Una nueva forma de smart

Hace ya cinco años asistía al primer Smart City World Expo. Y he repetido sin interrupciones a todas las ediciones. Si no escribí nada sobre las últimas es que no me han entusiasmado mucho. Por el contrario, he decidido escribir algunas notas sobre la edición de este año que sucedió esta semana. Tampoco es casualidad que me haya mudado a Barcelona hace unas semanas, ni que la ciudad esté revolucionada por el intento de independencia. Ni que Barcelona esté liderando un cambio en términos tecnológicos, como siempre lo ha hecho de diferentes formas.

Es este año que el debate ha pasado desde una idea de top-down de las smart cities, por muchas formas de discurso. Entre ellas la mas reconocible ha sido la idea de que hay que centrarse en el ciudadano. Dicho discurso quedó ambiguo ya que terminó siendo tomado por las mismas empresas y gobiernos para vender lo mismo que venían proponiendo.

Es aquí cuando Barcelona, con su cambio de gobierno bajo los vecinalistas de Barcelona EnComú ha tomado la iniciativa de generar un plan de gobierno digital orientado a desarrollar herramientas open-source y en devolverle a los ciudadanos lo que es del ciudadano. En este sentido, ha potenciado un discurso que había sido el de datos abiertos y gobierno abierto y lo han llevado más allá.

Por un lado Decidim, la plataforma de participación ciudadana que utiliza el ayuntamiento, tiene tres grandes virtudes:

  1. Es enteramente complementada por encuentros y debates en forma física, llegando a toda la población e intercalando diferentes formas de participación
  2. No solo es open-source, sino que se realizan hackatones (los llamados Metadecidim) para mejorarla y hacer forks sobre el código que está abierto a cualquiera, con lo que se asegura la transparencia también en el proceso de creación y actualización de la herramienta.
  3. Fue adoptada por varios otros ayuntamientos, como el de Madrid, Pamplona, y la misma diputación de Barcelona quien ayuda a implementarla en los otros ayuntamientos de la provincia. Este factor es fundamental, ya que es una forma de asegurarse que la misma es actualizada por los diferentes ayuntamientos hacia el futuro. Por ejemplo, si alguno decidiese no usarla más, la misma no quedaría en desuso, sino que se mantiene viva como plataforma central. De esta manera los recursos destinados no se pierden sino que se benefician mutuamente a partir de la colaboración.

La colaboración y cooperación es algo que las ciudades han ido aprendiendo a lo largo de los años, pero que no es muy aceptado. En la conferencia, Gala Pin (BCN) y Miguel Gamiño (NYC) lo han destacado al mismo tiempo que anunciaron que están trabajando conjuntamente en varios proyectos. Y no es menor que ya nos habíamos adelantado a su momento con el Programa de Políticas Públicas Innovadoras que armamos desde el GCBA.

La segunda propuesta de Barcelona es la soberanía digital. Gala Pin lo dijo muy claramente “No debemos dejar que nuestras ciudades sean laboratorios de las empresas tecnológicas, sino detectar las necesidades de la ciudad y colaborar con las empresas y la ciudadanía para lograr solucionarlas”. En este sentido, el embiste viene con el derecho a la protección de datos de los ciudadanos para evitar la explotación de datos masivamente que realizan las empresas.


El problema de los datos y algoritmos es demasiado abstracto y es complejo de transmitir y es difícil de concientizar entre los ciudadanos (Se pueden leer los siguientes artículos aquí y aquí y de yapa una lista de bibliografía ). Esa fue la conclusión del panel “Fresh ideas on privacy, trust datalake management”. En el mismo estuvieron presentes Francesca Bria (CTO de Barcelona) quien habló del proyecto DECODE en el que están trabajando para el uso de Blockchain para proteger los datos de los ciudadanos sin delegarlos inocentemente. También estuvo Mara Balestrini, quien está trabajando con el proyecto Salus.coop para la gestión cooperativa de los datos de salud de los ciudadanos. Mara se refirió a las narrativas que estamos generando respecto al uso de la tecnología. La idea de “Smart Cities” proviene de la narrativa que creo Mark Weiser hace 60 sobre tecnologías calmas, e idealizamos dicha narrativa, cuando deberíamos adaptarla a los tiempos que corren. Crear nuevas narrativas, nos permitirá discutir e imaginar nuevos escenarios.

He rescatado algunas imágenes de la feria que refleja esta narrativa en la que transcurre la feria:

Rob van Kranenburg, fundador del IoT Council (ahora llamado Next Generation Internet), expresó la idea de que ya no debemos hablar de Privacidad, sino de privacidades. Ya que los usos y requerimientos de la privacidad es contextual, cambia en el tiempo, en el espacio y también en la vida de uno mismo. Bria resaltó la importancia de la nueva legislación europea GPDR que se pondrá en funcionamiento el próximo año para regular la privacidad y que cambia muchas de las normas en el territorio europeo. Beth Noveck (The GovLab) estuvo presente otra vez en el congreso. Había estado en 2015 y fue un gusto que haya hecho una recopilación de los cambios que hubo este tiempo en temas de participación y el rol del gobierno.

Lo destacable fue su apuesta por la participación, no desde una “tiranía de las mayorías”, como ella lo llamó, sino involucrar a los ciudadanos en el desarrollo de políticas públicas. Bajo su perspectiva, lo que no estaba funcionando es el ámbito legislativo, donde el ciudadano ignora el proceso de crear una ley y una política, y donde los gobernantes desestiman la participación por esta falta de conocimiento. Ella propuso hablar de CrowdLaw, donde los ciudadanos son portantes de conocimiento y que a su vez se capacitan en el proceso de generación de legislación. Porque sino, se cree que los ciudadanos no tienen el conocimiento suficiente y se los desestima.

