El auge de las aplicaciones de proximidad

Hiperlocalismo, es un término comúnmente utilizado para el mundo de las noticias, pero se refiere a información orientada hacia adentro de una propia comunidad, con foco a sus residentes. Para el mundo del urbanismo, se trata de conectar a los residentes de una misma comunidad, en torno a diferentes prácticas, que van desde la planificación colaborativa, hasta la intención de revalorizar sectores a partir de la actividad comunitaria. Un claro ejemplo del uso de este concepto es el proyecto Neighborland.

Neighborland

Cuando idee comu.la, el servicio de ayuda para vecinos, sabia que el hiperlocalismo era lo que venía en el mundo digital.
Las redes sociales hicieron el cambio. Hace 8 años que existe la aplicación que revolucionó internet, Twitter. Motivado por el aumento de uso de los smartphones, twitter se convirtió en una forma facil de comunicarse con personas de intereses similares.

Hoy esa barrera ya está lejana, y dejamos atrás a las personas que teníamos cerca.
Evidentemente hoy existe una preocupación por aquellos que están aún más cerca, y esto se ve potenciado por nuevas tecnologias que facilitan la conexión directa, como es el ibeacon o nuevos protocolos de bluetooth LE, algo que Apple adelantó con el AirDrop.
Pero también nacen nuevas aplicaciones orientadad al hiper-localismo. Tinder, esa famosa aplicación para calificar a las personas cercanas por si son bonitas o no. Cloak, permite evitar en la ciudad a las personas que están cerca tuyo. Y ahora fireChat hace una nueva propuesta de hablar con las personas cercanas a través de Bluetooth o redes wifi.

Esta última app me parece especialmente innovadora, ya que considerando las dificultades que están surgiendo en algunos países para acceder a internet, como en Turkia y Venezuela, una alternativa que se maneje como red de nodos y de forma anónima (aunque no totalmente segura) es especialmente oportuna.

Por otro lado, la forma de apropiarse de la ciudad con estas aplicaciones, marca una nueva etapa en el urbanismo digital, agregando esa nueva forma de conexión descentralizada que hacía falta. Serendipitor, es una aplicación que tiene sus años, desarrollada por el investigador Mark Shepard e invita a “navegar” el barrio o la ciudad con diferentes objetivos. La misma se basa en conceptos de los situacionistas de los años 70.

serendipitor

Por último, el sitio Nextdoor.com, el cual fué inspiración para Comu.la es una red social que excluye aquellos que no están cerca para generar privacidad hacia dentro del barrio.
La privacidad es aún una materia adeudada en estas nuevas aplicaciones, ya que los dispositivos son fáciles de rastrear y cuando se trata de personas en cercanía, no falta aquél que quiere tomar provecho. Por ejemplo, para el caso de nextdoor, en el que uno provee información de su propia casa, los límites para definir el barrio son confusos, y pareciera que está pensado para barrios cerrados o ciudades-jardín.

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Notas sobre SmartCityExpo World Forum 2013

Dos semanas a atras se llevó a cabo la tercera edición de SmartCityExpo, y es la segunda en la que participo. Hubo muchas ponencias interesantes y algunas ideas quedaron muy presentes.

Kent Larson (MIT) dió la primer conferencia y Keynote del evento. Y más reveladora, por cierto. El planteo, que se repitió durante todo el evento, fué cómo escalar proyectos. Porque ya hay muchos pilotos andando, ¿y ahora qué? Incluso el mismo Alcalde de Barcelona afirmó enfáticamente que no quiere más proyectos pilotos, sino soluciones reales para la ciudad.

Kent presentó, en esa línea, el CityScope. Una plataforma de planificación virtual para las ciudades, basado en LEGOs y video-mapping. Increible!
Esta herramienta, permitiria a las ciudades virtualizar las decisiones y desarrollar escenarios posibles, mezclando el entorno físico de prototipado, con la generación automatizada a partir del uso de BigData.

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Además de estas herramientas, El profesor Larson mencionó 6 retos en los que deben trabajar las ciudades:

  • Ciudades de microciudades: las ciudades ya no deben ser pensadas de forma centralizada, sino con pequeños centros, donde exista el 80% de las cosas que el 80% de la población necesita. Para eso, desarrollaron el LEGO unit, donde cada unidad representa proporcionalmente esas facilidades.
  • Mobility-on-demand: las ciudades deben proveer alternativas al transporte privado, y útiles a cada necesidad en cada momento de las personas. Donde ya no vale solo ir del trabajo a casa, sino diferentes rutas que se pueden hacer en diferentes medios de transporte. Larson presentó el prototipo de CarSharing llamado Persuasive Electric Vehicle (PEV), un auto eléctrico compacto y a la vez robótico.
  • Living spaces on-demand: en el mIt estan probando casas adaptables y automáticas para afrontar las nuevas formas de vivienda y aprovechar al máximo el mínimo espacio. Lo llaman Micro-Units.
  • Work spaces on-demand: ya existen espacios de co-working, hackspaces, y los mismos bares como starbucks donde la gente se reune a trabajar. Pero muchos no dan la privacidad que a veces se necesita. Debemos pensar en la versatilidad para cada ocasión.
  • Urban food on-demand: agricultura vertical, gracias al desarrollo de los FarmLabs para adherirlos a los edificios y poder cultivar legumbres en comunidad.
  • Urban Nervous System: «una ciudad solamente conectada no es smart, debemos pensar más allá».Las ciudades han sido pensadas desde la metafora de esqueletos (edificios), luego desde los sistemas circulatorios (infraestructuras) y ahora debemos pensarlas como si fueran un sistema nervioso, con sensibilidad.

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Luego de habernos dejado reflexionando, podria decir que comenzó la segunda parte del evento. Nada más porque fueron los dos días y medio subsiguientes llenos de pequeños ejemplos y reflexiones. Nada tan contundente como lo expuesto por Larson.
Ni siquiera Richard Florida, personaje tan aclamado, nos dejó tan entusiasmados. Este excelente presentador, habló de las ciudades como espacios creativos. Una doble revolución está llegando a nuestros dias, la mas grande luego de la revolución industrial, según él.

Por un lado, salimos de la economía de la manufactura, pero no a una economia de la información ni del conocimiento, hay algo más profundo. «El poder de nuestra economia es compartir nuestra creatividad humana», porque la creatividad es algo humano y todos los seres somos creativos. Aunque yo creo que esto hay que tomarlo con calma, es interesante para reflexionar.
Y para que la creatividad funcione, requiere diversidad. Y por eso la segunda revolución está sugiriendo que las ciudades se transforman, se reurbanizan, se densifican y se transforman en clusters, para ser más diversas. Pero no es que sirva que una ciudad tenga un cluster especializado, sino que la ciudad misma se tiene que convertir en espacios de creatividad, «the city itself».
Luego nos contó de la historia de su padre, un trabajador americano, y su reflexión acerca del poder del trabajador. Ya que muchos laboratorios cuentan con especialistas que dictaminan que hacer, pero que los que verdaderamente conocen como son las cosas son aquellos que trabajan día a día, ellos son los que tienen que motivar el cambio. Los especialistas, cientificos, académicos, estan solo para acompañarlos.

Entonces, no se trata de individuos mas «smart», sino de la concentracion de individuos en comunidades, que al agruparlos, hace que seamos una sociedad más inteligente. «El gran valor está en Interactuar y conectarse, fomentar la serendipia.»

