Los futuros post pandemia no serán como imaginamos [Actualizado]

Covid social distancing

Ya llevamos semanas o meses de medidas para paliar la crisis sanitaria, social y económica causadas por la infección del virus SARS-Covid-19. Hemos pasado de un lejano brote de gripe, a una realidad que nos ha chocado de forma inigualable en muchos años. Algo de lo que escribí hace 3 años parecía un futuro posible pero, por otras razones (y aún el cambio climático está a la misma distancia temporal).

El virus COVID-19 ha generado una reacción en cadena que causó esta crisis, o bien la crisis se hizo notar a causa de este virus. No podemos decir que geográficamente ni socialmente es igual para todos. La crisis y los efectos de la misma afecta diferente a todas las personas, ya sea por su estado de salud, su edad, su clase social, su acceso a diferentes servicios y su capacidad de vivir durante meses sin exponerse al posible contagio.

Sin embargo, los medios y quienes publican en ellos están hablando de un concepto de normalidad que, hipotéticamente, dejaría de serlo. En este artículo, me enfocaré en desgranar un poco qué significa esa normalidad y los posibles futuros de los que algunos hablan.

En primer lugar, no está muy claro si esta normalidad es algo que todos percibimos igualmente. Tampoco en qué ámbitos esa normalidad cambiaría.
Conociendo las diferencias de clase, de raza, de género, por lo que sabemos hasta ahora, esas diferencias se ven aún más. La vulnerabilidad genera mayor crisis para quienes no tienen otras formas de afrontar su “anormalidad”.

Tampoco está muy claro si esos cambios que veremos o que estamos viendo, son parte de lo que vivimos y sentimos ahora, o bien, de algo que vendrá. ¿Es esta una normalidad diferente? ¿O es solo una transición a la nueva normalidad?

Está claro que la idea de normalidad es problemática. Una normalidad significa estructuras sociales inamovibles, permanentes. La idea es peligrosa, porque define una idea revolucionaria. ¿Pero revolucionaria en qué sentido? ¿Acaso cambiarán las relaciones de poder? ¿El modelo económico? Todo parece indicar que el capitalismo se acrecienta a través de la tecnología, que los gobiernos manejan la crisis bajo pseudo estados de excepción, y que las libertades se acortan aún más para aquellos grupos más vulnerables.

Algunos utilizan esta crisis para definir una nueva normalidad que no pudieron generar antes, empujando esta definición a su favor como herramienta política. Mientras otros intentan insistir en la idea de volver a la normalidad que les beneficiaba. Parece que en esta nueva normalidad transitoria, si queremos llamarle, todo es más intenso pero poco cambia. La ansiedad que genera este cambio genera traumas, delirios y conflictos.

Pareciera que algunas cosas cambian para ciertos sectores, como el turismo de masas, o las empresas tecnológicas que venden servicios que no necesitábamos. Pero nada nos asegura que, una vez superada la crisis, volvamos a la situación anterior de consumo. Es más, el consumo es lo que los gobiernos tienen más preocupados. Una caída del consumo es una caída de la economía, pero no de los poderes del capitalismo. Al contrario, vemos cómo el poder económico se concentra en empresas como Amazon o Netflix, que se han visto beneficiadas por esta crisis, destruyendo los pequeños comercios y cines que quedaban.

En algunos países, el comercio de proximidad ha despertado, los ingenios para ofrecer cultura y educación han sabido adaptarse. Es maravilloso ver el cambio y adaptación. Sin embargo, poca evidencia hay que sea sostenible en un estado posterior a la crisis.

Considerando este escenario actual, podemos pensar en un escenario futuro. Es importante entender qué escenarios son observados como actuales, y cuales hechos del pasado determinan nuestras ideas de futuro. Cuanto más nos alejamos de estas realidades pasadas y presentes, podemos imaginar futuros más disímiles, pero poco tendrán que ver con la realidad próxima.

Un escenario pasado al que muchos se atienen, es la pandemia de 1918-19. Muchos insisten en que esa pandemia nos ha cambiado para siempre, y por lo tanto nos cambiará esta. Sin duda, todo efecto global es traumático. Todas las guerras nos han cambiado como sociedad, así como las crisis económicas, los ataques terroristas o eventos de diverso tipo. Todos y cada uno genera pequeñas excusas para cambiar.

Digo excusas porque ningún cambio es generado a partir de un evento, sino que los eventos son inicializadores de cambios en gestación. Al igual que con el virus, podemos salir a la calle a contagiar del cambio que llevamos dentro, o podemos buscar aislarlo para que no se reproduzca. Y esa decisión es nuestra como sociedad.

Y esa es la mayor oportunidad y el mayor peligro. Como sociedad, podemos elegir. Pero sabemos que la elección es siempre desigual, porque las sociedades se rigen mucho mas que por los poderes democráticos. Y como decía más arriba, en estos momentos de crisis, lo que mas se ausenta es la democracia. Las decisiones unánimes y su falta de transparencia están a la orden del día.

La epidemias trajeron muchas cosas. Aprendizajes de cómo tratar una crisis global, nuevos desarrollos socio-técnicos, como las unidades de cuidados intensivos, y también muchas expresiones artísticas que ayudaron a combatir los duros momentos. También despertaron otras crisis, en donde algunos argumentan que el efecto en el consumo luego de la pandemia dio lugar a la gran depresión de 1929, pero al mismo tiempo posteriores crecimientos económicos.

Ahora bien, las voces más escuchadas sobre estos posibles cambios dejan en manos de la tecnología el mundo del futuro. De los varios artículos publicados que he leído, lo que parece definir cómo enfrentar la pandemia, destaca el futuro próximo. Las ideas van desde el uso de test rápidos, de aplicaciones de seguimiento de contacto (llamados contact-tracing), hasta los “permisos” de circulación para inmunizados.

Es curioso, porque en un primer lugar estamos viendo respuestas tecno-deterministas. Aquellos que plantean estas herramientas lo ven como la única salida. Si bien no libres de consecuencias, no debemos olvidar que la humanidad ha salido de múltiples pandemias (y mucho peores), sin ningún tipo de estas tecnologías. Es decir, a priori, no son necesarias.

Yo estoy muy a favor de explorar nuevas opciones y oportunidades. Pero el peligro es el discurso que genera la idea de que este debe ser el futuro o no será. Una ideología que Morozov denomina solucionismo. Aún peor, quienes generan presión para incorporar diferentes soluciones tecnológicas a nuestra vida diaria, ignoran ciertos hechos.

