memoria de la creación misma.» o asi también en «Todos somos materia estelar»… ya que en el final del texto dice que no existe la materia sino, a lo que yo supongo ke dice, que todo es energia, ondas…
Bien, espero que entiendan hasta acá.
Luego, describe a el «Gran creador», con la misma idea de que hay una génesis pero que el gran creador necesita llegar a su «plenitud», necesita progresar y llegar a esa instancia que los humanos también pretendemos. Es decir, que el gran creador esta a nuestro nivel y tampoco es infinito y menos que menos es eterno, como se lo cree. Si es así, ¿por que se supone que hay un creador nuestro? ¿y por que menciona que al final de cuentas es nuestra responsabilidad con el conjunto?
Pero, sin embargo, la idea del progreso y de la culpa y/o responsabilidad es totalmente del ser humano, por que la naturaleza y el universo no sienten responsabilidad de nada, ni culpa, por que (tambien como dice el texto) las cosas son como son por que asi tienen que ser. Pero el hombre tiene la idea del bien y del mal como opuestos, como si el error o la ineficiencia serian cosas valorables, cuando para el resto no existe. Para dar un ejemplo concreto, el gato ve una mosca y la ataca, sin recapacitar y si se tropieza con algo, no se preocupa por el error que cometio, sigue con la mosca, o bien asi se pone a hacer otra cosa. Y asi conmuchos ejemplos que puedo dar, una vaca no está pensando en que despues la van a llevar al matadero y va a ser una hamburguesa, sino que la vaca esta comiendo pasto por que tiene hambre, y nada mas, y asi sigue a un perro que le llama la anteción y derrepente no vive más. estaba en el matadero, pero sin embargo no siente la agonia de que se va a morir, por que cuando se murio se murio y cuando estaba viva, estaba viva.
Nosotros, los seres humanos, somos los únicos que tenemos esa conciencia de que nos vamos a morir, o «destino mortal» como diria Heráclito.
Siguiendo con el texto, vuelve a hablar de almas gemelas que se encuentran en diferentes vidas… donde yo reitero, si formamos parte de ese Todo, no hay división, son solo procesos ciclicos, dondenada enpieza y nada termina y donde todo es uno. Como para dar un buen ejemplo, imaginemos al fuego, nunca se extingue, es infinito y pos sobretoda las cosas, sus llamas forman parte de él, pero no las podemos distinguir y así como acaban, vuelven a empezar, son finitas, pero forman parte de la infinidad…
En la segunda parte del texto, hace mención a el camino que recorremos. Primero habla del camino de la «sapiensa», luego del «único camino», y como característica de este, que tiene direcciones diversas.
Si bien el camino a la sapiensa se puede pensar como un logro, o un progreso hacia la sabiduria, este no se consigue mediante el conocimiento fisico-material, sino por el pensamiento, asi como en otro párrafo dice «En nuestro interior se encuentra la llave» (que tambi’en se refiere a lo mismo) como si cualquier cosa externa es lo que nos obstruye el pensamiento donde descubririamos aquello que no somos capaces de conocer.
Creo que hay un error cuando dice «somos parte del Creador supremo» por que si somos parte, el creador seria divisible, pero no lo es, por lo tanto, no somos parte, sino que «formamos parte», que no es lo mismo.
Otra objeción encontra de la frase donde dice que nosotros como entidades espirituales somos infinitos, es la que si se nos permite recorrer un camino es por que somos divisibles y separables entre nosotros, por lo tanto somos finitos, pero como ya dije, formamos parte del infinito.
Luego dice «El Universo está regido por el desarrollo creador de las conciencias vivas que lo ocupan.», si las conciencias vivas son las que rigen el universo, ¿donde quedó el gran creador supremo?.
Como ultimo punto, para cerrar esto que se hizo muy largo, resta aquello que se menciona como «el motor que mueve la creación» y que nosotros llamamos «amor». Sin duda el amor mueve algo en nosotros, al igual que otras sensaciones. Y se ha comprobado también que el amor va de la mano con el odio y la venganza. Esta concepción del amor viene desde platon como centro de nuestro esfuerzo y razón por la que vivimos, pero otros filosofos y pensadores han supuesto que lo que crea lo nuevo es la oposición, la discordancia. Esa frase «Sin amor no podria existir lo creado» es algo muy dudoso, tampoco tengo respuesta para eso, pero lo que se, es que de las guerras, batallas y oposiciones (también entrarian las discuciones como forma de oposición mas fructífera) se han creado muchas más cosas que de los amoríos. Pero esto no quita que las mismas guerras se lleven a cabo por el amor, que al parecer nuestra cultura oxidental parece teñir todo así, dando un buen ejemplo, las películas, donde el amor es la razón de todo cuando sabemos que no es asi en algunos casos.
Con esto termino y propongo que comenten que les parece y propongan algo, ya que como dije, de las discuciones (y discuciones no es en mal sentido como piensan algunos) salen las cosas mas interesantes…
Adieu!
PD: Estamos todos locos! Mi profesora afirmó que estamos en un cambió de paradigma y desechando al capitalismo estarémos frente a un «Neofeudalismo»