Finalmente menciona que en el futuro habrá 40 megaregiones, y que debemos pensar cómo se conectarán esas ciudades. Debemos desarrollar transporte para ir de una a otra rápidamente. Según él tendrá que haber trenes super rápidos.
Su argumentación de la expansión horizontal de las ciudades, es que si el crecimiento es vertical, con torres hacia el cielo, debilitiamos la conectividad en el espacio publico, y por lo tanto disminuye la serendipia.
Él llama a las «Mega Regiones Funcionales», porque estas deben crear servicios y economias compatibles. Al final, serán ciudades-estado integradas.
Y dentro de las ciudades, ya no habrá una separación geográfica según clases económicas, sino que la división será según habilidades, porque todo tendrá que ver con las oportunidades que la ciudad brinde en ese territorio.

Plenarios

Además de las keynote, sucedieron plenarios temáticos en el SmartCity Expo World Congress. El primero de ellos, IT City Integrated Visions, dejó interesantes reflexiones sobre la toma de decisiones en las políticas públicas. Brenna Berman, CIO de Chicago, dió grandes ejemplos donde la tecnología es usada como forma de potenciar la colaboración entre los departamentos de gobierno y con la ciudadanía.
Por un lado, Brenna comentó que su objetivo es descentralizar las decisiones del Alcalde para que sean tomadas por los funcionarios y empleados estatales a traves del Big Data, lo que ella llama «Policy Approach». Para ello, conformó un pequeño grupo de ingenieros para desarrollar una plataforma open-source y capacitó a un «gran ejercito» de empleados que sepan como utilizar las herramientas para tomar «smart fast decisions». El poder de esta forma de trabajo, está basada en la estandarización para que todos los organismos hablen en el mismo lenguaje, cosa que muchos municipios carecen. Además,es importante realizar un trabajo en conjunto con universidades para capacitar especialistas y gerentes de gobierno para estar al día con el conocimiento. Otro tema es la falta de actualización en la academia, cosa que también sucede en muchos paises.

En segundo lugar, se destacó el «beneficiary feedback», donde se busca obtener la mayor cantidad de respuesta de los servicos prestados por el Gorbierno. Los ciudadanos pueden ser parte de la solución, debemos «salir de la idea de que el gobierno puede dar solución a todo».

En el panel, también se habló de la Innovación. Kevin Ashton, del MIT, definió el uso del término «Innovación» como una «integrated ovation». Otros miembros del panel lo han caracterizado como «a long word for the new» y como «a big blahh».
Es evidente, que todos están de acuerdo, que no está llevando a ningún lado, o por lo menos existe una confusión al respecto.
El gran tema es confundirlo con la creatividad, o la investigación. Ninguno de los dos son innovación si no hay un valor transmitido, o como lo mencioné alguna vez, un cambio cultural. Eso aún sucede en contadas instancias.

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Otro panel sumamente interesante fué el Future Urban Sustainable cities, en el que se destaco el problema del crecimiento de las ciudades. Algo que Richard Florida había adelantado. Y los dos puntos a tener en cuenta para el desarrollo es la diversidad y el uso de zonas aún no ocupadas (greenfield urbanization).
Como todos los años se habló del trabajo en conjunto entre lo público y lo privado, pero la diferencia reside en pensar a las ciudades como un actor que se relaciona con otras ciudades compartiendo buenas prácticas y protocolos. «Las ciudades deben trabajar en conjunto en tener compatibilidad, porque muchas están llevando a cabo los mismos proyectos» dijo Jarmo Eskelinen, de Helsinki.
Como ejemplo, en Malta, las empresas de electricidad y agua se unieron en un solo grupo, para intentar optimizar recursos y dejar de ver a estos servicios como un impuesto. El ciudadano debe pasar de considerarlo un gasto, a un recurso propio que la ciudad ofrece y se debe cuidar.

Siguiendo con el desarrollo urbano, el problema de la movilidad también es un tema crítico. En el panel Mobility for Innovative Cities, se hizo mención al tráfico. Muchas ciudades están fomentando el uso de autos eléctricos, pero olvidan que el tráfico de autos eléctricos, también es tráfico. Entonces, Mohinder Singh, explicó que en Singapur el uso de legislación para detener el uso y tenencia del automovil ha sido muy efectiva. Para ello hay que limitar la venta de autos, para que aquellos que no lo necesitan, realmente no tengan que comprar uno. A la vez, el «Congestion Charge», que cobra un impuesto al acceder al centro de la ciudad, ha generado muy buenos efectos, incluso también en Londres. Esto no quiere decir que la ciudad vaya a recaudar más dinero, sino que sirve para controlar el uso del transporte privado. Además permite deribar fondos para mejorar el transporte público.

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Un dato destacado, fué que las personas ahora usan el auto para muchas actividades. La medida tradicional de casa-trabajo trabajo-casa es solo un 30% de los viajes en auto, y el resto tiene fines de entretenimiento.

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En resumen, hay que retomar ciertos valores colectivos, no solo se trata de «lo publico». Las decisiones abiertas de los ciudadanos, no significan que haya un bien colectivo común. Por eso hay que potenciar la toma de decisiones en consenso y no individuales.

Por último, el uso de la tecnologia nos permite avanzar en términos de comodidad. La misma, en el ambito de la movilidad, debe ser imperceptible. Además, quienes toman decisiones, deben comenzar a pensar el transporte desde que uno sale de su casa hasta que regresa a ella haciendo uso de las múltiples formas de movilidad El viaje debe ser placentero, conectado y simple.

Participación

Ya hablamos de las decisiones hacia el interior de los gobiernos. Pero hacia afuera, tambien sigue siendo un problema. El CitySDK ayuda a las ciudades europeas a desarrollar servicios para el ciudadano. Este utiliza Open311, una plataforma abierta para que las ciudades desarrollen sus aplicaciones y que no tengan que desarrollarla desde cero. Otra vez, ahorrando dinero y mejorando los servicios para que la ciudadanía pueda participar con su voz (speak up).

Sentilo, es la nueva comunidad que está creando Barcelona, para que todos puedan tener acceso al CityOS, la plataforma de sensores de la ciudad, y que además compartan iniciativas y desarrollos a través de su uso. Esta innovadora propuesta del ayuntamiento, se suma al cambio de paradigma que están sufriendo las ciudades en torno a ofrecer servicios a los ciudadanos de forma abierta y transparente. Algo que también es posible gracias a la versión 4 de Creative Commons que introduce el openData como forma de licenciamiento.

En un futuro cercano, los datos serán un servicio más, como el agua potable o Internet, y tanto la ciudad como las empresas deben brindar acceso.

Pero, no todos los ciudadanos participan de la misma manera, ni la tecnologia llega a todos lados. Esto no es un solar es un excelente proyecto llevado a cabo en Zaragoza, que recupera espacios urbanos en deshuso para la comunidad, en donde el trabajo se realizó con los grupos que iban a aprovechar esos espacios, a través de asambleas.

Y Tampoco es que todas las decisiones se pueden tomar en asambleas, «a veces simplemente los ciudadanos no van» nos dijo Dan de Neighborland. Neighborland es una plataforma para que los ciudadanos opinen sobre un proyecto urbano específico y aporten cosas que les gustaría ver en el lugar. Para ello se sirve de un sitio para el proyecto, y se puede usar twitter y sms, incluso posee una API para embeberlo en cualquier sitio. Pero, una de las fundadoras es Candy Chang, reconocida por sus intervenciones participativas en la vía pública, por lo cual también ofrecen plataformas fisicas para hacer que la hente participe.