Además, apuntó contra la idea de los “expertos”, indicando que la idea como alguien diferente a los ciudadanos ya no existe, sino que todos somos expertos en algo y se debe reconocer esa experiencia. Pero para eso los ciudadanos deben capacitarse, y es ahí donde hay que involucrar al ciudadano desde el sistema educativo, cultural y otros ámbitos cotidianos. Y en ese sentido, ella destacó el uso de métodos como Citizen Science y Civic Science, conceptos de los que desconocía su distinción y me pareció oportuna.

Es evidente que el problema habitacional emergió considerablemente como conflicto urbano. Hubo tres o cuatro paneles en los que participaron gobiernos locales, especialmente Amsterdam, Berlin, Barcelona y Vienna, quienes de alguna manera tienen apuestas más contundentes frente a este problema. Los paneles siempre iban en combinación con estudios en base al efecto de Airbnb y la Gig Economy. En este sentido, el concepto de economía colaborativa o Sharing Economy, fue desplazado totalmente por la crítica al daño que han hecho y por la evolución hacia el concepto de Circular Economy que mezcla una preocupación medioambiental con el aspecto económico-social.

Otro de los grandes temas fue el desafío de la movilidad. Sinceramente apenas asistí solo a uno de los paneles. Pero las ciudades grandes, medianas y pequeñas se están apurando a tomar medidas porque el efecto de la contaminación es imparable. El mes que viene entra en vigencia la exclusión de autos antiguos en el anillo del área metropolitana de Barcelona y una decena de ciudades europeas ya le están haciendo la cruz a los autos diesel en los próximos años. Aún así, estamos ante el problema más desafiante en la lucha contra el cambio climático.

Finalmente quiero destacar otras dos observaciones. Por un lado, he participado del evento Responsive Cities organizado por el IaaC y Active Public Space. Dicho evento estuvo embebido dentro de la feria, pero un poco alejado. Muchos de los temas que se debatieron fueron orientados desde la arquitectura, urbanismo y artes electrónicos. La representación del espacio, la experiencia, la performatividad, campos que no se discuten y no se debaten demasiado. Como foco de mi investigación, son los universos que estoy tratando de cruzar, pero que se hace difícil por la forma en que los discursos no son compatibles. Las guías y buenas prácticas se pueden descargar libremente en el sitio y son fascinantes.

Lo segundo es que asistí a un panel sobre inclusión y accesibilidad. Sentí que el tema estuvo muy relegado, que no se incluyen esos debates en el ámbito, sino se lo sigue tratando como una externalidad y me apena mucho. Hay trabajos académicos que están abordándolo desde diferentes perspectivas. El que más me gusta es Modes of Ordering, pero lo contaré en otra ocasión. Creo que hay una dificultad en tratar estos temas, incluso cuando tuvo especial participación la convocatoria que Barcelona y Nueva York sacaron respecto a la búsqueda de soluciones para personas con discapacidad visual en la ciudad (tema que escribiré en otra ocasión porque me interesa investigarlo más).

Una vez más, ha sido un placer ver a amigos y colegas en este evento. En definitiva, la feria es como las navidades donde uno se encuentra con personas de todo el mundo con las que ha trabajado o discutido sobre estos temas que nos apasionan tanto.

Notas sobre SmartCityExpo World Forum 2013

Dos semanas a atras se llevó a cabo la tercera edición de SmartCityExpo, y es la segunda en la que participo. Hubo muchas ponencias interesantes y algunas ideas quedaron muy presentes.

Kent Larson (MIT) dió la primer conferencia y Keynote del evento. Y más reveladora, por cierto. El planteo, que se repitió durante todo el evento, fué cómo escalar proyectos. Porque ya hay muchos pilotos andando, ¿y ahora qué? Incluso el mismo Alcalde de Barcelona afirmó enfáticamente que no quiere más proyectos pilotos, sino soluciones reales para la ciudad.

Kent presentó, en esa línea, el CityScope. Una plataforma de planificación virtual para las ciudades, basado en LEGOs y video-mapping. Increible!
Esta herramienta, permitiria a las ciudades virtualizar las decisiones y desarrollar escenarios posibles, mezclando el entorno físico de prototipado, con la generación automatizada a partir del uso de BigData.

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Además de estas herramientas, El profesor Larson mencionó 6 retos en los que deben trabajar las ciudades:

  • Ciudades de microciudades: las ciudades ya no deben ser pensadas de forma centralizada, sino con pequeños centros, donde exista el 80% de las cosas que el 80% de la población necesita. Para eso, desarrollaron el LEGO unit, donde cada unidad representa proporcionalmente esas facilidades.
  • Mobility-on-demand: las ciudades deben proveer alternativas al transporte privado, y útiles a cada necesidad en cada momento de las personas. Donde ya no vale solo ir del trabajo a casa, sino diferentes rutas que se pueden hacer en diferentes medios de transporte. Larson presentó el prototipo de CarSharing llamado Persuasive Electric Vehicle (PEV), un auto eléctrico compacto y a la vez robótico.
  • Living spaces on-demand: en el mIt estan probando casas adaptables y automáticas para afrontar las nuevas formas de vivienda y aprovechar al máximo el mínimo espacio. Lo llaman Micro-Units.
  • Work spaces on-demand: ya existen espacios de co-working, hackspaces, y los mismos bares como starbucks donde la gente se reune a trabajar. Pero muchos no dan la privacidad que a veces se necesita. Debemos pensar en la versatilidad para cada ocasión.
  • Urban food on-demand: agricultura vertical, gracias al desarrollo de los FarmLabs para adherirlos a los edificios y poder cultivar legumbres en comunidad.
  • Urban Nervous System: «una ciudad solamente conectada no es smart, debemos pensar más allá».Las ciudades han sido pensadas desde la metafora de esqueletos (edificios), luego desde los sistemas circulatorios (infraestructuras) y ahora debemos pensarlas como si fueran un sistema nervioso, con sensibilidad.