«Surveillance is permanent in its effects, even if it is discontinuous in its action.» – Michel Foucault

En primer lugar, hay una “normalidad” indiscutida por utilizar modelos matemáticos, machine learning y datos para todo (incluso para mantener separada a la gente) , aún cuando no son necesariamente útiles, conllevan sesgos socio-culturales, cuando faltan muchos datos o los mismos datos que son utilizados son sospechosos por los intereses políticos detrás de su medición o falta de validez en los datos. Esto lleva a la idea de que necesitamos una forma de contar rápida, masiva y segura. Algo que por el momento no es posible en la mayoría de los países.

A falta de un método eficiente de contabilizar, nos hemos convencido de que a lo mejor podemos usar los datos de las personas para saber si se han contagiado o son potencialmente contagiados (atención con esto), de personas que efectivamente sabemos que son portadores del virus. Esta idea ha llevado a grandes empresas, e incluso la Unión Europea, a considerar aplicaciones móviles de seguimiento de personas.

Mi segundo argumento es que este tipo de soluciones está inspirado en supuestos casos positivos que ha permitido a algunos países asiáticos contener el virus (China, India, Hong Kong y Singapur, principalmente) [20/04/2020: A pesar de utilizar restricciones y tecnología, a Singapur se le escapó toda una clase social que vive hacinada de la que depende y en la segunda ola ha subido la cantidad de contagios]. Estamos hablando de países donde la democracia y las libertades individuales brillan por su ausencia. Elegir qué países mirar cuando la evidencia no es demasiado precisa, cuando los datos no son los que parecen, puede ser peligroso. En todo caso, ¿Por qué no se toman otros países como ejemplo? A pesar de ello, suponiendo que hay otras formas menos autoritarias de imponer un control restrictivo (vaya contradicción!), un estudio reciente ha demostrado que, a menos que prácticamente el total de la población se encuentre dentro de este sistema, la efectividad del contact-tracing es muy baja.

Tercero y último, históricamente, la imposición de estas formas de identificación generan racismo y discriminación. Desde la tuberculosis, el HIV, la tifoidea, hasta los famosos “inmunoprivilegios” del flavivirus del Siglo 19, identificar a los portadores de un virus es ofrecer una vía de discriminación sin igual. Es potencialmente peligroso, no solo por identificar a quienes efectivamente llevan o han tenido el virus, sino que pueden perjudicar a aquellos en los que la detección es un falso-positivo o un falso-negativo. Es decir, si no han tenido el virus y figuran como haberlo tenido, o haberlo tenido y no ser detectados. Esto se relaciona directamente con nuestra incapacidad actual de detectar a los portadores asintomáticos y la incógnita de permanencia del virus una vez superados los síntomas.

¿Pero quién pensaría en discriminar a otros cuando estamos ante una situación sin igual? En un primer momento, cuando el virus tenía su foco en China, las voces racistas se habían despertado discriminando y expulsando a asiáticos. Actualmente algunos países están generando estas formas de control, limitando las libertades, por ejemplo solo por tener cierta edad. Se ha visto en las redes sociales discriminación hacia los trabajadores sanitarios por estar en contacto con personas contagiadas. Aún cuando la sociedad misma los llama héroes, en la cotidianidad son discriminados.

[20/04/2020: El instituto Ada Lovelace publicó un reporte argumentando por qué no se deben utilizar estas tres estrategias en el escenario actual para la mayoría de los países democráticos. ]

Stay home

Mi objetivo no es discutir la salida de la crisis porque me debería extender mucho más en otros detalles. Sino demostrar que los mundos que nos imaginamos, están definidos por la idea de utilizar ciertas tecnologías como normalidad. Aún queda por explorar el concepto de solidaridad que se ha utilizado (y abusado) este tiempo, el de guerra con sus implicaciones geopolíticas, y del distanciamiento social como forma de redefinir la geografía espacial y humana. Creo que una normalidad mucho más sana incorpora métodos de prevención y confianza mutua, como es el uso de medidas higiénicas y barbijos cuando una persona detecta que podría contagiar a otros [20/04/2020: Incluso  el confinamiento parece ser menos necesario si se utilizan barbijos, según la experiencia de Hong-Kong]. Es una costumbre a la que nos podríamos adaptar fácilmente y adaptar nuestra normalidad, si no lo llevamos al extremo. [20/04/2020: En un caso opuesto, durante la gripe de 1918-19 se creó la liga anti máscaras, lo que elevó el pico de contagios en San Francisco por un grupo de rebeldes sin causa.]

Es cierto que nuestra relación con la tecnología es ambivalente. La tecnología moldea nuestra sociedad al mismo tiempo que la sociedad concibe la tecnología. Pero debemos desentramar las ideas (e ideologías) asociadas a las tecnologías, porque de lo contrario oscurecemos y naturalizamos su uso como si fuera la única vía posible. Podemos comenzar a pensar nuevos escenarios en donde la tecnología puede ser útil.

Es interesante, por ejemplo, ver cómo una propuesta de solución tecnológica que se debate abiertamente ha dejado rastros de las múltiples visiones y razonamientos críticos al respecto, donde al día de hoy hay más de 77 problemas técnicos, sociales, y geográficos reportados abiertos. Lo cual da una idea de la realidad a la que se enfrenta cualquier sistema socio-técnico al salir a la luz. Y debemos tener en cuenta que solo han participado quienes tienen acceso y comprenden su alcance, con la ausencia de miles de colectivos vulnerables que serán los mas afectados. [20/04/2020: Parece que EU decidió abandonar el proyecto por falta de documentación. Al mismo tiempo, Financial Times argumenta que hay 2 billones de teléfonos que no podrían utilizar el protocolo Apple-Google. Mientras tanto, algunos argumentan que el protocolo de Apple y Google es un «lobo vestido de oveja»].

 

«When every moment is constantly being filmed, it’s hard to relax.»- Kourtney Kardashian

Pero lejos de un futuro tecno-determinista, también podemos pensar otros aspectos del futuro. Por ejemplo, el contacto y los placeres humanos. Las relaciones interpersonales se vieron totalmente afectadas, desde el deseo romántico o sexual, hasta el compañerismo y el soporte psicológico. Nos hemos alejado y dejado de tocarnos con otros, de juntarnos, de darnos cariño más alla de las personas con las que convivimos. Dejamos de experimentar sabores y experiencias, dejando de alimentar nuestros sentidos, y nuestro insaciable deseo de aprender cosas nuevas.