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Co-cities

Ya dije que las ciudades tienen que colaborar y compartir su experiencia, pero tambien estandarizarse. En términos de infraestructura, no puede ser que un sistema de trenes no sean compatibles entre una ciudad u otra, ni que se usen protocolos diferentes para los sensores. Ya tenemos experiencia de lo problemático que es la diferencia entre voltajes entre paises, por poner un ejemplo.
Para eso hace falta una plataforma, donde las ciudades compartan las iniciativas y las discutan entre si las decisiones a tomar en el futuro. Y en una misma región o país, puedan ahorrarse dinero y disgustos, contratando un mismo servicio entre todas juntas. «Si una ciudad no colabora, muere» un lema que salió del panel.

En ese sentido, es tambien necesario incentivar a las empresas a volverse abiertas, su negocio, debe estar en que si ofrecen un buen servicio, podràn proveerlo a toda una región. Ya no es cuestión de competir por cual ciudad es mejor, ni más inteligente, sino de buscar mejores resultados para la gente.

También se espera una dialéctica entre los diferentes conceptos de ciudad. Aún después de muchas experiencias, seguimos pensando en Ciudades inteligentes, Resilientes o Creativas como si fuesen cosas separadas.

Regeneración urbana y hábitat

Si bien nos gusta incorporar tecnologia en la infraestructura urbana, y nos fascina lo que los datos pueden lograr a partir de la red de sensores, también debemos pensar en el detalle.
La regeneración urbana es un debate continuo. Ya que se mezcla la esperanza de ofrecer más espacios para la ciudadanía, ofrece un marco de especulación económica y genera nuevas oportunidades a toda la población.

Pero la regeneración urbana no es buena de cualquier manera. Son conocidos los casos en que se genera Gentrificación o deshuso de los espacios. La densidad adecuada es variable y depende de muchos procesos.
Aún así hay casos destacables para tener en cuenta, como el ya mencionado de Zaragoza, o el de la zona costera de la Ciudad de Malmö que presentó Ilmar Reepalu, que ha recuperado su costa luego de haber sido ocupada muchos años por la industria y el puerto.
Y aún así muchas veces no hay que empezar de cero para mejorar la vida de las personas, se deben entender las necesidades de la gente y como mejorarla,

Los planes de regeneración urbana tienen que ir de la mano con los planes de cambio climático. Malmö tiene un plan de utilizar energia al 100% para 2020, al igual que Hamburgo o Singapur. Además hay que respetar la flora y la fauna local, previendo que esta no se vea afectada. Stig L. Anderson invita a usar la naturaleza para potenciar nuestras ciudades. Se trata de aprovechar la que ya existe, con sus características particulares.

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Y en cuanto a la vivienda, los nuevos hogares deben permitirnos incorporar nuevas soluciones. Sobre todo para la vivienda social. El ahorro, recolección y reciclaje de agua debe estar incorporado en nuevos edificios y casas, al igual que sistemas centralizados de calefacción, y ojalá que tambien de producción y almacenamiento de energía o sistemas de cultivo. Son cosas que pueden ser costosas en un principio pero serán un gran ahorro en el futuro, para las personas que vivan en ellas y los gobiernos también.

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Los espacios tendrán que ser vivibles, y para ello las personas tienen que querer estar, transitar, comprar, estudiar y trabajar ahí. Un barrio únicamente residencial será rápidamente transformado o será abandonado.

Y como ya lo mencioné anteriormente, las universidades son la clave para los nuevos desarrollos. Ya sea para una distrito productivo, como para una zona comercial. La Juventud le brinda nuevos usos al espacio, el conocimiento genera nuevas ideas y emprendimientos a su alrededor, y a su vez permite alimentar nuevos circuitos comerciales, espacios colaborativos y de trabajo.

Conclusiones

Ya que este texto ha sido extenso, mis conclusiones serán concisas:

  • Compartir: las ciudades deben compartir ideas, resultados, proyectos e información entre si y con los ciudadanos para poder potenciar sus capacidades. La era de las ciudades competitivas se acabó, luego de iniciada la crisis, Europa o Norteamérica ofrece las mismas posibilidades que sudamérica o Asia. Es por eso que debemos consolidar una plataforma abierta de colaboración.
  • Estandarizar: la probabilidad de que varias ciudades compartan iniciativas, proyectos e inversión, sumado a la posibilidad de expansión y unión de las ciudades en el futuro, ha de ser facilitado por estandarización de infreaestructura, protocolos y datos. Para ello, las redes de ciudades serán vital para ordenar el trabajo a futuro.
  • Foco en el diseño de servicios: las ciudades deben orientarse a ofrecer servicios al ciudadano, para ello estar dispuestas a la investigación y al la apertura de nuevos caminos. Para ello, hay que cambiar la idea de impuesto-obligación por servico-participación.
  • Fusión: el desarrollo de las ciudades debe fusionarse con los ciclos de la naturaleza, y asi como el de los procesos sociales. Debe ser sosten de la diversidad y de la equidad.
  • Cloud+IoT: se debe comenzar a trabajar en protocolos que permitan acceder a los objetos conectados de la ciudad e interconectarlos con nuevos servicios. La ciudad será la responsable de brindar estos nuevos servicios abiertamente para que empresas/individuos puedan hacer uso activo.
  • Participación: las formas de participación son múltiples, y los servicios participativos deben contemplarlo. Por eso las formas en que una sociedad se desenvuelve debe ser pensada con las 4P del desarrollo urbano (Public+Private+People Partners).
  • Escalar: comenzar a ofrecer cambios reales a partir de pequeñas implementaciones en vez de proyectos pilotos con poco impacto. Que estos sean integrales y se integren con los ya existentes. Hay que lograr que la vida sea más simple para las personas, y no más compleja a causa de la tecnología.

Como última reflexión quiero destacar la facilidad que tiene Buenos Aires por su ubicación y su temprana urbanización. Que al ser comparada con otras ciudades importantes, se siente que tenemos muchos beneficios y que por conflictos economicos y políticos no hemos podido resolver.
Y creo que es hora de afrontar seriamente nuestro nivel metropolitano para resolver cuestiones trabadas durante décadas, además de tomar decisiones correctas y no por conveniencia para el futuro de nuestra ciudad. Porque estoy seguro que con pocas cosas Buenos Aires pasaría a ser la capital sudamericana que supo ser.

Como siempre ha sido muy agradable compartir estas ideas con colegas de todo el mundo. Y por suerte seguiremos haciéndolo la próxima semana ya que se realizará el Citycamp en Buenos Aires. El sábado 7 de diciembre en el CC General San Martin. Pueden inscribirse en citycamp.com.ar

Vigilancia ¿el fin de la ceguera tecnocrática?

Soy un fanático de las nuevas tecnologías, de hecho, mis últimos años los he pasado desarrollando y difundiendo nuevas formas de incorporar tecnologías a nuestros procesos, pero también en generar conciencia del peligro al que nos vemos expuestos. Pero como novela de ciencia ficción, seguimos creyendo que estaremos más felices, más seguros y más tranquilos gracias a la tecnología.

Todos sabemos que podemos estar siendo espiados, siempre lo supimos. Pero luego de episodios como el de la NSA la teoría se confirma.
Tal como si estuvieramos en una guerra fría 2.0, paises de América del sur se alínean para tener su propia red independiente de estados unidos, y hasta Rusia vuelve a las viejas máquinas de escribir por miedo a las filtraciones.

Talvez las cámaras de vigilancia y los drones sirvan en algunas ocasiones, por ahí sirvan para controlar el tráfico y mejorar la seguridad en los taxis, pero en líneas generales la cosa no funciona y tienen un gran costo.