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Luego de habernos dejado reflexionando, podria decir que comenzó la segunda parte del evento. Nada más porque fueron los dos días y medio subsiguientes llenos de pequeños ejemplos y reflexiones. Nada tan contundente como lo expuesto por Larson.
Ni siquiera Richard Florida, personaje tan aclamado, nos dejó tan entusiasmados. Este excelente presentador, habló de las ciudades como espacios creativos. Una doble revolución está llegando a nuestros dias, la mas grande luego de la revolución industrial, según él.

Por un lado, salimos de la economía de la manufactura, pero no a una economia de la información ni del conocimiento, hay algo más profundo. «El poder de nuestra economia es compartir nuestra creatividad humana», porque la creatividad es algo humano y todos los seres somos creativos. Aunque yo creo que esto hay que tomarlo con calma, es interesante para reflexionar.
Y para que la creatividad funcione, requiere diversidad. Y por eso la segunda revolución está sugiriendo que las ciudades se transforman, se reurbanizan, se densifican y se transforman en clusters, para ser más diversas. Pero no es que sirva que una ciudad tenga un cluster especializado, sino que la ciudad misma se tiene que convertir en espacios de creatividad, «the city itself».
Luego nos contó de la historia de su padre, un trabajador americano, y su reflexión acerca del poder del trabajador. Ya que muchos laboratorios cuentan con especialistas que dictaminan que hacer, pero que los que verdaderamente conocen como son las cosas son aquellos que trabajan día a día, ellos son los que tienen que motivar el cambio. Los especialistas, cientificos, académicos, estan solo para acompañarlos.

Entonces, no se trata de individuos mas «smart», sino de la concentracion de individuos en comunidades, que al agruparlos, hace que seamos una sociedad más inteligente. «El gran valor está en Interactuar y conectarse, fomentar la serendipia.»

Finalmente menciona que en el futuro habrá 40 megaregiones, y que debemos pensar cómo se conectarán esas ciudades. Debemos desarrollar transporte para ir de una a otra rápidamente. Según él tendrá que haber trenes super rápidos.
Su argumentación de la expansión horizontal de las ciudades, es que si el crecimiento es vertical, con torres hacia el cielo, debilitiamos la conectividad en el espacio publico, y por lo tanto disminuye la serendipia.
Él llama a las «Mega Regiones Funcionales», porque estas deben crear servicios y economias compatibles. Al final, serán ciudades-estado integradas.
Y dentro de las ciudades, ya no habrá una separación geográfica según clases económicas, sino que la división será según habilidades, porque todo tendrá que ver con las oportunidades que la ciudad brinde en ese territorio.

Plenarios

Además de las keynote, sucedieron plenarios temáticos en el SmartCity Expo World Congress. El primero de ellos, IT City Integrated Visions, dejó interesantes reflexiones sobre la toma de decisiones en las políticas públicas. Brenna Berman, CIO de Chicago, dió grandes ejemplos donde la tecnología es usada como forma de potenciar la colaboración entre los departamentos de gobierno y con la ciudadanía.
Por un lado, Brenna comentó que su objetivo es descentralizar las decisiones del Alcalde para que sean tomadas por los funcionarios y empleados estatales a traves del Big Data, lo que ella llama «Policy Approach». Para ello, conformó un pequeño grupo de ingenieros para desarrollar una plataforma open-source y capacitó a un «gran ejercito» de empleados que sepan como utilizar las herramientas para tomar «smart fast decisions». El poder de esta forma de trabajo, está basada en la estandarización para que todos los organismos hablen en el mismo lenguaje, cosa que muchos municipios carecen. Además,es importante realizar un trabajo en conjunto con universidades para capacitar especialistas y gerentes de gobierno para estar al día con el conocimiento. Otro tema es la falta de actualización en la academia, cosa que también sucede en muchos paises.

En segundo lugar, se destacó el «beneficiary feedback», donde se busca obtener la mayor cantidad de respuesta de los servicos prestados por el Gorbierno. Los ciudadanos pueden ser parte de la solución, debemos «salir de la idea de que el gobierno puede dar solución a todo».

En el panel, también se habló de la Innovación. Kevin Ashton, del MIT, definió el uso del término «Innovación» como una «integrated ovation». Otros miembros del panel lo han caracterizado como «a long word for the new» y como «a big blahh».
Es evidente, que todos están de acuerdo, que no está llevando a ningún lado, o por lo menos existe una confusión al respecto.
El gran tema es confundirlo con la creatividad, o la investigación. Ninguno de los dos son innovación si no hay un valor transmitido, o como lo mencioné alguna vez, un cambio cultural. Eso aún sucede en contadas instancias.

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Otro panel sumamente interesante fué el Future Urban Sustainable cities, en el que se destaco el problema del crecimiento de las ciudades. Algo que Richard Florida había adelantado. Y los dos puntos a tener en cuenta para el desarrollo es la diversidad y el uso de zonas aún no ocupadas (greenfield urbanization).
Como todos los años se habló del trabajo en conjunto entre lo público y lo privado, pero la diferencia reside en pensar a las ciudades como un actor que se relaciona con otras ciudades compartiendo buenas prácticas y protocolos. «Las ciudades deben trabajar en conjunto en tener compatibilidad, porque muchas están llevando a cabo los mismos proyectos» dijo Jarmo Eskelinen, de Helsinki.
Como ejemplo, en Malta, las empresas de electricidad y agua se unieron en un solo grupo, para intentar optimizar recursos y dejar de ver a estos servicios como un impuesto. El ciudadano debe pasar de considerarlo un gasto, a un recurso propio que la ciudad ofrece y se debe cuidar.