[20/04/2020: Otro debate incesante en el mundo de las ciudades es la falsa idea de que la densidad poblacional es el problema. Un argumento falso, ya que el verdadero problema es la sobreocupación (overcrowded) de los sistemas de transporte y habitacionales. No es cómo convivimos, sino cómo las ciudades están diseñadas para movernos. Tal vez, las ciudades pensada para el tránsito de coches tienen sus dias contados, y algunas ciudades (Nueva York, Paris) ya están adaptando sus calles más transitadas para ser ciclovías.]

El contacto y el gesto está en nuestra naturaleza animal y social. Romper estos esquemas permanentemente sería un trauma social mucho más grande que cualquier otro. No solo los niños sufren por dejar de ir a jugar al aire libre.  No me cabe duda que la sociedad será resiliente y buscará formas de entrar en contacto, en reactivar las actividades humanas cuanto antes sea posible.

Si debemos pensar en futuros posibles, debemos empezar por cómo recuperar los espacios perdidos. A partir de lo que necesitamos como personas, como sociedad. Empezar desde el miedo, desde el control, es empezar una guerra contra lo invisible. Y combatir armas con armas solo lleva a más destrucción.

Por otro lado, debemos sensibilizarnos con quienes tienen otras voces acerca de la experiencia en estos momentos, como las comunidades queer y LGTBIpersonas sin techo, o todos aquellos que deben seguir exponiéndose al virus porque no tienen opción, por nombrar algunos. Quienes insisten en redefinir una normalidad deberían pensar menos desde la solución y acercarse a quienes viven otras realidades diferentes a las propias, y orientar la planificación en torno a recuperar espacios perdidos por aquellos más vulnerados.

Es por ello que los discursos de normalidad y de futuros posibles, deben construirse en torno a los conceptos que nos identifican, que buscan solidaridad pero también reconocer las necesidades y las diferencias preexistentes. La idea de normalidad es demasiado delicada para utilizarla de forma banal.

20/04/2020: A propósito de las políticas de normalidad (gracias David Solans por el disparador). Siguiendo a Sara Ahmed, debemos preguntarnos ¿a quién le conviene una nueva normalidad? Somos seres de hábitos y costumbres que no nos gustan los cambios radicales. En el 99% de los casos vamos a intentar mantener nuestra forma de vida y nuestras creencias hasta mas no poder. De la misma forma, intereses economicos y politicos harán lo mismo.  Quien habla de una nueva normalidad no es más porque desea esa normalidad. Nadie quiere cambiar mucho, simplemente algunos quieren explotar la oportunidad. Ya sea los que luchamos por que haya mas bicis en las calles, o los que prefieren un cambio de regimen económico o político que defienda sus intereses. Por eso, cuando leamos sobre las nuevas normalidades (igual que podemos leer cómo la realidad es la misma) debemos entender qué intereses hay detrás de la proposición de un futuro diferente. ¿Quién se verá afectado? ¿Qué escenarios se plantean? ¿Qué principios defiende? La realidad es mucho más compleja que la falsa dicotomía entre salud o economía por muchas razones. ¿La salud de quién?¿La economía de quién?. Para el caso del uso de inmunoprivilegios he escrito un pequeño hilo de twitter (aquí) que explica por qué una medida de salud puede corromper la economía y salud de un sector de la población.

Fotos: Yohann LIBOT  y LOGAN WEAVER en Unsplash

No todos necesitan innovar [Actualizado]

einstein4

Estoy indignado, y agotado de intentar explicar que la innovación no es lo que muchos creen que es.
En serio, no todos necesitan a la innovación para todo. Y muchos la mencionan como si fuera su salvación para problemas que ni aún conocen.
¿De qué estamos hablando?

Para clarificar, innovación es generar un cambio cultural, social, de comportamiento que modifique la forma en que las personas, el mercado, la sociedad o un grupo específico predeterminado comprenden y perciben las cosas y realizan acciones a partir de ello. Si eso no sucede, no es innovación. Si bien pretendo dar una explicación vaga de lo que pienso al respecto, no descarto que las palabras son dignas de resignificación constante, por lo tanto esto será solo a causa de evitar la pérdida de valor en lo que el término significa, por lo menos, hasta la actualidad.

Pongamos un ejemplo, uno de los más usados. Apple realizó una innovación en el mercado de la música con iTunes. Ya deben saber la historia de Jobs los que leyeron su biografía, vieron su película o al menos les interesó este sujeto (o pueden leer algo de la historia en FastCo). El asunto es que Apple generó un cambio positivo en el mercado de la música, no gracias al ipod, sino al haber modificado la forma de distribución legal mediante su sistema.
Sistemas como iTunes, dispositivos como el iPod, y el Mp3 ya existían antes de que Jobs lo piense como tal. ¿Y qué cambió? Estrictamente, la política de DRM. Pero sustancialmente, convenció a las grandes discográficas de vender la música en otro formato que no sea el CD. A partir de ese momento, con un poco de diseño y buena publicidad, el iPod fué la estrella por varios años (hasta el iPhone, claramente).

8920_22706_NewiPods_Comparison_POV_806x335

Bien, entonces, ¿qué necesitó Jobs para generar esta innovación? Evidentemente, pensar mucho, diseñar un buen plan, buenos contactos y jugársela.
Ahora bien, muchos podrían argumentar que además, el diseño del iPod es innvador, su ruedita y todas esas cosas lindas que hace Apple nos fascinan desde que llegamos a la tienda hasta que abrimos la caja del producto en nuestras casas.

Jobs era un grande pensando productos, pero eso se llama diseño, no innovación. Diseñar un buen producto, un buen plan o cualquier cosa posible de ser diseñada (pienso si hay cosas que no se pueden diseñar, pero esa es una discusión interna que no voy a explayar acá), quiere decir pensar sus componentes, su formas de producción, su distribución, su forma de entrega, etc. Es hacer que la experiencia del usuario sea la más placentera y la más cercana al objetivo final.

¿Objetivo final? Si, en algunos casos puede ser la innovación, cambiar el mundo. En otros casos (como fué el de Apple mientras Jobs no estuvo en la compañía) fué simplemente vender más.

Por ahora tenemos un par de elementos diferenciados y que no necesariamente se relacionan entre si. Innovación, tecnología, diseño.

GRAFICO-INNOVACION

Quiero agregar unos conceptos más, que también forma parte del universo Apple. La diversificación y el valor agregado. Son dos conceptos de mercadotécnia básicos, y no los únicos, que suelen resolver cosas de forma más simple y más rápido que lo que la innovación puede hacerlo.