Por otro lado, desde las organizaciones civiles reclamamos que se implementen políticas de transparencia, y que los datos que manejan las instituciones públicas. Pero parece que no está saliendo muy bien, pues países como Argentina y Uruguay no están implementando las leyes como corresponde, y las empresas que manejan datos públicos a travez de las smartgrids no entregan los datos.
De todas maneras, hay algunos avances interesantes, como el fallo de Canadá donde se dictamina que todos los sistemas de Georeferencia son bienes públicos y por lo tanto sus datos deberían serlo. Pero esos datos públicos, que tanto reclamamos, no privan a las empresas de ser intrusivos en la privacidad de las personas si no se las controla correctamente.

Por otro lado empiezan a salir documentos como los de la NSA y Proyecto X, y que aunque en América Latina se manifiestan contra la vigilancia de Estados Unidos, ellos no dejan de hacer lo mismo.

Siempre al final, hay oidos sordos en algunos funcionarios, ignorancia en los ciudadanos e indiferencia en los equipos técnicos. Pero yo creo que la cosa va a cambiar.

Caminos posibles

Podemos estar frente a un momento mediático de la situación, pero es posible que comience una tendencia de construir protocolos más seguros, una internet sectorizada llena de estos protocolos y el uso de nuevas formas de comunicación entre analógicas y sistemas de encriptación. Probablemente las empresas que desarrollen este tipo de tecnología comiencen a sacar productos para usuarios finales, debemos pensar quienes ofrecen esto (no sorprendería que Cisco y otras formen la primer camada de productos «seguros»).
Algunos aficionados empiezan a desarrollar aplicaciones pensadas en la seguridad, como Hemlis, creada por uno de los fundadores de The Pirate Bay. No hay que olvidarse de los experimentos ya realizados, como el Sentient City Survival Kit de Mark Shepard.
Pensando en el futuro de los objetos conectados (IoT) debemos pensarlo dos veces antes de instalar una cerradura electrónica en nuestra casa. Me parece que a esta altura entendimos que Google Glass no es viable.

Otros incluyen la privacidad como parte de los derechos humanos, aunque muy pocas veces se respete el resto de los derechos, esperar que respeten la privacidad es ya una batalla perdida.

Ahora países americanos se preocupan del espionaje internacional, como Brasil que piensa cambiar las leyes para regular el uso de la tecnología y las bases de datos luego de haber instalado sistemas de vigilancias como el de Rio a traves de IBM, cuando nunca se preocuparon por sus consecuencias. Pero otro destino dramático serían redes locales de internet, como funciona en China donde todo está controlado por el Estado, y donde el espionaje es aún peor porque es utilizado para persecusiones políticas.

Otro camino válido y posible es la desconexión, aquellos que no tienen recursos para construir redes seguras dejan de usar cierta tecnología para comunicarse. Así lo solicitó Evo Morales a sus ministros. Hasta ahora la forma más efectiva de evitar el espionaje.

¿Pero que hacer si nuestro DNI y nuestra foto sale hasta en los padrones electorales? Pues no mucho, porque lo que está en internet ya no se puede borrar, y ya hay miles de millones de personas registradas en diferentes bases de datos, relacionales o no, sirven como formas de suposición. Y ahora van por el voto electrónico…
Porque antes de pensar en la relación directa que se puede encontrar como excusa para acusar a alguien con información privada, debemos pensar en las libres asociaciones, en las desnaturalizaciones y en la estadística, que tan mal le ha hecho a nuestras ciudades al tomar malos criteros en tomar decisiones.

Aquellos que quieran proteger su identidad tendrán que cambiar drásticamente de hábitos, desde usar métodos de alta encriptación a directamente no usar ciertas tecnologías. Incluso hay comunidades mapeando cámaras y sensores para poder evitarlos. Usando VPNs y proxies, aunque cada día es menos posible.

Mi visión es fatalista, no será de extrañar para el que me lee más seguido, ya que creo que en el punto en que estamos, es posible que adoptemos todas las tecnologías, talvez un poco mas conscientes. Pero nunca estaremos al día, sobretodo los que tienen menos información. Y llegará el día en que estemos totalmente vigilados como algunas de las mejores películas de ciencia ficción. Y bien sabemos que ni los crímenes ni las persecuciones se detendrán por eso.
Y tal como nos sucederá con el medio ambiente, tendremos que llegar al límite para aprender que no sirvió para nada, y un puño de tecnología será desconectado a causa de los recursos que consume todo el sistema será tan vasto que no podremos sostenerlo. Talvez suene a ironía, pero es lo más parecido al anuncio 1984 de Apple, de hecho los personajes de Pixar nos cuentan una historia parecida.
En ese momento, talvez, volvamos a una vida normal, en donde confiamos mutuamente. Aunque el problema será que seamos capaces de adaptarnos a las viejas costumbres.

Para terminar, me gustaría que reflexionemos ante las consecuencias de todo lo que nos cruza tecnológicamente en la vida diaria, las infraestructuras que usamos, pensar en cómo las usamos y quienes están a cargo de ellas.
Finalmente, les comparto algunos videos publicados en ViaLibre sobre la última jornada de Vidas Vigiladas.

ACTUALIZACIÓN: Justo después de publicar este artículo me entero de la Matrix que desarrolló Obama para cruzar información internacional y dirigir el ataque de los drones a razón de luchar contra el terrorismo. Poco de qué preocuparse… no?


Hackatones, concursos, prototipados y aplicaciones con soluciones reales

A raíz de una crítica sobre los hackatones, en general, y sobre el DAL que se celebró recientemente en varias ciudades de Latinoamérica, han surgido varios puntos que vengo tomando nota hace un tiempo respecto a esta nueva cultura de participación.

Como comentaba, DAL tuvo varias aplicaciones interesantes, y talvez como dice Sasaki, dificilmente las veamos en su versión final para ser usada. Lo mismo con BA Apps, que ayer se dieron a conocer los ganadores. De los cuales Bicicleta Buenos Aires y Parkando fueron los seleccionados y me deja pensando que ambos tienen que ver con mapas y movilidad.

El asunto es ¿qué incidencia puede tener este tipo de concursos a la innovación social?. Tal como hablaba ayer con gente de Gobierno Abierto del GCBA, es cierto que no se puede hacer un seguimiento de los proyectos, sino tan solo ellos intentan dar un soporte para ayudar a aquellas aplicaciones que puedan dar un salto y salir al mercado, o por lo menos estructurarse mejor y postular para una inversión real. Estamos asumiento entonces que hay una cultura de emprendedorismo detrás de este movimiento.

Pero ¿cómo mezclar el bien público con el modelo emprendedor? Por supuesto que es compatible y necesario, pero aquí la funcionalidad es crítica y el objeto de la aplicación debe tener como fin último el bien común. Por eso, creo que este tipo de empresas que comienzan a surgir tienen que ir de la mano con programas como Empresas B o por lo menos tener un gran sentido de responsabilidad social.

Volviendo al foco. Clay Johnson, director de Sunlight Labs, asegura que no hay que enfocarse en los concursos de aplicaciones sino en crear comunidad. Y de esto se desprende el segundo tema.
En general los concursos y hackatones en latinoamérica están orientados a un tipo de público, ya sea desarrolladores, sector público o diseñadores. Noviembre fué un més lleno de ellos y era notable que había muchos desarrolladores, muchos diseñadores o muchos especialistas. Pero nunca todos juntos.