Siguiendo con el desarrollo urbano, el problema de la movilidad también es un tema crítico. En el panel Mobility for Innovative Cities, se hizo mención al tráfico. Muchas ciudades están fomentando el uso de autos eléctricos, pero olvidan que el tráfico de autos eléctricos, también es tráfico. Entonces, Mohinder Singh, explicó que en Singapur el uso de legislación para detener el uso y tenencia del automovil ha sido muy efectiva. Para ello hay que limitar la venta de autos, para que aquellos que no lo necesitan, realmente no tengan que comprar uno. A la vez, el «Congestion Charge», que cobra un impuesto al acceder al centro de la ciudad, ha generado muy buenos efectos, incluso también en Londres. Esto no quiere decir que la ciudad vaya a recaudar más dinero, sino que sirve para controlar el uso del transporte privado. Además permite deribar fondos para mejorar el transporte público.

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Un dato destacado, fué que las personas ahora usan el auto para muchas actividades. La medida tradicional de casa-trabajo trabajo-casa es solo un 30% de los viajes en auto, y el resto tiene fines de entretenimiento.

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En resumen, hay que retomar ciertos valores colectivos, no solo se trata de «lo publico». Las decisiones abiertas de los ciudadanos, no significan que haya un bien colectivo común. Por eso hay que potenciar la toma de decisiones en consenso y no individuales.

Por último, el uso de la tecnologia nos permite avanzar en términos de comodidad. La misma, en el ambito de la movilidad, debe ser imperceptible. Además, quienes toman decisiones, deben comenzar a pensar el transporte desde que uno sale de su casa hasta que regresa a ella haciendo uso de las múltiples formas de movilidad El viaje debe ser placentero, conectado y simple.

Participación

Ya hablamos de las decisiones hacia el interior de los gobiernos. Pero hacia afuera, tambien sigue siendo un problema. El CitySDK ayuda a las ciudades europeas a desarrollar servicios para el ciudadano. Este utiliza Open311, una plataforma abierta para que las ciudades desarrollen sus aplicaciones y que no tengan que desarrollarla desde cero. Otra vez, ahorrando dinero y mejorando los servicios para que la ciudadanía pueda participar con su voz (speak up).

Sentilo, es la nueva comunidad que está creando Barcelona, para que todos puedan tener acceso al CityOS, la plataforma de sensores de la ciudad, y que además compartan iniciativas y desarrollos a través de su uso. Esta innovadora propuesta del ayuntamiento, se suma al cambio de paradigma que están sufriendo las ciudades en torno a ofrecer servicios a los ciudadanos de forma abierta y transparente. Algo que también es posible gracias a la versión 4 de Creative Commons que introduce el openData como forma de licenciamiento.

En un futuro cercano, los datos serán un servicio más, como el agua potable o Internet, y tanto la ciudad como las empresas deben brindar acceso.

Pero, no todos los ciudadanos participan de la misma manera, ni la tecnologia llega a todos lados. Esto no es un solar es un excelente proyecto llevado a cabo en Zaragoza, que recupera espacios urbanos en deshuso para la comunidad, en donde el trabajo se realizó con los grupos que iban a aprovechar esos espacios, a través de asambleas.

Y Tampoco es que todas las decisiones se pueden tomar en asambleas, «a veces simplemente los ciudadanos no van» nos dijo Dan de Neighborland. Neighborland es una plataforma para que los ciudadanos opinen sobre un proyecto urbano específico y aporten cosas que les gustaría ver en el lugar. Para ello se sirve de un sitio para el proyecto, y se puede usar twitter y sms, incluso posee una API para embeberlo en cualquier sitio. Pero, una de las fundadoras es Candy Chang, reconocida por sus intervenciones participativas en la vía pública, por lo cual también ofrecen plataformas fisicas para hacer que la hente participe.

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Co-cities

Ya dije que las ciudades tienen que colaborar y compartir su experiencia, pero tambien estandarizarse. En términos de infraestructura, no puede ser que un sistema de trenes no sean compatibles entre una ciudad u otra, ni que se usen protocolos diferentes para los sensores. Ya tenemos experiencia de lo problemático que es la diferencia entre voltajes entre paises, por poner un ejemplo.
Para eso hace falta una plataforma, donde las ciudades compartan las iniciativas y las discutan entre si las decisiones a tomar en el futuro. Y en una misma región o país, puedan ahorrarse dinero y disgustos, contratando un mismo servicio entre todas juntas. «Si una ciudad no colabora, muere» un lema que salió del panel.

En ese sentido, es tambien necesario incentivar a las empresas a volverse abiertas, su negocio, debe estar en que si ofrecen un buen servicio, podràn proveerlo a toda una región. Ya no es cuestión de competir por cual ciudad es mejor, ni más inteligente, sino de buscar mejores resultados para la gente.

También se espera una dialéctica entre los diferentes conceptos de ciudad. Aún después de muchas experiencias, seguimos pensando en Ciudades inteligentes, Resilientes o Creativas como si fuesen cosas separadas.