Diversificación es la oferta de nuevos productos/soluciones para acceder a nuevos mercados. En el caso de Apple, el desarrollo de nuevos modelos de iPods para cada ocasión permitió la difusión del dispositivo y su sistema. ¿Acaso no recuerdan cuando todo el mundo regalaba iPods Shuffle? Ese dispositivo ideal para salir a correr. O también estaban aquellos que preferían el iPod Classic porque tenía un disco donde almacenar toda la música. Y muchos más existen en la historia, que dificilmente podríamos caracterizarla como innovadora.

El Valor Agregado o Diferenciación, es un término mucho más común, y se refiere a mejorar las capacidades para diferenciarse de la competencia u otro producto/solución, y así captar más mercado. Acá entra en juego la famosa iPod Click Wheel, la cual nisiquiera la inventó Apple, pero sí le agregó un valor único a su producto. Aún así, por más de haberse convertido en un ícono, solo con ese valor agregado gracias a la tecnología no hubiese llegado a ser lo que fué.

ipod wheel

Con este largo y ejemplificador artículo, quiero dejar en claro que la innovación es un proceso de años, que obliga a que el público objetivo modifique su comportamiento en cierto grado, pero quienes buscan esa innovación también deben modificar algunos actos. Y es por eso que Jobs llegó tan lejos, por su actitud agresiva, que por no ser la mejor persona del mundo, rompió barreras. Y eso no es para cualquiera, ni siquiera para mi.

“Tenés que estar dispuesto a no ser comprendido si lo que querés es innovar”
– Jeff Bezos

A veces, la solución está mucho más cerca, es más facil o más barata. Y se trata de observar el problema real y buscar una solución, entre las miles de herramientas conceptuales y físicas, que los seres humanos hemos construido. Existen metodologías como Human-Centered Design de IDEO, o el Design Thinking, que permiten mejorar los productos, agregarles valor y pensar las cosas de nuevo.

A veces hablamos de innovación social, pensando que desde un producto podemos cambiarle la vida a la gente, y a veces las personas solo necesitan ser ayudadas, escuchadas y vivir tranquilas. En casi todas las filosofías se habla de que para vivir más feliz necesitamos menos cosas, y si uno quiere obtener más, es decisión propia, pero no obliguemos a los otros a ser parte de esta vorágine creadora.
Keep it simple.

Think-Different-Wallpaper

PD: El gráfico sobre el proceso de innovación es de realización propia en base a lo expuesto en el artículo, existen elementos ausentes en todo el proceso y no sirve como explicación del mismo, solo como ilustración de lo mencionado.

Actualización: Algunos dicen que imitar es mejor que innovar. De hecho es lo que usualmente hacemos en Latinoamérica y lo llamamos innovación…

Smart-everything: SmartCityExpo a tope

La semana pasada se festejó lo que sería la convención más convocante sobre Ciudades Inteligentes, en Barcelona, que le ha puesto muchas fichas a este asunto.
En el SmartCityExpo han participado muchas ciudades del mundo. Desde Kansas, México, Córdoba, hasta Seuol, por solo nombrar algunas. En números, 7065 visitantes, 319 speakers, 82 paises, 1781 municipalidades.

La mayor expectativa sobre el evento era la presentación del CityProtocol, proyecto en el que varias ciudades vienen trabajando hace 6 meses y poco se sabía hasta ahora. Y poco se sigue sabiendo, porque ha sido la decepción del evento. El primer día nadie sabía muy bien de que se trataba, al final del evento nos había quedado claro que el proyecto es solo una intención de varias ciudades de ponerse de acuerdo en la implementación de políticas para las Smartcities, pero tampoco se sabe muy bien como funcionará esto. Y cuando digo varias ciudades Es que no son todas y llama la atención que falten algunas.

Las conferencias a las que he asistido fueron en general las que me interesaban a mi y casualmente no eran las más importantes para el evento, eso ya dejaba ver como priorizaban los contenidos. Además de la Smartcity Plaza junto con la zona de stands que era puramente comercial y un lugar donde se desangraba el concepto social de la vida en la ciudad a cambio de la idea de que la tecnología, en términos económicos y estadísticos, podría en algún futuro resolvernos la vida, el calentamiento global y la crisis.
Porque aquí en España, de lo único que se habla es de la crisis, y todos estamos preocupados, pero si gastamos muchos millones en sistemas inteligentes, vamos a ahorrar dinero. Un dinero que nunca tuvimos ni tendremos, en general es para todos por igual y esto no queda claro.
Como dijo Carlo Ratti en otra conferencia ayer, «esto se trata de ahorrar dinero, no de gastar más dinero».

Otra cosa que se trasluce desde el evento en si, es que con la cantidad de sistemas de parking, de luces inteligentes y proyectos de recolección de basura que hay en oferta, es claro que todas las ciudades que se entusiasmen con la idea de incorporarlos a sus infraestructuras, en el futuro se encontrarán con la falta de soporte técnico, compatibilidad y entramado de los datos con los que se está trabajando.

En muchas ocasiones me he acercado a preguntar qué pasa con los datos que se genera, y la mayoría de las empresas me han respondido que «se integra perfectamente con la plataforma del ayuntamiento o donde se necesite» y claro, de APIs abiertas nadie hablaba.

«Entonces, ¿SmartCity es sobre tecnología?», me ha preguntado Joaquin Braulio unos días después de la conferencia. Porque el gran tema es que por mas que ahorremos energía y tengamos sistemas hidráulicos de recolección de basura (lo he visto), las personas siguen consumiendo productos llenos de paquetes y papeles envoltorios, consumiendo agua embotellada y las empresas siguen pensando en RSE como forma de «hacer un bien a la sociedad».
Está más que claro que una parte de las SmartCities tiene que ver con resiliencia y sostenibilidad como forma de ecosistemas, y no de «implantes tecnológicos». No se resuelve ahorrando, se debe cambiar la cultura que hace 5000 años llevamos como costumbre de muchos malos hábitos.

Uno de los pocos items en que quedó como conclusión en el evento es la necesidad de reducir la huella de carbono. Bien! ¿No estamos hace años con eso? Pero parece que no han encontrado otro indicador más universal para medir el producto de esta tendencia. Y eso es un problema.
Y aquí la culpa es nuestra, donde los investigadores debemos profundizar más en indicadores y que no nos sigan vendiendo peras por manzanas. Creo que Boyd Cohen tiene un gran trabajo realizado en su SmartCity Wheel.