Se que es muy dificil atraer a distintos públicos. Tuvimos la experiencia de CityCamp que fué fantástica en ese sentido, pero aún los urbanistas no entienden la importancia de una app, y los desarrolladores terminan desarrollando algo para un problema que suponen y del cual no tienen conocimiento. Y resulta que, de esta manera, la capacidad de innovación es mínima, ya que terminan copiando proyectos de afuera o bien no resuelven problemas de la comunidad.
También pasa al revés, en DAL había muchas necesidades desde ONGs y pocos desarrolladores que puedan tomarlo, pero lo peor fué que no había diseñadores (UI/UX), profesión que está en déficit en este país.

Entonces, ¿cómo convocar al resto? sin duda es un trabajo dificil, pero para eso, la comunidad tiene que abrirse. No es tan sencillo como armar una convocatoria por redes sociales. Hay que ir a buscar a las comunidades donde están y demostrarles de lo importante que es. Y para eso es un trabajo constante que hay que hacer todos los meses.

Por otro lado, falta una orientación hacia la innovación social. En Argentina, y creo que en el resto de Latinoamérica es similar, no tenemos cultura de innovación, y mucho menos en ámbitos más duros como en el de las ciencias informáticas. Por eso me parece escencial hacer un seguimiento, o bien entrenar a los participantes en capacidades de innovación.
Se pueden armar sesiones de problematización, o de brainstorming, hasta generar mapas complejos para analizar como afecta la idea al entorno al que será aplicada.
En general, los hackatones consisten en una presentación de idea, que es desprendida de una necesidad real o supuesta, y sin ningún tipo de análisis profundo se piensa en sus funcionalidades y luego se hace un diseño acorde mientras se la programa.
Con la excusa de que el tiempo es corto, y con el desconociemiento, se saltean procesos en donde la creatividad y la innovación real se fermenta. Y acá es donde luego vemos aplicaciones sencillas, que quedan en la nada. Ni hablar de modelo de negocios para que esa aplicación evolucione.

Y no quiero que se entienda esto como una crítica a la cultura del prototipado o de la actividad hacker, al contrario, me parece que es lo que falta. Hay una ausencia de metodología de prueba-error, de saltos creativos y de improvisación. Es lo que hace que los participantes vayan a lo seguro, a lo obvio.
Y me trae a duda entonces el sentido del hackatón y la metodología de premiación. Porque como se viene haciendo, con la excusa de motivar a los participantes, estos dejan de arriesgar. Como comentaba en mi post sobre SmartCityExpo, Esteve Almirall insistía con que la participación cívica debe ser por el bien mismo y no por un premio. Porque así se pierde, no solo el sentido de la cultura hacker sino tambien se genera una dependencia directa y nos olvidamos del procomún como situación emergente.

Resumiendo

Es necesario lograr una convocatoria más abierta para generar una interacción real y contundente, es necesario capacitar a los participantes en innovación social y fomentar la experimentación. Todo esto puede realizarse desde mejoras en los formatos de los eventos/concursos.
Las ideas por si solas no sirven, no generan innovación. Esto ya lo vengo comprobando desde que lancé 10.000ideas, proyecto que me parece fantástico justamente porque permite comprar exactamente eso.

«In other words, if your goal is teaching people to code software, to learn how to play with data, foster engagement, create community, spread tools or share knowledge as well as create some product like an app or a visualization, then I wouldn’t run a competition. Instead, I’d organize community events.»

Dice David Eaves

Aparte de las mejoras que se pueden hacer, hay que pensar el siguiente nivel. ¿Cómo hacer para que los resultantes de estos eventos tengan una integración útil y no quede en la nada? Waldo Jacquith le da importancia al modelo de negocios o bien a alguna forma de sostenibilidad, «de otra manera será solo un juguete que no hará nada para beneficiar a nadie».
Talvez los gobiernos que organizan concursos deban continuar su desarrollo, pensando en cómo retribuir a los participantes que van a donar la aplicación (el procomún es esencial acá), tener inversores dispuestos a apoyarlos o bien tener un asesoramiento y apoyo para que esta aplicación evolucione, etc.

Por último quiero dejar en el tintero dos temas que serán parte de la agenda en 2013. Por un lado, este año todas las comunidades de openData están de acuerdo en que hay una gran incógnita respecto a quien le resulta útil toda esta información que se está liberando desde diversas instituciones. ¿Quién tiene acceso y para qué son útiles los datos abiertos?¿Realmente estamos generando algo de innovación o es solo una moda? que sin duda genera mejoras en varios sentidos.
El segundo tema es Internet of Things. Aún en latinoamérica está muy verde, en Europa ya empiezan a ver una ofuscación con el tema de los sensores ciudadanos, pero es importante que la comunidad se desarrolle y empecemos a fomentarlo en los hackatones y concursos.
Creo que solo con aplicaciones web y mobile no alcanza, hay que integrar y mejorar la oferta de objetos para ir hacia una verdadera SmartCity. Y por eso es que creamos el grupo IoT en Buenos Aires, para comenzar a forjar una comunidad en torno a los objetos.

Fuentes:

  • http://radar.oreilly.com/2011/08/app-contests-sustainability-usability.html
  • http://radar.oreilly.com/2011/07/app-outreach-and-sustainabilit.html
  • http://techpresident.com/news/wegov/23146/app-contest-or-not-app-contest
  • http://poikola.fi/apps-contests-everywhere/
  • http://davidsasaki.name/2012/12/on-hackathons-and-solutionism/
  • Foto de portada: http://www.yobinario.net/2012/12/hoy-comienza-desarrollando-america.html

Smart-everything: SmartCityExpo a tope

La semana pasada se festejó lo que sería la convención más convocante sobre Ciudades Inteligentes, en Barcelona, que le ha puesto muchas fichas a este asunto.
En el SmartCityExpo han participado muchas ciudades del mundo. Desde Kansas, México, Córdoba, hasta Seuol, por solo nombrar algunas. En números, 7065 visitantes, 319 speakers, 82 paises, 1781 municipalidades.

La mayor expectativa sobre el evento era la presentación del CityProtocol, proyecto en el que varias ciudades vienen trabajando hace 6 meses y poco se sabía hasta ahora. Y poco se sigue sabiendo, porque ha sido la decepción del evento. El primer día nadie sabía muy bien de que se trataba, al final del evento nos había quedado claro que el proyecto es solo una intención de varias ciudades de ponerse de acuerdo en la implementación de políticas para las Smartcities, pero tampoco se sabe muy bien como funcionará esto. Y cuando digo varias ciudades Es que no son todas y llama la atención que falten algunas.

Las conferencias a las que he asistido fueron en general las que me interesaban a mi y casualmente no eran las más importantes para el evento, eso ya dejaba ver como priorizaban los contenidos. Además de la Smartcity Plaza junto con la zona de stands que era puramente comercial y un lugar donde se desangraba el concepto social de la vida en la ciudad a cambio de la idea de que la tecnología, en términos económicos y estadísticos, podría en algún futuro resolvernos la vida, el calentamiento global y la crisis.
Porque aquí en España, de lo único que se habla es de la crisis, y todos estamos preocupados, pero si gastamos muchos millones en sistemas inteligentes, vamos a ahorrar dinero. Un dinero que nunca tuvimos ni tendremos, en general es para todos por igual y esto no queda claro.
Como dijo Carlo Ratti en otra conferencia ayer, «esto se trata de ahorrar dinero, no de gastar más dinero».

Otra cosa que se trasluce desde el evento en si, es que con la cantidad de sistemas de parking, de luces inteligentes y proyectos de recolección de basura que hay en oferta, es claro que todas las ciudades que se entusiasmen con la idea de incorporarlos a sus infraestructuras, en el futuro se encontrarán con la falta de soporte técnico, compatibilidad y entramado de los datos con los que se está trabajando.