Regeneración urbana y hábitat

Si bien nos gusta incorporar tecnologia en la infraestructura urbana, y nos fascina lo que los datos pueden lograr a partir de la red de sensores, también debemos pensar en el detalle.
La regeneración urbana es un debate continuo. Ya que se mezcla la esperanza de ofrecer más espacios para la ciudadanía, ofrece un marco de especulación económica y genera nuevas oportunidades a toda la población.

Pero la regeneración urbana no es buena de cualquier manera. Son conocidos los casos en que se genera Gentrificación o deshuso de los espacios. La densidad adecuada es variable y depende de muchos procesos.
Aún así hay casos destacables para tener en cuenta, como el ya mencionado de Zaragoza, o el de la zona costera de la Ciudad de Malmö que presentó Ilmar Reepalu, que ha recuperado su costa luego de haber sido ocupada muchos años por la industria y el puerto.
Y aún así muchas veces no hay que empezar de cero para mejorar la vida de las personas, se deben entender las necesidades de la gente y como mejorarla,

Los planes de regeneración urbana tienen que ir de la mano con los planes de cambio climático. Malmö tiene un plan de utilizar energia al 100% para 2020, al igual que Hamburgo o Singapur. Además hay que respetar la flora y la fauna local, previendo que esta no se vea afectada. Stig L. Anderson invita a usar la naturaleza para potenciar nuestras ciudades. Se trata de aprovechar la que ya existe, con sus características particulares.

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Y en cuanto a la vivienda, los nuevos hogares deben permitirnos incorporar nuevas soluciones. Sobre todo para la vivienda social. El ahorro, recolección y reciclaje de agua debe estar incorporado en nuevos edificios y casas, al igual que sistemas centralizados de calefacción, y ojalá que tambien de producción y almacenamiento de energía o sistemas de cultivo. Son cosas que pueden ser costosas en un principio pero serán un gran ahorro en el futuro, para las personas que vivan en ellas y los gobiernos también.

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Los espacios tendrán que ser vivibles, y para ello las personas tienen que querer estar, transitar, comprar, estudiar y trabajar ahí. Un barrio únicamente residencial será rápidamente transformado o será abandonado.

Y como ya lo mencioné anteriormente, las universidades son la clave para los nuevos desarrollos. Ya sea para una distrito productivo, como para una zona comercial. La Juventud le brinda nuevos usos al espacio, el conocimiento genera nuevas ideas y emprendimientos a su alrededor, y a su vez permite alimentar nuevos circuitos comerciales, espacios colaborativos y de trabajo.

Conclusiones

Ya que este texto ha sido extenso, mis conclusiones serán concisas:

  • Compartir: las ciudades deben compartir ideas, resultados, proyectos e información entre si y con los ciudadanos para poder potenciar sus capacidades. La era de las ciudades competitivas se acabó, luego de iniciada la crisis, Europa o Norteamérica ofrece las mismas posibilidades que sudamérica o Asia. Es por eso que debemos consolidar una plataforma abierta de colaboración.
  • Estandarizar: la probabilidad de que varias ciudades compartan iniciativas, proyectos e inversión, sumado a la posibilidad de expansión y unión de las ciudades en el futuro, ha de ser facilitado por estandarización de infreaestructura, protocolos y datos. Para ello, las redes de ciudades serán vital para ordenar el trabajo a futuro.
  • Foco en el diseño de servicios: las ciudades deben orientarse a ofrecer servicios al ciudadano, para ello estar dispuestas a la investigación y al la apertura de nuevos caminos. Para ello, hay que cambiar la idea de impuesto-obligación por servico-participación.
  • Fusión: el desarrollo de las ciudades debe fusionarse con los ciclos de la naturaleza, y asi como el de los procesos sociales. Debe ser sosten de la diversidad y de la equidad.
  • Cloud+IoT: se debe comenzar a trabajar en protocolos que permitan acceder a los objetos conectados de la ciudad e interconectarlos con nuevos servicios. La ciudad será la responsable de brindar estos nuevos servicios abiertamente para que empresas/individuos puedan hacer uso activo.
  • Participación: las formas de participación son múltiples, y los servicios participativos deben contemplarlo. Por eso las formas en que una sociedad se desenvuelve debe ser pensada con las 4P del desarrollo urbano (Public+Private+People Partners).
  • Escalar: comenzar a ofrecer cambios reales a partir de pequeñas implementaciones en vez de proyectos pilotos con poco impacto. Que estos sean integrales y se integren con los ya existentes. Hay que lograr que la vida sea más simple para las personas, y no más compleja a causa de la tecnología.

Como última reflexión quiero destacar la facilidad que tiene Buenos Aires por su ubicación y su temprana urbanización. Que al ser comparada con otras ciudades importantes, se siente que tenemos muchos beneficios y que por conflictos economicos y políticos no hemos podido resolver.
Y creo que es hora de afrontar seriamente nuestro nivel metropolitano para resolver cuestiones trabadas durante décadas, además de tomar decisiones correctas y no por conveniencia para el futuro de nuestra ciudad. Porque estoy seguro que con pocas cosas Buenos Aires pasaría a ser la capital sudamericana que supo ser.

Como siempre ha sido muy agradable compartir estas ideas con colegas de todo el mundo. Y por suerte seguiremos haciéndolo la próxima semana ya que se realizará el Citycamp en Buenos Aires. El sábado 7 de diciembre en el CC General San Martin. Pueden inscribirse en citycamp.com.ar

Smart-everything: SmartCityExpo a tope

La semana pasada se festejó lo que sería la convención más convocante sobre Ciudades Inteligentes, en Barcelona, que le ha puesto muchas fichas a este asunto.
En el SmartCityExpo han participado muchas ciudades del mundo. Desde Kansas, México, Córdoba, hasta Seuol, por solo nombrar algunas. En números, 7065 visitantes, 319 speakers, 82 paises, 1781 municipalidades.

