Hace ya dos años vivo en España (con una breve transición por Portugal) y desde entonces he manejado/conducido coches en las rutas y autovías de varios países europeos y americanos. Hoy quiero encarar un aspecto interesante de nuestra vida como conductores (y por extensión, el resto de la vida pública). Para ello, quiero exponer un breve análisis sobre cómo choca un aspecto normativo, y político, y un aspecto de usabilidad, y por lo tanto cultural.
Todos los autos, por normativa, incluye una señal de luces que se reproducen en ambos lados del vehículo ante una situación de alerta. En Argentina las llamamos “luces intermitentes” o balizas. En España se les dice “luz de emergencia”, en inglés el término es “hazard” lights (Wow!).
Según wikipedia:
Also called «hazards», «hazard warning flashers», «hazard warning lights», «emergency lights», «4-way flashers», or simply «flashers». International regulations require vehicles to be equipped with a control which, when activated, flashes the left and right directional signals, front and rear, all at the same time and in phase.[10][21] Operation of the hazard flashers must be from a control independent of the turn signal control, and an audiovisual tell-tale must be provided to the driver.
This function is meant to indicate a hazard such as a vehicle stopped in or near moving traffic, a disabled vehicle, a vehicle moving substantially slower than the flow of traffic such as a truck climbing a steep grade, or the presence of stopped or slow traffic ahead on a high speed road.
In vehicles with a separate left and right green turn signal tell-tale on the dashboard, both left and right indicators may flash to provide visual indication of the hazard flashers’ operation. In vehicles with a single green turn signal tell-tale on the dashboard, a separate red tell-tale must be provided for hazard flasher indication.[10][21][102][103] Because the hazard flasher function operates the vehicle’s left and right turn signals, a left or a right turn signal function may not be provided while the hazard flashers are operating, although the vehicle may activate the indicator and return to the hazard flashing phase once the indicator is deactivated.
En Argentina utilizamos esta señal bajo las mismas situaciones que son definidas en el artículo. Si un vehículo se detiene, el tráfico va lento, o también cuando vamos a frenar para estacionar el auto.
La lógica es simple, si vamos más lento respecto a lo esperable en determinada situación o nos detenemos en un lugar no esperado (por ejemplo si vemos un lugar para estacionar). La luz nos sirve para dar una alerta especial a los coches de atrás, diferente a la del freno, que puede pasar desapercibida en una zona con tráfico u otras razones. Es decir, se pondera alertar a los conductores de una maniobra o situación de peligro.
Pues la ley Española dice lo contrario. Lo que indica es que las luces intermitentes se pueden usar solo en la situación de detención por emergencia (ver este artículo). Por ejemplo si nos detenemos en una autovía, debemos poner las luces y además los triángulos. Prohibiendo, además su uso para otros casos, por ejemplo cuando el tráfico se detiene en una autovía y debemos alertar a los coches que vienen a 120km/h detrás nuestro. En lugar de usar las luces de emergencia, sugieren dar señal a través de múltiples frenadas.
Pensando en que uno se acerca a una zona donde hay vehículos frenados, lógicamente irá frenando lentamente si puede proveerlo, pero no necesariamente tenga tiempo para hacer dicha maniobra. Por el contrario, a veces el freno es de golpe sin tiempo de dar “multiples frenados”. Por otro lado, si nuestro coche está detenido, claramente no podemos dar dicha señal, porque el coche está frenado completamente, o bien tendríamos que estar un buen rato dándole al freno.
Aún bajo estas situaciones, el coche que viene detrás puede no darse cuenta de que hay una situación especial y simplemente estamos conduciendo preventivamente dando ciertos frenos ocasionales, y por lo tanto no disminuye su velocidad, generando un accidente.
Respecto a este caso, he visto que muchas veces se utiliza bajo esta situación, aunque no esté indicado o esté prohibido. Es evidente que los conductores encuentra más útil avisar con mayor énfasis al respecto.
En este estudio de 1980, ya se comprobó que usar dichas luces para el caso mencionado, es de gran utilidad.