En muchas ocasiones me he acercado a preguntar qué pasa con los datos que se genera, y la mayoría de las empresas me han respondido que «se integra perfectamente con la plataforma del ayuntamiento o donde se necesite» y claro, de APIs abiertas nadie hablaba.

«Entonces, ¿SmartCity es sobre tecnología?», me ha preguntado Joaquin Braulio unos días después de la conferencia. Porque el gran tema es que por mas que ahorremos energía y tengamos sistemas hidráulicos de recolección de basura (lo he visto), las personas siguen consumiendo productos llenos de paquetes y papeles envoltorios, consumiendo agua embotellada y las empresas siguen pensando en RSE como forma de «hacer un bien a la sociedad».
Está más que claro que una parte de las SmartCities tiene que ver con resiliencia y sostenibilidad como forma de ecosistemas, y no de «implantes tecnológicos». No se resuelve ahorrando, se debe cambiar la cultura que hace 5000 años llevamos como costumbre de muchos malos hábitos.

Uno de los pocos items en que quedó como conclusión en el evento es la necesidad de reducir la huella de carbono. Bien! ¿No estamos hace años con eso? Pero parece que no han encontrado otro indicador más universal para medir el producto de esta tendencia. Y eso es un problema.
Y aquí la culpa es nuestra, donde los investigadores debemos profundizar más en indicadores y que no nos sigan vendiendo peras por manzanas. Creo que Boyd Cohen tiene un gran trabajo realizado en su SmartCity Wheel.

Movilidad + Urbanismo = Land use

El gran tema que aqueja a muchas ciudades, siendo una de ellas Buenos Aires, es lo que se conoce como Commuting, el viaje de tu casa al trabajo.
En Hong Kong por ejemplo se tarda 11 minutos, teniendo 10 millones de habitantes, pero en México DF se puede tardar hasta 4hs, en Buenos Aires 2hs con 3 millones de habitantes.
Eso no solo genera un gasto de energía grande, sino que también se considera que a partir de los 30 minutos de viaje se disminuye mucho la calidad de vida de las personas.

La clave según el estudio Gehl Architects, uno de los más avanzados en el tema urbanismo, es programar la densidad del uso del suelo -Land Use Density-. Porque según ellos «la movilidad es cuestión de comportamientos, las personas hacen lo que le conviene para llegar mejor de un punto al otro de una ciudad».

En este sentido, Jlubljana (capital de Eslovenia) ha sido un caso de éxito en el SmartcityExpo. Talvez sorprendió porque nadie conocía la ciudad antes, pero vimos como varias políticas han sido benefactoras para el desarrollo de su ciudad y que ha sabido mezclarlo con implementación tecnológica. Proyectos como la prohibición de cualquier tipo de transporte motorizado en el centro de la ciudad con el servicio de biking, que a la vez usa una tarjeta llamada URBANA que sirve para todos los servicios incluyendo los containers de basura, etc.
Pero nuevamente vemos que este tipo de proyectos está funcionando muy bien en ciudades que son pequeñas, con solo 270.000 habitantes, tal como fué el caso de Curitiba en Latinoamérica.
Mientras que en Bogotá donde luego de 11 años, el Transmilenio, sistema de transporte BRT, sigue teniendo problemas y poca aceptación en algunos sectores de la sociedad.

Mike Lydon nos habló de las tácticas urbanas, de su importancia en el prototipado de soluciones (tal como la peatonalización de la calle Broadway en NYC) para testear nuevas soluciones y generar estos cambios en la densidad del uso del suelo. Al mismo tiempo, esto incentiva a la participación y al compromiso ciudadano. ¿Cómo hacer que la gente se enamore de tu ciudad? El ejemplo de Grand Rapids Lip Dub es muy bueno.



«Corresponsabilidad compartida» es el concepto primordial para las ciudades si queremos que estan sean inteligentes, dijo Claudio Orrego Larraín el ex-intendente de Peñalolen (chile) y me pareció interesante. Otra forma de participación entre los diferentes sectores sociales.

Respecto a la capacidad de los gobiernos de hacer frente a las nuevas tendencias y al prototipado, New Urban Mechanics de la ciudad de Boston es una respuesta interesante. Un centro desarrollado para experimentar, y desarrollar aplicaciones que den respuesta a necesidades de los ciudadanos sin ver un riesgo político alto, y al mismo tiempo disminuir el riesgo de los emprendedores ya que «cuando están mal conectados con las personas indicadas, el riesgo aumenta». Por eso esta unidad gubernamental ayuda a conectar a la gente que tiene ideas, con las que puedan realizarlas y con quien tiene ganas de participar en una mejor ciudadanía.

Internet of Things y Open Data

La gran pregunta es ¿Qué hacer con los datos?. Por un lado hay un gran número de nuevos servicios disponibles, pero tenemos un déficit presupuestario. ¿Cómo podemos ser eficientes en el manejo de los datos?.
Por otro lado Andreas Lykke-Olesen nos dijo, «tenemos muchos datos sobre quienes van en auto, en que horas lo hacen, qué caminos toman, etc. pero no sabemos los argumentos por los cuales las personas cambiarían sus hábitos».

El miercoles pasado, con el grupo de IoT Madrid discutimos, a raíz de SmartCityExpo, ¿cómo se puede innovar usando tecnología pero sin depender de esta?. Es decir, ¿cómo cambiar los comportamientos de las personas y como actuar sobre la masa urbana de forma efectiva?.
Mi postura fué que si realmente queremos cambiar el comportamiento de las personas, debemos trabajar sobre los valores de las mismas. Y para modificar los valores y sus hábitos, se trata de que experimenten esos cambios. Por eso es importante la cultura del prototipado, pero al mismo tiempo tener en cuenta que las personas no cambian su parecer por tener más datos que nos digan que es lógico cambiar, sino que realmente «experienciarlo» y para eso hay que acudir a la creatividad y no a la tecnología. Aún hoy seguimos metaforizando procesos analógicos sobre los digitales, y dudo que como humanidad podamos salir de este paradigma.
Entonces, ¿vale la pena gastar millones en super sistemas o podemos innovar correctamente y hacer que las personas modifiquen su actuar para hacer ciudades más resilientes? Por ejemplo, disminuir la cantidad de basura, cambiar habitos de movilidad, etc.

Otro tema de importancia, son los nuevos objetos que se conectan (IoT o M2M) ¿Cómo hacer para conectarlos a todos? Aún no tenemos un protocolo que permita conectar diferentes dispositivos unos con otros. Talvez IPv6 será lo que permita que todos los objetos tengan una conexión única, pero no parece muy eficiente. Ni hablar del cableado, sino miren este ejempo de SmartHome.
Carlo Ratti, de SenseableCity Lab del MIT, nos dice «Todo será un sensor» y donde debemos hacer foto es cómo estos sensores conectarán con las personas. Él habló de IoToP (Internet of Things of People) y Rob Mcintosh nos contó de Metacity Interface, dos formas de repensar los ámbitos públicos, privados y personales. Hay demasiadas capas funcionando al mismo nivel, y hay que pensar cómo la tecnología reforma los espacios.
Cisco, por su lado, presenta Internet of Everything, como un ecosistema donde todo se conecta a través de una conexión distribuida, alegando que la centralización y el Cloud computing ya no son una opción.



El tercer problema de IoT es el real-time sensing. Muchos objetos pueden generar datos y almacenarlos, pero el gran reto es la respuesta inmediata, y por eso no podemos depender de conexiones a internet o a otros dispositivos. Por suerte con los nuevos dispositivos de Nanode o Raspberry pi, hay nuevas opciones para prototipar estos objetos. Este es otro argumento por el cual el Cloud computing no sería la respuesta.