La mayor expectativa sobre el evento era la presentación del CityProtocol, proyecto en el que varias ciudades vienen trabajando hace 6 meses y poco se sabía hasta ahora. Y poco se sigue sabiendo, porque ha sido la decepción del evento. El primer día nadie sabía muy bien de que se trataba, al final del evento nos había quedado claro que el proyecto es solo una intención de varias ciudades de ponerse de acuerdo en la implementación de políticas para las Smartcities, pero tampoco se sabe muy bien como funcionará esto. Y cuando digo varias ciudades Es que no son todas y llama la atención que falten algunas.

Las conferencias a las que he asistido fueron en general las que me interesaban a mi y casualmente no eran las más importantes para el evento, eso ya dejaba ver como priorizaban los contenidos. Además de la Smartcity Plaza junto con la zona de stands que era puramente comercial y un lugar donde se desangraba el concepto social de la vida en la ciudad a cambio de la idea de que la tecnología, en términos económicos y estadísticos, podría en algún futuro resolvernos la vida, el calentamiento global y la crisis.
Porque aquí en España, de lo único que se habla es de la crisis, y todos estamos preocupados, pero si gastamos muchos millones en sistemas inteligentes, vamos a ahorrar dinero. Un dinero que nunca tuvimos ni tendremos, en general es para todos por igual y esto no queda claro.
Como dijo Carlo Ratti en otra conferencia ayer, «esto se trata de ahorrar dinero, no de gastar más dinero».

Otra cosa que se trasluce desde el evento en si, es que con la cantidad de sistemas de parking, de luces inteligentes y proyectos de recolección de basura que hay en oferta, es claro que todas las ciudades que se entusiasmen con la idea de incorporarlos a sus infraestructuras, en el futuro se encontrarán con la falta de soporte técnico, compatibilidad y entramado de los datos con los que se está trabajando.

En muchas ocasiones me he acercado a preguntar qué pasa con los datos que se genera, y la mayoría de las empresas me han respondido que «se integra perfectamente con la plataforma del ayuntamiento o donde se necesite» y claro, de APIs abiertas nadie hablaba.

«Entonces, ¿SmartCity es sobre tecnología?», me ha preguntado Joaquin Braulio unos días después de la conferencia. Porque el gran tema es que por mas que ahorremos energía y tengamos sistemas hidráulicos de recolección de basura (lo he visto), las personas siguen consumiendo productos llenos de paquetes y papeles envoltorios, consumiendo agua embotellada y las empresas siguen pensando en RSE como forma de «hacer un bien a la sociedad».
Está más que claro que una parte de las SmartCities tiene que ver con resiliencia y sostenibilidad como forma de ecosistemas, y no de «implantes tecnológicos». No se resuelve ahorrando, se debe cambiar la cultura que hace 5000 años llevamos como costumbre de muchos malos hábitos.

Uno de los pocos items en que quedó como conclusión en el evento es la necesidad de reducir la huella de carbono. Bien! ¿No estamos hace años con eso? Pero parece que no han encontrado otro indicador más universal para medir el producto de esta tendencia. Y eso es un problema.
Y aquí la culpa es nuestra, donde los investigadores debemos profundizar más en indicadores y que no nos sigan vendiendo peras por manzanas. Creo que Boyd Cohen tiene un gran trabajo realizado en su SmartCity Wheel.

Movilidad + Urbanismo = Land use

El gran tema que aqueja a muchas ciudades, siendo una de ellas Buenos Aires, es lo que se conoce como Commuting, el viaje de tu casa al trabajo.
En Hong Kong por ejemplo se tarda 11 minutos, teniendo 10 millones de habitantes, pero en México DF se puede tardar hasta 4hs, en Buenos Aires 2hs con 3 millones de habitantes.
Eso no solo genera un gasto de energía grande, sino que también se considera que a partir de los 30 minutos de viaje se disminuye mucho la calidad de vida de las personas.

La clave según el estudio Gehl Architects, uno de los más avanzados en el tema urbanismo, es programar la densidad del uso del suelo -Land Use Density-. Porque según ellos «la movilidad es cuestión de comportamientos, las personas hacen lo que le conviene para llegar mejor de un punto al otro de una ciudad».

En este sentido, Jlubljana (capital de Eslovenia) ha sido un caso de éxito en el SmartcityExpo. Talvez sorprendió porque nadie conocía la ciudad antes, pero vimos como varias políticas han sido benefactoras para el desarrollo de su ciudad y que ha sabido mezclarlo con implementación tecnológica. Proyectos como la prohibición de cualquier tipo de transporte motorizado en el centro de la ciudad con el servicio de biking, que a la vez usa una tarjeta llamada URBANA que sirve para todos los servicios incluyendo los containers de basura, etc.
Pero nuevamente vemos que este tipo de proyectos está funcionando muy bien en ciudades que son pequeñas, con solo 270.000 habitantes, tal como fué el caso de Curitiba en Latinoamérica.
Mientras que en Bogotá donde luego de 11 años, el Transmilenio, sistema de transporte BRT, sigue teniendo problemas y poca aceptación en algunos sectores de la sociedad.

Mike Lydon nos habló de las tácticas urbanas, de su importancia en el prototipado de soluciones (tal como la peatonalización de la calle Broadway en NYC) para testear nuevas soluciones y generar estos cambios en la densidad del uso del suelo. Al mismo tiempo, esto incentiva a la participación y al compromiso ciudadano. ¿Cómo hacer que la gente se enamore de tu ciudad? El ejemplo de Grand Rapids Lip Dub es muy bueno.



