en Política, Reflexiones

El problema de la tecnología 2.0 y el desempleo

cafe turcoLeyendo algunos apuntes de Marketing, me encuentro con una frase disparadora en el texto «Tecnología cambiante y realidades de mercado» de Jeremy Rifkin.
Rifkin, siguiendo la Ley de Say, dice que a través de la tecnología, aumentan la productividad. Entonces, «los crecientes volúmenes de productos que se colocan en el mercado garantizarán que cualquier pérdida inicial en el empleo, debida a diferentes tipos de mejoras tecnológicas, quedará rápidamente compensada por salarios adicionales para mantener la expansión de los niveles de producción. Por añadidura, la bajada de los precios resultante de la innovación tecnológica y de los propios incrementos en la productividad, significará que los consumidores dispondrán de dinero extra para comprar otros productos que más adelante, estimularán la productividad e incrementarán los niveles de empleo en otras áreas de la economía.»

Está claro, que este texto es de hace muchos años y que después pasaron demasiadas cosas que dan para pensar y que claramente desmienten esta teoría. Pero con la mente pensadora que tengo, me hizo reflexionar a los augurios sobre las nuevas tecnologías, o mejor dicho los nuevos conceptos que decantaron a través de hechos como fueron las redes sociales y todo eso que ya conocemos.
No quiero entrar en la discusión que Rifkin lleva a cabo respecto a las relaciones de poder en torno al capital productivo. Sino pensar qué de todas las ideas actuales sobre el reemplazo de la ambigüa concepción de la web 2.0 y las aplicaciones en «la nube» modifican verdaderamente, o prometen, las relaciones comerciales, políticas, sociales y culturales.

Hay que advertir, que ciertos teóricos actuales siguen hablando de la nube como una posibilidad a futuro, y yo creo que lo que dicen es actualmente hegemónico, en el sentido que Raymond Williams le da. Es decir que ya no podemos hablar de un futuro cercano, sino de prácticas que actualmente se están llevando a cabo como parte de un proceso.

Si bien podemos pensar que es una evolución social y que probablemente sigan surgiendo cambios, conceptualmente las ideas ya están establecidas por que de hecho se vienen gestando desde fines de los 90, y ni hablar del 2001 y las crisis que ya bien conocemos. Pero claro está que en nuestro país alejado de la realidad global, sentimos poco las repercuciones y las vemos llegar en carreta.

Volviendo al tema que me convoca, propongo que pensemos en lo siguiente. Se piensa que las nuevas tecnologías informáticas, junto con un abaratamiento de costos en material dan como lugar a nuevos puestos de trabajo. Pensemos en las famosas netbooks, fácil acceso a banda (ch)ancha, facilidad para subir contenidos, etc.
Sin embargo, la tasa de desempleo sigue en ascenso, siendo un país con mano de obra barata, gran capacidad de producción y alto grado de educación. A su vez, el costo de vida es cada vez más alto, y ni hablar de los impuestos y las restricciones que impone el Estado.
De todas maneras, en los Estados centrales se vive una crisis constante, despidos masivos, falta de planificación. En pocas palabras el consumismo está pegando duro. Y mientras tanto se tiene fé en una nueva forma de economía, cosa que para mí es lo más ilógico que escuché.

En modo personal, se refleja en la necesidad de elevar mis presupuestos para estar a nivel competitivo y desarrollar nuevas capacidades para generar valores. Entablar nuevas relaciones y estar en contacto permanente con las nuevas tendencias (las cuales cambian minuto a minuto). Esto, en mi caso, se me da de manera simple por mi posición social, mi motivación pro-activa y la necesidad aceptada de mejora personal.
Pero noto cierta dificultad en mis conocidos, y no tan conocidos, a la hora de desarrollar nuevas capacidades al mismo tiempo de que se afrontan las reiteradas crisis. No todos tenemos el espíritu emprendedor corriendo en nuestra sangre, de hecho considero que somos casos aislados en una sociedad totalmente costumbrista y cómoda con su forma de ser.

Quiero decir con esto que si bien las nuevas tecnologias (generalizando) son generadoras de nuevos empleos, nuevas ofertas y nuevas demandas. Pero lo cierto es que son las menos, y la poblacion mundial crece continuamente y el hambre tambien.
Se que estoy haciendo una comparacion muy generalizadora, que no tiene en cuenta un monton de variables. Principalmente la famosa estrategia de larga cola o longtail es una de las razones para pensar en la segmentacion de mercado y por lo tanto en la generacion de nuevos mercados. Pero aun asi esta teoria piensa a los consumidores como personas activamente dentro del mercado. Y hay que saber que se estan dejando muchas familias afuera.

Las nuevas tecnologias son, para cierto sector, una llave maestra que abre muchas puertas y facilita a otros el acceso a posibilidades antes inimaginables. Pero hay que pensar un par de cosas antes de afirmar esto como una solucion a los problemas del desempleo a escala global y ni hablar localmente.
El cambio de paradigma económico es toda una utopía que descarto fuertemente, ya que el sistema del que hablamos se centra básicamente en la venta de productos y servicios de una forma diferente, pero sigue siendo lo mismo. Se piensa al consumidor como «creador» del producto y no solo como comprador, es cierto, pero la atención sigue puesta en que este debe «comprar» nuestro producto por más que se lo regalemos.
Y acá entra otra concepción, la tendencia de regalar, es decir de dar antes de pedir algo a cambio. Sin duda es una práctica de moda y muy útil, que no es nada nueva y que me hace acordar al famoso «el primero es gratis» de los dealers. Y me pregunto yo, qué tan lejos de eso estamos?

¿A caso este no es un consumismo potenciado por la adicción? Pongamoslo en estos términos, antes uno era conciente que compraba un producto, que lo consumía por cierta afinidad con este, la marca y todo lo que representa socio-culturalmente. Luego, todos empezamos a desconfiar y a reclamar más a los productores cierto respeto. Hasta tal punto es esta dominación del consumidor, que en muchos casos varias marcas han cerrado sus fábricas. Por eso, a las marcas se les ha ocurrido la idea de generar una adicción, algo que ya no sea un consumo conciente y desinteresado, sino que dependamos directamente de este servicio.
Si, ya me fuí de tema, pero es preciso dar cuenta, que los servicios «gratuitos» en la nube son adictivos y nos tienen agarrados de las patas cual conejos. Y ni hablemos de google, que ya tiene más información de mi que la SIDE misma. No se me ocurre claramente para donde va a ir todo esto, pero hay que estar atentos.

Volviendo al tema de la tecnología no quiero que se lea mi postura como un falso Marxismo, aquel que piensa que las máquinas van a reemplazar a los hombres, tal como Rifkin lee erroneamente a Marx. Aunque si bien es cierto que la tecnología quita y da trabajo, analizar esto como algo causa-consecuencia sería un error, sino como bien diría Marx, se comprende esta situación como un cambio en las relaciones de producción (específicamente en este caso) y por lo tanto, se obtiene un efecto en las relaciones de fuerzas de poder.
Para que quede claro, mi postura, es que si bien los acontecimientos actuales sugieren un cambio, probablemente hegemónico, el orden actual persistirá y las estructuras seguirán siendo configuradas de la misma manera en que vienen siendo los últimos 50 años, por lo menos.

Pues claro, esta es mi postura crítica al respecto de muchas cosas que se dicen por ahí, tal vez no equivocadamente pero mal interpretadas por el común de la gente. Espero, como siempre, sus opiniones y por supuesto quedan muchos temas para desarrollar.

Escribe un comentario

Comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.