Finalmente Alexandra Deschamps-Sonsino, de IoT London, quien a proposito tiene un hermoso proyecto de IoT Good Night Lamp, reflexionó acerca de lo inteligente (smartness). Y nos dijo que lo inteligente tiene que ver con el contexto, pues no todo es inteligente en todos los sentidos. Entonces ¿por qué no pensar en una inteligencia temporal?


En mi opinión, hay que comenzar a darle potencia a nuevos proyectos de IoT y trabajar en nuevos protocolos para que estos puedan unirse unos con otros. Así como funcionan redes como COSM, plataformas openSource donde se puedan recolectar y usar datos entre todos los ciudadanos. Grandes proyectos actuales son el Air Quality Egg o Smart Citizen.
Porque así como las computadoras llegaron a las casas, IoT será el nuevo paradigma para todos. Y si aún no lo parece, en 1984 el New York Times decía que las computadoras personales iban a ser un fracaso…

Ciudad como plataforma

Ya lo hemos escuchado varias veces, pero el concepto sigue siendo la clave. Y tiene que ver con abrir las puertas a un nuevo concepto de ciudad, donde el poder ya no está centralizado.
«Hemos podido comprobar que el reto no esta en las tecnologias, sino en los aspectos organizativos, de gestion y culturales», dijeron en el cierre del evento. Y es que están todos preocupados porque por primera vez se piensa que para lograr una SmartCity hay que colaborar entre los 3 sectores.
Y el gran problema es, ¿quién representa a la comunidad? ¿Quién representa a las ciudades?, lo cierto es que «los barrios cambian, nos gusta o no» y hay que estar a la altura.

mind the gap

Esteve Almirall nos dejó una reflexión interesante. Hasta ahora, todos los concursos de participación y de aplicaciones desde los gobiernos premian la mejor propuesta, dan recompensas por ello y motivan a través de la competencia, como si fuera que las personas no queremos mejorar nuestra propia ciudad. Esta idea debe cambiar y el valor de la participación en la construcción de las ciudades debe ser toda nuestra motivación. Pero esto va a suceder solo cuando los gobiernos sean realmente abiertos. Mientras tanto, el proyecto Adopt a Hydrant es un buen ejemplo realizado desde el New Urban Mechanics de Boston donde cada ciudadano se hace cargo del problema, que es de todos.

Business vs. Urbanism Smartcities

Volviendo al tema de fondo, ¿cómo vamos a alimentar energéticamente todos estos sistemas? Creo que estamos lejos de una respuesta para eso, las energías renovables son parte de la respuesta, pero la descentralización total es inminente y ahí es cuando los gobiernos centrales van a perder el poder y donde los sistemas super inteligentes manejados desde un panel, no tienen tanto sentido.
Aquí es donde yo creo que la idea de trabajo en redes interconectadas, donde se pierden los límites, donde se descentraliza el poder a causa de que todos necesitamos del otro para alimentar y subsistir se deja ver como un resultado obvio. Todos colaboraremos aportando datos de nuestros propios sensores, todos brindaremos energía a los sistemas eléctricos desde nuestros paneles solares, todos decidiremos qué futuro queremos en nuestra ciudades y estaremos obligados a ellos, con lo cual los ciudadanos inteligentes (smart citizens) tienen que despertar.
La energía nuclear, modelos de control como los de IBM, son modelos antiguos de centralización de energía e información que tienen su días contados.

Creo esencial trabajar en un City Protocol serio, en donde se asegure la libertad de los datos y su privacidad protegida. Pero ahora estamos en crisis donde se quiere controlar internet y el auge de la video-vigilancia hace ruido por todos lados, pero es solo latigasos del sistema que se ahoga en sus propios medios. iCity Project o CitySDK son algunas aproximaciones que parecen más interesantes en un primer momento.
El viernes pasado, realizamos con el grúpo IoT Barcelona un WalkShop. Una caminata ideada por Adam Greenfield para hablar sobre temas de seguridad y open data mientras se recorren las ciudades.
Hemos visto varios proyectos de «smartcity» que se intentaron implementar en la ciudad como prototipos, edificios inteligentes, sistemas de identificación entre otros no han sido más que un fiasco que por falta de presupuesto o fallas en su implementación, la mitad de ellos no están funcionales o presentan muchas fallas estructurales.
Entonces, ¿como podemos estar tan seguros de algo que cuesta demasiado dinero, sobretodo en tiempos de crisis; tiene un gran costo político y, por sobre todo, un costo social en donde el concepto de espacio público, bienes públicos y bienes comunes se ve afectado por estas nuevas capas tecnológicas?


Lo curioso de todo esto, es que Adam ya había adelantado mucho de este tipo de problemas y es evidente que todos estos gurúes de las SmartCities olvidaron leer Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing y ya pasaron 6 años de su publicación.
Es el momento de los consultores y especialistas nos reunamos y empecemos a trabajar enserio, porque parece que en otros ámbitos hay mucha intención pero están lejos de lograr algo que funcione. El tiempo es tirano.
Pablo Sanchez Chillón ha tenido una primer iniciativa abriendo un grupo de LinkedIn para discutir estos asuntos, pero todas las reuniones de comunidades en las ciudades son buenas para comenzar a trabajar. Es por eso que fomentamos realizar IoT Meetups o CityCamps para interconectar las experiencias y visiones.

Notas

Algunas soluciones que china quiere comenzar a trabajar, y que me parecen bastante más inteligentes.
Algo más sobre IoT como cambio social.
Nota sobre el evento New Cities Summit, que me parece que tiene mucho material relacionado. Y que me hace pensar que deberíamos buscar nuevas opiniones o bien, aceptar que estamos estancados.

Otras notas de amigos respecto al SmartCityExpo

Smart Citizens in the Data Metropolis, por Mara Balestrini.
It’s About the People, Stupid, por Boyd Cohen.
Le citta’, la City Protocol Society e la corsa al Far West, por Claudio Forghieri.
3 Problems With ‘City Protocol Society’, por Boyd Cohen.
Smart Open Cities? Thoughts from the Smart City Expo, por Julia Lopez Ventura.

buzz lightyear smart city

Desafíos para la industria (algunos gráficos que capturé)














New Aesthetic: Arte y tecnología más juntos que nunca

new aesthetics
Hace tiempo que no vemos nuevas teorías en el arte, y mucho menos mezclados con tecnología. Luego del NET art y el glitch nacidos en las primeras décadas de la informática, pareciera que las «nuevas tecnologías» han invadido las artes y se ha convertido casi en un paradigma.
Aún así, las teorías fueron pocas. Esa separación entre el arte y la tecnología se mantiene ciertamente distante.

Pero así como William Morris se negaba a la imprenta como tecnología, en la actualidad también hay quienes se niegan a aceptar esta separación entre lo que el hombre puede hacer y lo que las máquinas «dan». El movimiento «New Aesthetics» tiene que ver con eso. Incluso podría denominarlo como el Art Nouveau de nuestra era. O incluso el nuevo Bauhaus.