«Corresponsabilidad compartida» es el concepto primordial para las ciudades si queremos que estan sean inteligentes, dijo Claudio Orrego Larraín el ex-intendente de Peñalolen (chile) y me pareció interesante. Otra forma de participación entre los diferentes sectores sociales.

Respecto a la capacidad de los gobiernos de hacer frente a las nuevas tendencias y al prototipado, New Urban Mechanics de la ciudad de Boston es una respuesta interesante. Un centro desarrollado para experimentar, y desarrollar aplicaciones que den respuesta a necesidades de los ciudadanos sin ver un riesgo político alto, y al mismo tiempo disminuir el riesgo de los emprendedores ya que «cuando están mal conectados con las personas indicadas, el riesgo aumenta». Por eso esta unidad gubernamental ayuda a conectar a la gente que tiene ideas, con las que puedan realizarlas y con quien tiene ganas de participar en una mejor ciudadanía.

Internet of Things y Open Data

La gran pregunta es ¿Qué hacer con los datos?. Por un lado hay un gran número de nuevos servicios disponibles, pero tenemos un déficit presupuestario. ¿Cómo podemos ser eficientes en el manejo de los datos?.
Por otro lado Andreas Lykke-Olesen nos dijo, «tenemos muchos datos sobre quienes van en auto, en que horas lo hacen, qué caminos toman, etc. pero no sabemos los argumentos por los cuales las personas cambiarían sus hábitos».

El miercoles pasado, con el grupo de IoT Madrid discutimos, a raíz de SmartCityExpo, ¿cómo se puede innovar usando tecnología pero sin depender de esta?. Es decir, ¿cómo cambiar los comportamientos de las personas y como actuar sobre la masa urbana de forma efectiva?.
Mi postura fué que si realmente queremos cambiar el comportamiento de las personas, debemos trabajar sobre los valores de las mismas. Y para modificar los valores y sus hábitos, se trata de que experimenten esos cambios. Por eso es importante la cultura del prototipado, pero al mismo tiempo tener en cuenta que las personas no cambian su parecer por tener más datos que nos digan que es lógico cambiar, sino que realmente «experienciarlo» y para eso hay que acudir a la creatividad y no a la tecnología. Aún hoy seguimos metaforizando procesos analógicos sobre los digitales, y dudo que como humanidad podamos salir de este paradigma.
Entonces, ¿vale la pena gastar millones en super sistemas o podemos innovar correctamente y hacer que las personas modifiquen su actuar para hacer ciudades más resilientes? Por ejemplo, disminuir la cantidad de basura, cambiar habitos de movilidad, etc.

Otro tema de importancia, son los nuevos objetos que se conectan (IoT o M2M) ¿Cómo hacer para conectarlos a todos? Aún no tenemos un protocolo que permita conectar diferentes dispositivos unos con otros. Talvez IPv6 será lo que permita que todos los objetos tengan una conexión única, pero no parece muy eficiente. Ni hablar del cableado, sino miren este ejempo de SmartHome.
Carlo Ratti, de SenseableCity Lab del MIT, nos dice «Todo será un sensor» y donde debemos hacer foto es cómo estos sensores conectarán con las personas. Él habló de IoToP (Internet of Things of People) y Rob Mcintosh nos contó de Metacity Interface, dos formas de repensar los ámbitos públicos, privados y personales. Hay demasiadas capas funcionando al mismo nivel, y hay que pensar cómo la tecnología reforma los espacios.
Cisco, por su lado, presenta Internet of Everything, como un ecosistema donde todo se conecta a través de una conexión distribuida, alegando que la centralización y el Cloud computing ya no son una opción.



El tercer problema de IoT es el real-time sensing. Muchos objetos pueden generar datos y almacenarlos, pero el gran reto es la respuesta inmediata, y por eso no podemos depender de conexiones a internet o a otros dispositivos. Por suerte con los nuevos dispositivos de Nanode o Raspberry pi, hay nuevas opciones para prototipar estos objetos. Este es otro argumento por el cual el Cloud computing no sería la respuesta.

Finalmente Alexandra Deschamps-Sonsino, de IoT London, quien a proposito tiene un hermoso proyecto de IoT Good Night Lamp, reflexionó acerca de lo inteligente (smartness). Y nos dijo que lo inteligente tiene que ver con el contexto, pues no todo es inteligente en todos los sentidos. Entonces ¿por qué no pensar en una inteligencia temporal?


En mi opinión, hay que comenzar a darle potencia a nuevos proyectos de IoT y trabajar en nuevos protocolos para que estos puedan unirse unos con otros. Así como funcionan redes como COSM, plataformas openSource donde se puedan recolectar y usar datos entre todos los ciudadanos. Grandes proyectos actuales son el Air Quality Egg o Smart Citizen.
Porque así como las computadoras llegaron a las casas, IoT será el nuevo paradigma para todos. Y si aún no lo parece, en 1984 el New York Times decía que las computadoras personales iban a ser un fracaso…

Ciudad como plataforma

Ya lo hemos escuchado varias veces, pero el concepto sigue siendo la clave. Y tiene que ver con abrir las puertas a un nuevo concepto de ciudad, donde el poder ya no está centralizado.
«Hemos podido comprobar que el reto no esta en las tecnologias, sino en los aspectos organizativos, de gestion y culturales», dijeron en el cierre del evento. Y es que están todos preocupados porque por primera vez se piensa que para lograr una SmartCity hay que colaborar entre los 3 sectores.
Y el gran problema es, ¿quién representa a la comunidad? ¿Quién representa a las ciudades?, lo cierto es que «los barrios cambian, nos gusta o no» y hay que estar a la altura.

mind the gap

Esteve Almirall nos dejó una reflexión interesante. Hasta ahora, todos los concursos de participación y de aplicaciones desde los gobiernos premian la mejor propuesta, dan recompensas por ello y motivan a través de la competencia, como si fuera que las personas no queremos mejorar nuestra propia ciudad. Esta idea debe cambiar y el valor de la participación en la construcción de las ciudades debe ser toda nuestra motivación. Pero esto va a suceder solo cuando los gobiernos sean realmente abiertos. Mientras tanto, el proyecto Adopt a Hydrant es un buen ejemplo realizado desde el New Urban Mechanics de Boston donde cada ciudadano se hace cargo del problema, que es de todos.