Movilidad + Urbanismo = Land use

El gran tema que aqueja a muchas ciudades, siendo una de ellas Buenos Aires, es lo que se conoce como Commuting, el viaje de tu casa al trabajo.
En Hong Kong por ejemplo se tarda 11 minutos, teniendo 10 millones de habitantes, pero en México DF se puede tardar hasta 4hs, en Buenos Aires 2hs con 3 millones de habitantes.
Eso no solo genera un gasto de energía grande, sino que también se considera que a partir de los 30 minutos de viaje se disminuye mucho la calidad de vida de las personas.

La clave según el estudio Gehl Architects, uno de los más avanzados en el tema urbanismo, es programar la densidad del uso del suelo -Land Use Density-. Porque según ellos «la movilidad es cuestión de comportamientos, las personas hacen lo que le conviene para llegar mejor de un punto al otro de una ciudad».

En este sentido, Jlubljana (capital de Eslovenia) ha sido un caso de éxito en el SmartcityExpo. Talvez sorprendió porque nadie conocía la ciudad antes, pero vimos como varias políticas han sido benefactoras para el desarrollo de su ciudad y que ha sabido mezclarlo con implementación tecnológica. Proyectos como la prohibición de cualquier tipo de transporte motorizado en el centro de la ciudad con el servicio de biking, que a la vez usa una tarjeta llamada URBANA que sirve para todos los servicios incluyendo los containers de basura, etc.
Pero nuevamente vemos que este tipo de proyectos está funcionando muy bien en ciudades que son pequeñas, con solo 270.000 habitantes, tal como fué el caso de Curitiba en Latinoamérica.
Mientras que en Bogotá donde luego de 11 años, el Transmilenio, sistema de transporte BRT, sigue teniendo problemas y poca aceptación en algunos sectores de la sociedad.

Mike Lydon nos habló de las tácticas urbanas, de su importancia en el prototipado de soluciones (tal como la peatonalización de la calle Broadway en NYC) para testear nuevas soluciones y generar estos cambios en la densidad del uso del suelo. Al mismo tiempo, esto incentiva a la participación y al compromiso ciudadano. ¿Cómo hacer que la gente se enamore de tu ciudad? El ejemplo de Grand Rapids Lip Dub es muy bueno.



«Corresponsabilidad compartida» es el concepto primordial para las ciudades si queremos que estan sean inteligentes, dijo Claudio Orrego Larraín el ex-intendente de Peñalolen (chile) y me pareció interesante. Otra forma de participación entre los diferentes sectores sociales.

Respecto a la capacidad de los gobiernos de hacer frente a las nuevas tendencias y al prototipado, New Urban Mechanics de la ciudad de Boston es una respuesta interesante. Un centro desarrollado para experimentar, y desarrollar aplicaciones que den respuesta a necesidades de los ciudadanos sin ver un riesgo político alto, y al mismo tiempo disminuir el riesgo de los emprendedores ya que «cuando están mal conectados con las personas indicadas, el riesgo aumenta». Por eso esta unidad gubernamental ayuda a conectar a la gente que tiene ideas, con las que puedan realizarlas y con quien tiene ganas de participar en una mejor ciudadanía.

Internet of Things y Open Data

La gran pregunta es ¿Qué hacer con los datos?. Por un lado hay un gran número de nuevos servicios disponibles, pero tenemos un déficit presupuestario. ¿Cómo podemos ser eficientes en el manejo de los datos?.
Por otro lado Andreas Lykke-Olesen nos dijo, «tenemos muchos datos sobre quienes van en auto, en que horas lo hacen, qué caminos toman, etc. pero no sabemos los argumentos por los cuales las personas cambiarían sus hábitos».

El miercoles pasado, con el grupo de IoT Madrid discutimos, a raíz de SmartCityExpo, ¿cómo se puede innovar usando tecnología pero sin depender de esta?. Es decir, ¿cómo cambiar los comportamientos de las personas y como actuar sobre la masa urbana de forma efectiva?.
Mi postura fué que si realmente queremos cambiar el comportamiento de las personas, debemos trabajar sobre los valores de las mismas. Y para modificar los valores y sus hábitos, se trata de que experimenten esos cambios. Por eso es importante la cultura del prototipado, pero al mismo tiempo tener en cuenta que las personas no cambian su parecer por tener más datos que nos digan que es lógico cambiar, sino que realmente «experienciarlo» y para eso hay que acudir a la creatividad y no a la tecnología. Aún hoy seguimos metaforizando procesos analógicos sobre los digitales, y dudo que como humanidad podamos salir de este paradigma.
Entonces, ¿vale la pena gastar millones en super sistemas o podemos innovar correctamente y hacer que las personas modifiquen su actuar para hacer ciudades más resilientes? Por ejemplo, disminuir la cantidad de basura, cambiar habitos de movilidad, etc.

Otro tema de importancia, son los nuevos objetos que se conectan (IoT o M2M) ¿Cómo hacer para conectarlos a todos? Aún no tenemos un protocolo que permita conectar diferentes dispositivos unos con otros. Talvez IPv6 será lo que permita que todos los objetos tengan una conexión única, pero no parece muy eficiente. Ni hablar del cableado, sino miren este ejempo de SmartHome.
Carlo Ratti, de SenseableCity Lab del MIT, nos dice «Todo será un sensor» y donde debemos hacer foto es cómo estos sensores conectarán con las personas. Él habló de IoToP (Internet of Things of People) y Rob Mcintosh nos contó de Metacity Interface, dos formas de repensar los ámbitos públicos, privados y personales. Hay demasiadas capas funcionando al mismo nivel, y hay que pensar cómo la tecnología reforma los espacios.
Cisco, por su lado, presenta Internet of Everything, como un ecosistema donde todo se conecta a través de una conexión distribuida, alegando que la centralización y el Cloud computing ya no son una opción.



El tercer problema de IoT es el real-time sensing. Muchos objetos pueden generar datos y almacenarlos, pero el gran reto es la respuesta inmediata, y por eso no podemos depender de conexiones a internet o a otros dispositivos. Por suerte con los nuevos dispositivos de Nanode o Raspberry pi, hay nuevas opciones para prototipar estos objetos. Este es otro argumento por el cual el Cloud computing no sería la respuesta.

Finalmente Alexandra Deschamps-Sonsino, de IoT London, quien a proposito tiene un hermoso proyecto de IoT Good Night Lamp, reflexionó acerca de lo inteligente (smartness). Y nos dijo que lo inteligente tiene que ver con el contexto, pues no todo es inteligente en todos los sentidos. Entonces ¿por qué no pensar en una inteligencia temporal?