El movimiento New Aesthetics (que no sabría como traducir al español sin caer en «nueva estética» por ser demasiado literal) se obsesiona por una visión computacional y en el procesamiento de datos. Nada nuevo en términos. Pero que curiosamente todos los teóricos comienzan a darle forma, no a través de un movimiento, sino de un Tumblr armado por James Bridle que intenta definirlo en una serie de micropost. Lo cual de por si ya es curioso.
En términos estéticos, la forma de definir el New Aesthetics es «ver como lo vería un dispositivo». En «cristiano» sería como ver a través del casco de Robocop o Google Glass. Pero no hablamos solo de realidad aumentada, la visión de los dispositivos está en un mapa, en un render o en información dura.
Hasta ahora, el movimiento no tiene una estética predefinida, y eso lo hace que sea tan complejo. Talvez reconocemos el futurismo o el constructivismo por sus formas tan definidas, pero otros movimientos como el Dadá tenían un manifiesto sin definirse estéticamente. En este caso es lo mismo.

Si bien Bridle aclara que no es un movimiento, ya que solo es «reunir lo que hay por ahí», una vez que se define es probable que se transforme en una guía para la creación. No se puede resumir en un manifiesto, es una colección de «agregadores» (tumblr, twitter, etc) que permite la colaboración para crear este conjunto de imágenes.

Todo esto se trata, en algún punto de Internet of things, es decir, los objetos conectados. Y según Greg Borenstein New Aesthetics tiene una relación íntima con la Ontologia orientada a los objetos. Aquel estudio filosófico de la existencia misma de los objetos. O como dice Ian Bogost, es lo que concierne a la experiencia de los objetos.
En ese sentido, creo que la apreciación de Slavoj Zizek respecto a la Realidad de lo virtual es una forma más filosófica de abordar esta misma problemática, contraponiendo el concepto de Realidad Virtual con la idea de que lo virtual modifica la realidad continuamente.

Mientras tanto, Ian Bogost usa el término Carpentry ( Viene del termino Carpentered: hacer, terminar, o reparar elementos de madera) para referirse a la práctica de hacer cosas que especulan como los objetos entienden su propio mundo. Si bien la definición de la palabra se refiere a objetos con madera, él se refiere específicamente a los objetos hecho a mano, sin ser exclusivamente de este material. Probablemente relacionado al prototipado.
Y en ese sentido, podemos creer que New Aesthetics confía en los productos de corta duración, en su obsolescencia y por lo tanto en la curiosidad de la creación constante. Un meme de los objetos.

Para terminar de entender qué es (lo cual resulta bastante dificil por esta falta de definición) podemos decir que New Aesthetic es un producto de la cultura moderna conectada. Es una «teoría de los objetos» aplicada al arte, un concepto compartido por la naturaleza de las redes. Podríamos decir, una inteligencia colectiva, difusa, abierta.

Es lo digital chocando con el mundo físico. Es interface.

Una imagen de google maps, un código QR en un afiche, pixels impresos, tipografías digitales en papel, información procesada, información sin procesar, visualizaciones, glitch, imágenes satelitales, imágenes del espacio, vestidos impresos, leds que responden a sensores, 8-bits, atompunk, steampunk, cyberpunk, pixelpunk…. Pero son solo imágenes? Nicolas nova intenta ir un poco más allá creando lenguajes por robots.

Les dejo una charla en donde Bridle intenta explicarlo…

Pueden buscar o agregar nuevas imágenes al movimiento en tumblr usando el tag New Aesthetics.

Links de referencia

Foto de la portada vía Flickr.

Por qué Google Glass no es el futuro?

Hace unas semanas google sacó a la luz el proyecto Glass, que tiene como principio «que la tecnologia trabaje para nosotros». Lindo argumento, pero me siento en los 70s.
El proyecto se lanzó junto a un video que muestra un dispositivo en forma de anteojos que nos muestra información en tiempo real, geolocalizada y con aparente inteligencia artificial, pero eso no queda muy claro.
En primer lugar, deberíamos aceptar que este show del que todo el mundo habló, y que sinceramente no se por qué replican este tipo de cosas sin sentido hasta el punto que yo tenga que escribir, responde a una necesidad económica y no tecnológica. Google es una maquina de fabricar productos que no funcionan alegando ser lo nunca antes visto y gracias a eso intenta mantener el valor de sus acciones. Demostrando que estan trabajando en algo nuevo y que la empresa vale. Y Glass es el peor ejemplo, porque hablando enserio no hay nada nuevo.

Respecto del dispositivo, muchos ya habrán visto las parodias al respecto. Tambien salió una nota en FastCo argumentando que debería ser un proyecto openSource para que los anteojos puedan ser diseñados por gente de la moda y asi tendria exito. Ok, entiendo el punto de pensar en los usuarios, pero aún dudo si la nota era enserio o una ironía. De todas maneras, no hay necesidad de usar unos anteojos si podrían ser unos lentes de contacto, por ejemplo. Pero calculo que sería menos creíble.

Como plantea Adam Greenfield en Everyware, el futuro es lo que llamamos la era Post-PC, donde ya no habrá una interface, una relacion humano-objeto. Sino que todos los objetos con los que interactuamos diariamente podrán brindar información e interconectarse. Desde ese punto de vista, Google insiste en que debe haber un intermediario, que en vez de ser una PC, una tablet, o un movil, son una pantalla de vidrio. Es decir, es un celular a 1cm de la cara.
Puedo pensar que el mombre Glass deriba en que se van a concentrar en llevar interfaces a vidrios y no solo en el tema de los anteojos. Sería lo más interesante, pero no tenemos pruebas de que asi sea.

Otro de los puntos negativos, así como se plantea en algunas parodias que encontré en Youtube, es la privacidad del usuario. No solo por conocer el historial de Google y casi cualquier empresa de internet, podemos esperar que un sistema asi, no solo nos brinde información basura o indeseada, sino que tambien recopile información de la que no estamos de acuerdo.
El mejor ejemplo de esto es el 3er capítulo de la serie Blac Mirror, la cual cuenta qué pasaría si recordamos todo en la vida.

Entonces, unos anteojos que nos brinden información conectada a la red, no solo sería molesto (quien querria tener anteojos todo el tiempo si no los necesita? Para algo me opere los ojos), obstructivo, distractivo e intrusivo. Tambien sería absurdo, en vez de pensar sistemas en donde los objetos por si solo brinden esa informacíon y no tener que estar portando más dispositivos.
Estamos llegando a un limite en donde ya no soportamos tener tantos dispositivos que nos vamos a cansar y vamos a entender que la verdadera evolución es despejarnos de todos los objetos y que la misma arquitectura y mobiliario sea la que nos sirva de interacción. Ubiquity, entendido como la omnipresencia o el estar en todas partes, es mucho mas que portar un dispositivo.
No quiero entrara en detalle respecto a este tipo de tecnologias, sus problemáticas son planteadas en los últimos 10 años con gran entusiasmo por muchos teóricos y aún falta un tiempo en ser implementado.

«El sistema ideal sería uno que fuera imperceptible hasta que lo requerimos en el que el foco del usuario no está en la herramienta en si pero en lo que intenta hacer con ella» dice Adam Greenfield en su libro.

Mark Weiser y John Seely Brown, investigadores de interfaces y tecnologias del futuro (en los años 80), hablaban de «tecnologias calmas» en donde estudian las interacciones del futuro y explicitamente dejan fuera el reconocimiento de voz argumentando que requiere prestar mucha atención. Algo de lo que el proyecto Glass se vale mucho, generando lo que se llama atención periférica.

Entonces tratemos de pensar qué utilidad real tiene esto. No me parece mal que las empresas traten de innovar, me molesta que le den tanta a importancia a cosas que sabemos que no tiene futuro, como fué con Google Wave o Google+. Hay muchos investigadores trabajando en proyectos mucho más avanzados, no tiene sentido llenarnos de información de este tipo. Que al final es para conveniencia de la empresa y no para el usuario final.