Business vs. Urbanism Smartcities

Volviendo al tema de fondo, ¿cómo vamos a alimentar energéticamente todos estos sistemas? Creo que estamos lejos de una respuesta para eso, las energías renovables son parte de la respuesta, pero la descentralización total es inminente y ahí es cuando los gobiernos centrales van a perder el poder y donde los sistemas super inteligentes manejados desde un panel, no tienen tanto sentido.
Aquí es donde yo creo que la idea de trabajo en redes interconectadas, donde se pierden los límites, donde se descentraliza el poder a causa de que todos necesitamos del otro para alimentar y subsistir se deja ver como un resultado obvio. Todos colaboraremos aportando datos de nuestros propios sensores, todos brindaremos energía a los sistemas eléctricos desde nuestros paneles solares, todos decidiremos qué futuro queremos en nuestra ciudades y estaremos obligados a ellos, con lo cual los ciudadanos inteligentes (smart citizens) tienen que despertar.
La energía nuclear, modelos de control como los de IBM, son modelos antiguos de centralización de energía e información que tienen su días contados.

Creo esencial trabajar en un City Protocol serio, en donde se asegure la libertad de los datos y su privacidad protegida. Pero ahora estamos en crisis donde se quiere controlar internet y el auge de la video-vigilancia hace ruido por todos lados, pero es solo latigasos del sistema que se ahoga en sus propios medios. iCity Project o CitySDK son algunas aproximaciones que parecen más interesantes en un primer momento.
El viernes pasado, realizamos con el grúpo IoT Barcelona un WalkShop. Una caminata ideada por Adam Greenfield para hablar sobre temas de seguridad y open data mientras se recorren las ciudades.
Hemos visto varios proyectos de «smartcity» que se intentaron implementar en la ciudad como prototipos, edificios inteligentes, sistemas de identificación entre otros no han sido más que un fiasco que por falta de presupuesto o fallas en su implementación, la mitad de ellos no están funcionales o presentan muchas fallas estructurales.
Entonces, ¿como podemos estar tan seguros de algo que cuesta demasiado dinero, sobretodo en tiempos de crisis; tiene un gran costo político y, por sobre todo, un costo social en donde el concepto de espacio público, bienes públicos y bienes comunes se ve afectado por estas nuevas capas tecnológicas?


Lo curioso de todo esto, es que Adam ya había adelantado mucho de este tipo de problemas y es evidente que todos estos gurúes de las SmartCities olvidaron leer Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing y ya pasaron 6 años de su publicación.
Es el momento de los consultores y especialistas nos reunamos y empecemos a trabajar enserio, porque parece que en otros ámbitos hay mucha intención pero están lejos de lograr algo que funcione. El tiempo es tirano.
Pablo Sanchez Chillón ha tenido una primer iniciativa abriendo un grupo de LinkedIn para discutir estos asuntos, pero todas las reuniones de comunidades en las ciudades son buenas para comenzar a trabajar. Es por eso que fomentamos realizar IoT Meetups o CityCamps para interconectar las experiencias y visiones.

Notas

Algunas soluciones que china quiere comenzar a trabajar, y que me parecen bastante más inteligentes.
Algo más sobre IoT como cambio social.
Nota sobre el evento New Cities Summit, que me parece que tiene mucho material relacionado. Y que me hace pensar que deberíamos buscar nuevas opiniones o bien, aceptar que estamos estancados.

Otras notas de amigos respecto al SmartCityExpo

Smart Citizens in the Data Metropolis, por Mara Balestrini.
It’s About the People, Stupid, por Boyd Cohen.
Le citta’, la City Protocol Society e la corsa al Far West, por Claudio Forghieri.
3 Problems With ‘City Protocol Society’, por Boyd Cohen.
Smart Open Cities? Thoughts from the Smart City Expo, por Julia Lopez Ventura.

buzz lightyear smart city

Desafíos para la industria (algunos gráficos que capturé)














Un recorrido por las nuevas ciudades inteligentes del viejo mundo, vuelve #EuroStream

En 2010 hice mi primer viaje a Europa, la excusa era asistir a uno de los eventos más grandes de diseño que se realizaba en París, luego me dediqué a recorrer y conocer los MediaLabs que estaban emergiendo en la península Ibérica.
Hoy estoy partiendo a Londres, Barcelona y Madrid pero con un nuevo paradigma, las ciudades inteligentes.

Asistiré al SmartCityExpo, el mayor encuentro de ciudades, y luego estaré conociendo varios proyectos que se están llevando a cabo para mejorar la vida de las ciudades.
Al mismo tiempo, estaré difundiendo el trabajo que estamos desarrollando con CityCamp y el nuevo proyecto Adhocracia.

Por supuesto estaré publicando lo que voy viviendo y lo que me parece relevante de aquí al 25 de noviembre!