En mi opinión, hay que comenzar a darle potencia a nuevos proyectos de IoT y trabajar en nuevos protocolos para que estos puedan unirse unos con otros. Así como funcionan redes como COSM, plataformas openSource donde se puedan recolectar y usar datos entre todos los ciudadanos. Grandes proyectos actuales son el Air Quality Egg o Smart Citizen.
Porque así como las computadoras llegaron a las casas, IoT será el nuevo paradigma para todos. Y si aún no lo parece, en 1984 el New York Times decía que las computadoras personales iban a ser un fracaso…

Ciudad como plataforma

Ya lo hemos escuchado varias veces, pero el concepto sigue siendo la clave. Y tiene que ver con abrir las puertas a un nuevo concepto de ciudad, donde el poder ya no está centralizado.
«Hemos podido comprobar que el reto no esta en las tecnologias, sino en los aspectos organizativos, de gestion y culturales», dijeron en el cierre del evento. Y es que están todos preocupados porque por primera vez se piensa que para lograr una SmartCity hay que colaborar entre los 3 sectores.
Y el gran problema es, ¿quién representa a la comunidad? ¿Quién representa a las ciudades?, lo cierto es que «los barrios cambian, nos gusta o no» y hay que estar a la altura.

mind the gap

Esteve Almirall nos dejó una reflexión interesante. Hasta ahora, todos los concursos de participación y de aplicaciones desde los gobiernos premian la mejor propuesta, dan recompensas por ello y motivan a través de la competencia, como si fuera que las personas no queremos mejorar nuestra propia ciudad. Esta idea debe cambiar y el valor de la participación en la construcción de las ciudades debe ser toda nuestra motivación. Pero esto va a suceder solo cuando los gobiernos sean realmente abiertos. Mientras tanto, el proyecto Adopt a Hydrant es un buen ejemplo realizado desde el New Urban Mechanics de Boston donde cada ciudadano se hace cargo del problema, que es de todos.

Business vs. Urbanism Smartcities

Volviendo al tema de fondo, ¿cómo vamos a alimentar energéticamente todos estos sistemas? Creo que estamos lejos de una respuesta para eso, las energías renovables son parte de la respuesta, pero la descentralización total es inminente y ahí es cuando los gobiernos centrales van a perder el poder y donde los sistemas super inteligentes manejados desde un panel, no tienen tanto sentido.
Aquí es donde yo creo que la idea de trabajo en redes interconectadas, donde se pierden los límites, donde se descentraliza el poder a causa de que todos necesitamos del otro para alimentar y subsistir se deja ver como un resultado obvio. Todos colaboraremos aportando datos de nuestros propios sensores, todos brindaremos energía a los sistemas eléctricos desde nuestros paneles solares, todos decidiremos qué futuro queremos en nuestra ciudades y estaremos obligados a ellos, con lo cual los ciudadanos inteligentes (smart citizens) tienen que despertar.
La energía nuclear, modelos de control como los de IBM, son modelos antiguos de centralización de energía e información que tienen su días contados.

Creo esencial trabajar en un City Protocol serio, en donde se asegure la libertad de los datos y su privacidad protegida. Pero ahora estamos en crisis donde se quiere controlar internet y el auge de la video-vigilancia hace ruido por todos lados, pero es solo latigasos del sistema que se ahoga en sus propios medios. iCity Project o CitySDK son algunas aproximaciones que parecen más interesantes en un primer momento.
El viernes pasado, realizamos con el grúpo IoT Barcelona un WalkShop. Una caminata ideada por Adam Greenfield para hablar sobre temas de seguridad y open data mientras se recorren las ciudades.
Hemos visto varios proyectos de «smartcity» que se intentaron implementar en la ciudad como prototipos, edificios inteligentes, sistemas de identificación entre otros no han sido más que un fiasco que por falta de presupuesto o fallas en su implementación, la mitad de ellos no están funcionales o presentan muchas fallas estructurales.
Entonces, ¿como podemos estar tan seguros de algo que cuesta demasiado dinero, sobretodo en tiempos de crisis; tiene un gran costo político y, por sobre todo, un costo social en donde el concepto de espacio público, bienes públicos y bienes comunes se ve afectado por estas nuevas capas tecnológicas?


Lo curioso de todo esto, es que Adam ya había adelantado mucho de este tipo de problemas y es evidente que todos estos gurúes de las SmartCities olvidaron leer Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing y ya pasaron 6 años de su publicación.
Es el momento de los consultores y especialistas nos reunamos y empecemos a trabajar enserio, porque parece que en otros ámbitos hay mucha intención pero están lejos de lograr algo que funcione. El tiempo es tirano.
Pablo Sanchez Chillón ha tenido una primer iniciativa abriendo un grupo de LinkedIn para discutir estos asuntos, pero todas las reuniones de comunidades en las ciudades son buenas para comenzar a trabajar. Es por eso que fomentamos realizar IoT Meetups o CityCamps para interconectar las experiencias y visiones.

Notas

Algunas soluciones que china quiere comenzar a trabajar, y que me parecen bastante más inteligentes.
Algo más sobre IoT como cambio social.
Nota sobre el evento New Cities Summit, que me parece que tiene mucho material relacionado. Y que me hace pensar que deberíamos buscar nuevas opiniones o bien, aceptar que estamos estancados.

Otras notas de amigos respecto al SmartCityExpo

Smart Citizens in the Data Metropolis, por Mara Balestrini.
It’s About the People, Stupid, por Boyd Cohen.
Le citta’, la City Protocol Society e la corsa al Far West, por Claudio Forghieri.
3 Problems With ‘City Protocol Society’, por Boyd Cohen.
Smart Open Cities? Thoughts from the Smart City Expo, por Julia Lopez Ventura.

buzz lightyear smart city

Desafíos para la industria (algunos gráficos que capturé)














New Aesthetic: Arte y tecnología más juntos que nunca

new aesthetics
Hace tiempo que no vemos nuevas teorías en el arte, y mucho menos mezclados con tecnología. Luego del NET art y el glitch nacidos en las primeras décadas de la informática, pareciera que las «nuevas tecnologías» han invadido las artes y se ha convertido casi en un paradigma.
Aún así, las teorías fueron pocas. Esa separación entre el arte y la tecnología se mantiene ciertamente distante.

Pero así como William Morris se negaba a la imprenta como tecnología, en la actualidad también hay quienes se niegan a aceptar esta separación entre lo que el hombre puede hacer y lo que las máquinas «dan». El movimiento «New Aesthetics» tiene que ver con eso. Incluso podría denominarlo como el Art Nouveau de nuestra era. O incluso el nuevo Bauhaus.

