Ajam, como leen en el título, hay cierta tendencia a crear marcas, productos y tendencias con la palabra «love».

Venga, que ya desde el comienzo es una palabra en ingles y nadie explica porqué no puede ser «ámalo» o «te amo» o semejantes que quedan de lo más bonito. Pero no, porque el «love» queda chevere, porque pareciera que el inglés conjuga mejor, o eso me decian a mí cuando era más pequeño y me justificaban porqué el rock de E.E.U.U. era mejor, y no era solo por eso.

En fin, la cuestión es que si tú, diseñador que está empezando a recorrer el camino, estudiante o autodidacta, quieres hacer un buen negocio, puedes hacer un producto con la palabra «love» y que seguro alguien te lo va a comprar.

No quiero decir con esto que sean malos productos, nombres, etc. sino que hay una tendencia a que la gente no solo tiene una falta de atención tremenda, sino que cree lo primero que se le dice. Entonces si un sujeto se encuentra frente a un nombre como estos, lo va a comprar porque seguro se encariña con él o piensa que va a tener algún tipo de relación con ese objeto (mirá que he presenciado cada acto… )

En fín, nombres como «Loveyou», «loveit», «Livethelove», «Loveme» (si, porque van juntos, total, quien lee los espacios, no?) están de moda.
Lo cual para mí es la falta total de relaciones sentimentales en una sociedad donde la sinceridad, el cariño entre las personas y «el dar» están más que ausentes. Y como todo, lo tomamos de nuestros inspiradores, que son los orientales. Como mayor exponentes, Japón. Tierra que adoro, pero que sufre muchos problemas en cuanto a las relaciones sociales, de afecto y sexuales.

Y porqué no, la crisis lingüística, que es más que clara, donde siempre se le falta el respeto a nuestra madre patria dejando de usar apropiadamente el español.

En fin, un sábado de críticas para aquellos que la están pasando bien en la noche de los museos, y para aquellos como yo que tienen mucho por hacer. Nos vemos en TMDG!