Por otro lado, en el caso de estacionamiento en la vía pública, o entrada al garage, la ley española indica usar la luz de giro. Para mí siempre fue más que absurdo, pero lo he comprobado empíricamente. Dicha luz tiene dos funciones muy claras, girar hacia el lado indicado o pasar de carril que se encuentra hacia dicho lado (dependiendo la situación). Utilizar la misma señal para indicar que entraremos a un garage o nos detendremos para estacionar es de lo mas absurdo.
Es importante desentrañar la lógica de esa señal de forma teórica en primer lugar. Supongamos que queremos doblar en la próxima esquina, la señal no será colocada inmediatamente en la esquina, sino unos metros antes. Pero al mismo tiempo, hay lugares donde sería posible estacionar. Queda a la interpretación del resto de los conductores, asumir si nosotros queremos hacer una u otra maniobra, y por lo tanto actuar al respecto.
Empíricamente, he intentado estacionar cerca de esquinas y más de una vez se me han pegado atrás pensando en que iba a avanzar. He intentado hacer señas para avisar que voy a estacionar, sin respuestas positivas. En otro caso, me han robado el lugar, simplemente porque no interpretaron mi intención de estacionar. Desconozco si hay una seña culturalmente aceptada para hacerlo, al menos la desconozco. Para solventar tal situación, lo que intento hacer siempre es posicionarme delante del espacio y colocar las balizas. Esperando que el resto de los coches se alejen (causando a veces un poco de confusión), para poder comenzar las maniobras. No encuentro otra manera de hacerlo. Es decir, recurro a romper con las normas simplemente porque la norma no funciona.
Quiero resaltar en el caso la importancia de ver cómo las leyes, y por lo tanto la reproducción social de las normas, se contradicen. Y es también importante observar cómo las instituciones son obtusas respecto a “mantener la ley” aún si socialmente no es útil. Además de generar ciertas ambigüedades, el caso muestra un poco de la idiosincracia española, pero también refleja mi cultura argentina (suponiendo que sí existieren como algo estático y palpable).
De ninguna manera quiero decir que una cosa esté bien o mal, sino resaltar el absurdo. En este caso, es anecdótico, pero en muchos otros, no. Merecería, además un estudio exhaustivo de cómo y por qué dichos artefactos fueron diseñados, cuales son o fueron las intenciones de colocar las señales y los símbolos que se encuentran en todos los autos. Según este reporte, Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania fueron los más pioneros en establecer estándares al respecto y las normalizaciones (o armonización) llevaron muchos años, incluso hasta la década de 1990. En el punto 3.3 se listan muchos de los problemas con las luces de freno y de giro, mientras que en el 4.3 se proponen soluciones. Si bien el documento es un tanto antiguo, un uso más intensivo de las balizas mejoraría sustancialmente mucho de los problemas listados. Pero esto es solo una suposición. Aún así hay muchos casos en los Estudios de la Ciencia y Tecnología que abordaron las transformaciones en la industria automotriz. Cómo y por qué se incorporaron estas luces, cual es su aplicación en diferentes países y cómo funciona con personas que tienen diferentes códigos culturales (inmigrantes o turistas), es responsabilidad de quienes hacen las leyes y quienes las hacen ejercer.
Y España tiene esas cosas absurdas de una actitud “es lo que hay”, como cuando prohiben conducir sillas de ruedas en las veredas/aceras, simplemente por ser un rodado y es lo que se prohibe en la ley. O esta normativa de la Dirección General de Tráfico, dejando afuera de las aceras las sillas de ruedas motorizadas simplemente por tener un motor . Dejando a personas con dificultad de moverse, ante el peligro de enfrentarse a un coche de 150 caballos de fuerza.
Finalmente, es de destacar que, a pesar de vivir en un ecosistema de artefactos, en los que se generan nuevas distracciones y formas de interacción, es difícil acordar en temas tan delicados y sistemas tan sencillos como un código de luces. Una actividad que ya se desarrolla hace más de un siglo, bajo manipulación prácticamente analógica, aún genera espacios de disputa y confusión. Pensemos cómo sera esta estandarización y convivencia en los escenarios planteados sobre supuestos sistemas autónomos, self-driving cars, etc.
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