El movimiento New Aesthetics (que no sabría como traducir al español sin caer en «nueva estética» por ser demasiado literal) se obsesiona por una visión computacional y en el procesamiento de datos. Nada nuevo en términos. Pero que curiosamente todos los teóricos comienzan a darle forma, no a través de un movimiento, sino de un Tumblr armado por James Bridle que intenta definirlo en una serie de micropost. Lo cual de por si ya es curioso.
En términos estéticos, la forma de definir el New Aesthetics es «ver como lo vería un dispositivo». En «cristiano» sería como ver a través del casco de Robocop o Google Glass. Pero no hablamos solo de realidad aumentada, la visión de los dispositivos está en un mapa, en un render o en información dura.
Hasta ahora, el movimiento no tiene una estética predefinida, y eso lo hace que sea tan complejo. Talvez reconocemos el futurismo o el constructivismo por sus formas tan definidas, pero otros movimientos como el Dadá tenían un manifiesto sin definirse estéticamente. En este caso es lo mismo.

Si bien Bridle aclara que no es un movimiento, ya que solo es «reunir lo que hay por ahí», una vez que se define es probable que se transforme en una guía para la creación. No se puede resumir en un manifiesto, es una colección de «agregadores» (tumblr, twitter, etc) que permite la colaboración para crear este conjunto de imágenes.

Todo esto se trata, en algún punto de Internet of things, es decir, los objetos conectados. Y según Greg Borenstein New Aesthetics tiene una relación íntima con la Ontologia orientada a los objetos. Aquel estudio filosófico de la existencia misma de los objetos. O como dice Ian Bogost, es lo que concierne a la experiencia de los objetos.
En ese sentido, creo que la apreciación de Slavoj Zizek respecto a la Realidad de lo virtual es una forma más filosófica de abordar esta misma problemática, contraponiendo el concepto de Realidad Virtual con la idea de que lo virtual modifica la realidad continuamente.

Mientras tanto, Ian Bogost usa el término Carpentry ( Viene del termino Carpentered: hacer, terminar, o reparar elementos de madera) para referirse a la práctica de hacer cosas que especulan como los objetos entienden su propio mundo. Si bien la definición de la palabra se refiere a objetos con madera, él se refiere específicamente a los objetos hecho a mano, sin ser exclusivamente de este material. Probablemente relacionado al prototipado.
Y en ese sentido, podemos creer que New Aesthetics confía en los productos de corta duración, en su obsolescencia y por lo tanto en la curiosidad de la creación constante. Un meme de los objetos.

Para terminar de entender qué es (lo cual resulta bastante dificil por esta falta de definición) podemos decir que New Aesthetic es un producto de la cultura moderna conectada. Es una «teoría de los objetos» aplicada al arte, un concepto compartido por la naturaleza de las redes. Podríamos decir, una inteligencia colectiva, difusa, abierta.

Es lo digital chocando con el mundo físico. Es interface.

Una imagen de google maps, un código QR en un afiche, pixels impresos, tipografías digitales en papel, información procesada, información sin procesar, visualizaciones, glitch, imágenes satelitales, imágenes del espacio, vestidos impresos, leds que responden a sensores, 8-bits, atompunk, steampunk, cyberpunk, pixelpunk…. Pero son solo imágenes? Nicolas nova intenta ir un poco más allá creando lenguajes por robots.

Les dejo una charla en donde Bridle intenta explicarlo…

Pueden buscar o agregar nuevas imágenes al movimiento en tumblr usando el tag New Aesthetics.

Links de referencia

Foto de la portada vía Flickr.

Caffé pagato, una forma de trueque

jonathan's cardEn realidad no es trueque propiamente dicho, pero es una gran idea. El Caffé pagato es una costumbre en Italia, y consiste en que una persona puede pagar por adelantado 1, 3 o la cantidad que quiera de cafe para quien luego quiera consumirlos. Es así que uno puede ir a un bar y encontrarse que alguien ya pagó por tu café. Por supuesto, suele haber personas que en ese momento no tiene dinero para pagar su café entonces van en busca de un café pagato.
De esta manera se desarrolla un intercambio entre quienes donan cafe y quienes lo reciben en una relación de mutua confianza social.

Bajo este mismo concepto, Jonathan Stark pensó hacer lo mismo con su tarjeta Starbucks (en Estados Unidos y otros países, la empresa tiene tarjetas prepagas para comprar café). Uno podía imprimir su tarjeta e ir al starbucks para comprar con ella un café. Luego, si quería podía donar a la cuenta la cantidad de dinero necesaria, así el próximo se encontraba con crédito para poder comprar su café.

A mi me parece una idea genial y este tipo de situaciones se viene dando muy seguido, en la búsqueda de una confianza entre las personas. Pero parece que no a todos les pareció simpático este experimento y comenzaron a denunciarlo como fraude. La empresa se vió obligada a cancelar la tarjeta.
Durante el mes que este proyecto funcionó, se compraron más de 500 cafés y se gastaron aproximadamente U$S8.000.

Lo que sucedió es que un tal Sam Odio (es su apellido, aunque suene extraño) demostró que a través de una aplicación podría usar ese dinero con otros fines y sustrajo U$S625 (que luego habría devuelto, ya que era solo un experimento).

Me recuerda una frase que leí ayer de un paper que publicó Adam Greenfield hace unos años. «Una extensión es una amputación» y se refiere a que cualquier objeto que se inserte en la vida de las personas puede significar una limitación. Si bien es muy general, yo interpreto que al darle la libertad a las personas, atenta contra el imaginario de «seguridad» que tienen las personas respecto a los métodos de pago.

Por un lado, vemos una búsqueda constante de encontrar diferentes formas de intercambiar bienes a través de medios digitales y por otro lado, según lo veo yo, tenemos un gran problema que es ( en teoría ) imposible de esquivar. Y es que cualquier medio informático es potencialmente inseguro, y puede fallar.
Es interesante que se puedan hacer este tipo de experimentos en la vida real, pero sigo pensando en que va a ser muy difícil lograr un sistema realmente seguro. Aún no podemos salir de la tarjeta magnética como sistema seguro.
Incluso los bancos siguen implementando medidas contra fraudes (tarjetas de coordenadas, generadores de códigos únicos, etc). Y mientras tanto, se siguen probando sistemas como QR codes o NFC para su futura implementación.

Más allá de las innovaciones tecnológicas, veo que hay un problema social que es la confianza y la sinceridad en el intercambio de bienes. Todos los sistemas funcionan hasta que alguien intenta romperlo, y no suele ser tan difícil.

Vía GOOD

Charlando en el Barcamp Litoral

barcampUna nueva edición de Barcamp en nuestro país, pero ya no en Buenos Aires, sino en Santa Fé se va a realizar este sábado. Se anuncia el Barcamp más grande de latinoamérica con más de 2.000 asistentes! Bien por los organizadores porque la están llevando!
Habrá en el predio de la UTN muchas cosas para hacer, pero además una vez más voy a estar hablando sobre las cosas que me gusta. En este caso voy a estar mostrando algunas acciones interactivas y dando algunos consejos.
Entre tantas charlas de seguridad y marketing online, prometo mostrar cosas divertidas y motivantes. No dejen de votar mi charla y ver qué otras cosas interesantes hay.

Así que ya saben, si están por Santa Fé capital, pueden darse una vuelta por acá: http://www.barcamplitoral.com.ar/

El peligro de los prosumidores y las nuevas tecnologías

open kinectQuiero avisar que esta nota va a estar repleta de juicios apresurados y probablemente diga cosas de las uqe me pueda arrepentir, pero son experiencias, sensaciones que tengo.
Muy bien, estaba viendo el video donde los artistas predicen el futuro que salió hoy por la red, o bien podríamos decir que describen el presente.
El arte en si, no predice el futuro con palabras, sino mediante el arte, el que habla no puede hacerlo sobre un futuro.

El video está buenisimo, no puedo negarlo. Pero como dije en twitter, siento que la tecnología no nos está llevando para ningún lado. Obviamente siempre hay cosas útiles y cosas del demonio, pero me refiero a sentidos más prácticos y en el arte y la cultura más específicamente.
Por un lado está el problema de los prosumidores. La tecnología, internet y todas esas cosas fantásticas nos traen la posibilidad de que todos estén continuamente creando cosas. Un buen ejemplo son los hipsters, que aún no se si odiarlos o sorprenderme, me apena pensar que son como un intento fallido de Andy Warhol pero con internet. Porque es eso, aún no pasamos del postmodernismo en el arte.
Probablemente la sociedad de a poco está evolucionando a la fuerza y los últimos años podemos decir que hay un cambio más allá de lo digital, veo de a poco tratando de salir de este paradigma. Pero aún seguimos en lo Edad contemporanea, que empezó hace más de un siglo., sino fijense que todo son evoluciones del ready-made.

Las nuevas industrias culturales

Voy a hacer un llamado los estudios culturales (pueden darse un ejemplo con este paper interesante llamado «La industria creativa como engaño de masas») y voy a adelantarme diciendo que la masificación de la tecnología hace que nos volvamos ciegos ante la fascinación de las expresiones. Algo así como pasaba con la tele y la radio con la hiper-información pero ya no es información sino sensaciones.
Me refiero a los campos 3D, los sistemas de detección que tornan al mundo fuera de su realidad. Y a todos nos parece fantástico , incluso cosas como el cine 3D de hace varias décadas que es absurdamente obsoleto, pero finalmente son como una droga que nos fascina y nos olvidamos de que hay una realidad con tantos sentidos que no somos capaces de absorber.

Como dijo Fernanda Romano, en la charla del ojo, «la realidad y la virtualidad ya son falsas» y buscamos la deformación para creer que estamos más allá, para negar nuestra realidad.

Está bien, no voy a negarlo, a mi me encanta la tecnología y me la paso investigando sobre nuevos usos. Y justamente me salta la ficha en ese momento en que siento que no me satisface, que por más que nos convirtamos en androides súper poderosos, la satisfacción está en nuestro interior.
Porque realizarse, llevar adelante un proyecto o descubrir algo nuevo es algo que enriquece al espíritu, y la voluntad y el entusiasmo lo fortalecen. Pero es momentáneo, es una realización que no sirve de nada si no nos construimos en nuestro interior.

El otro día estaba viendo la versión 2011 de Zeitgeist y me pareció muy interesante el ejercicio de pensar un mundo totalmente nuevo, porque mal que nos pese, creo que culturalmente estamos jodidos…

Yo creo que si ese es el futuro que tenemos, seguiremos dormidos como sociedad creyendo que somos multiculturales porque un pibe de ojos rasgados se junta con un morochito y un yanki. No es así y tampoco digo que la multiculturalidad es como debería ser. Por ahí eso se pierda y ayude a unir más a los humanos, pero no hay que mentirse porque es políticamente correcto. Y tampoco descartemos que muchos vienen de sociedades donde el arte es una actividad apoyada por instituciones y el estado bajo subvenciones o universidades, podríamos decir supermercados culturales, y luego se exponen en galerías y museos, es un arte político. Muchos otros no, se la juegan un poquito más.

El verdadero cambio

Por otro lado, recuerdo «la teoría de las dos vertientes en la estética» de Marta Zatonyi que estudié en la facultad, basada en la dialéctica de Hegel. Y viendo la calidad de las obras, pensando en el discurso individualista de estas, mostrando esta realidad deconstruida y subreal, no me deja más que pensar en la angustia social que proyectan. Es la incertidumbre que nos acecha y en la impotencia del ser humano frente a todo esto.
Y escuchando lo que dicen en el video, de un futuro enriquecedor y de experimentación, hay algo muy contradictorio. Algo que no se deja ver detrás de toda esa explosión de sensaciones. Evidentemente se viene un cambio, pero estamos en la peor etapa, aún hay que llegar hasta el fondo para poder remontar.

Finalmente quiero decirles que no niego que hay cosas geniales, y las cosas pasan, internet nos ayuda a verlas y disfrutar. Pero cuidado con el mensaje, lo que intepretan de todo eso, si es que aún tienen esa capacidad.

Les dejo el video porque no pueden dejar de verlo, eso si, está en ingles nada más…

Viviendo con ansiedad

AnsiedadTengo un gran problema que es la ansiedad. Mejor dicho, tenemos un gran problema. Todos en sociedad, viviendo en ciudades sufrimos de ansiedad.
Para que se den cuenta, la idea de progreso nace en las ciudades europeas y es el motor de nuestra vida, ¿qué es sino la ansiedad por llegar cada día mas allá hasta el infinito?.
Digamos que es la mejor excusa, para estar todo el día pensando en «hay que mejorar», lo que sea, sin saber por qué.
Pero bueno, ya estamos acá, el día que inventemos algo para poder elegir donde y cuando vivir, podremos hacerlo. Por ahora nos contentamos con sobrevivir en los monstruos urbanos.
Sigue leyendo