Fin del Mundo!


La idea de fin del mundo me parece fascinante. Nos pone en una gran dicotomía como seres humanos. Por un lado la idea de que existe algo superior que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas y de todo lo que conocemos. Por más que sea la muerte de todos o solo un cambio superficial, creer en que un suceso puede modificar algo de lo que no tenemos control es tremendo para la conciencia humana, es el esoterismo puro.
Pero también existe la visión conformista o racional de que todo seguirá como está. Ya sea porque no hay pruebas suficientes de que algo ocurra y descreemos científicamente en ello, o bien consideramos que todas las pruebas astronómicas no son suficientemente «científicas» para ser válidas, osea descreemos subjetívamente.

Ejemplos para dar, puede ser que la NASA haya emitido un reporte de que nada pasará. Pero todos sabemos que en la NASA trabajan seres humanos y creo que la NASA nunca dijo que los terremotos de Chile, Indonesia o Japón que destrozaron ciudades iban a suceder.

Con lo cual, yo creo que estamos a ciegas, y es una cuestión de creencias. Y no quiero dejar de lado a aquellos que creen que es el fin del mundo en un sentido espiritual, pero me quiero abstener de opinar sobre ese tipo de pensamientos.

El asunto es que nuevamente el hombre es nuestro límite. No podemos pensar más allá de lo que nos pasa. Y yo soy un apocalíptico, para mi todo el tiempo el mundo se acaba, con cada cambio mínimo creo que nada será diferente.
Con lo cual puedo decirles, que ya me acostumbré bastante a este tipo de sensación.

No podemos saber que/cuando/como pasará, podemos prepararnos pero ni siquiera sabemos para qué. Y eso aterra al hombre. Algunos respondiendo drásticamente con el suicidio, y otros por la negación. Pero lo cierto es que el abismo al que nos enfrentamos es único e irrepetible, y ese mundo que conocemos hasta el momento en que nos ponemos a pensar en el fin del mundo ya acabó, queramos o no.

Hackatones, concursos, prototipados y aplicaciones con soluciones reales

A raíz de una crítica sobre los hackatones, en general, y sobre el DAL que se celebró recientemente en varias ciudades de Latinoamérica, han surgido varios puntos que vengo tomando nota hace un tiempo respecto a esta nueva cultura de participación.

Como comentaba, DAL tuvo varias aplicaciones interesantes, y talvez como dice Sasaki, dificilmente las veamos en su versión final para ser usada. Lo mismo con BA Apps, que ayer se dieron a conocer los ganadores. De los cuales Bicicleta Buenos Aires y Parkando fueron los seleccionados y me deja pensando que ambos tienen que ver con mapas y movilidad.

El asunto es ¿qué incidencia puede tener este tipo de concursos a la innovación social?. Tal como hablaba ayer con gente de Gobierno Abierto del GCBA, es cierto que no se puede hacer un seguimiento de los proyectos, sino tan solo ellos intentan dar un soporte para ayudar a aquellas aplicaciones que puedan dar un salto y salir al mercado, o por lo menos estructurarse mejor y postular para una inversión real. Estamos asumiento entonces que hay una cultura de emprendedorismo detrás de este movimiento.

Pero ¿cómo mezclar el bien público con el modelo emprendedor? Por supuesto que es compatible y necesario, pero aquí la funcionalidad es crítica y el objeto de la aplicación debe tener como fin último el bien común. Por eso, creo que este tipo de empresas que comienzan a surgir tienen que ir de la mano con programas como Empresas B o por lo menos tener un gran sentido de responsabilidad social.

Volviendo al foco. Clay Johnson, director de Sunlight Labs, asegura que no hay que enfocarse en los concursos de aplicaciones sino en crear comunidad. Y de esto se desprende el segundo tema.
En general los concursos y hackatones en latinoamérica están orientados a un tipo de público, ya sea desarrolladores, sector público o diseñadores. Noviembre fué un més lleno de ellos y era notable que había muchos desarrolladores, muchos diseñadores o muchos especialistas. Pero nunca todos juntos.

Se que es muy dificil atraer a distintos públicos. Tuvimos la experiencia de CityCamp que fué fantástica en ese sentido, pero aún los urbanistas no entienden la importancia de una app, y los desarrolladores terminan desarrollando algo para un problema que suponen y del cual no tienen conocimiento. Y resulta que, de esta manera, la capacidad de innovación es mínima, ya que terminan copiando proyectos de afuera o bien no resuelven problemas de la comunidad.
También pasa al revés, en DAL había muchas necesidades desde ONGs y pocos desarrolladores que puedan tomarlo, pero lo peor fué que no había diseñadores (UI/UX), profesión que está en déficit en este país.

Entonces, ¿cómo convocar al resto? sin duda es un trabajo dificil, pero para eso, la comunidad tiene que abrirse. No es tan sencillo como armar una convocatoria por redes sociales. Hay que ir a buscar a las comunidades donde están y demostrarles de lo importante que es. Y para eso es un trabajo constante que hay que hacer todos los meses.

Por otro lado, falta una orientación hacia la innovación social. En Argentina, y creo que en el resto de Latinoamérica es similar, no tenemos cultura de innovación, y mucho menos en ámbitos más duros como en el de las ciencias informáticas. Por eso me parece escencial hacer un seguimiento, o bien entrenar a los participantes en capacidades de innovación.
Se pueden armar sesiones de problematización, o de brainstorming, hasta generar mapas complejos para analizar como afecta la idea al entorno al que será aplicada.
En general, los hackatones consisten en una presentación de idea, que es desprendida de una necesidad real o supuesta, y sin ningún tipo de análisis profundo se piensa en sus funcionalidades y luego se hace un diseño acorde mientras se la programa.
Con la excusa de que el tiempo es corto, y con el desconociemiento, se saltean procesos en donde la creatividad y la innovación real se fermenta. Y acá es donde luego vemos aplicaciones sencillas, que quedan en la nada. Ni hablar de modelo de negocios para que esa aplicación evolucione.

Y no quiero que se entienda esto como una crítica a la cultura del prototipado o de la actividad hacker, al contrario, me parece que es lo que falta. Hay una ausencia de metodología de prueba-error, de saltos creativos y de improvisación. Es lo que hace que los participantes vayan a lo seguro, a lo obvio.
Y me trae a duda entonces el sentido del hackatón y la metodología de premiación. Porque como se viene haciendo, con la excusa de motivar a los participantes, estos dejan de arriesgar. Como comentaba en mi post sobre SmartCityExpo, Esteve Almirall insistía con que la participación cívica debe ser por el bien mismo y no por un premio. Porque así se pierde, no solo el sentido de la cultura hacker sino tambien se genera una dependencia directa y nos olvidamos del procomún como situación emergente.

Resumiendo

Es necesario lograr una convocatoria más abierta para generar una interacción real y contundente, es necesario capacitar a los participantes en innovación social y fomentar la experimentación. Todo esto puede realizarse desde mejoras en los formatos de los eventos/concursos.
Las ideas por si solas no sirven, no generan innovación. Esto ya lo vengo comprobando desde que lancé 10.000ideas, proyecto que me parece fantástico justamente porque permite comprar exactamente eso.

«In other words, if your goal is teaching people to code software, to learn how to play with data, foster engagement, create community, spread tools or share knowledge as well as create some product like an app or a visualization, then I wouldn’t run a competition. Instead, I’d organize community events.»

Dice David Eaves

Aparte de las mejoras que se pueden hacer, hay que pensar el siguiente nivel. ¿Cómo hacer para que los resultantes de estos eventos tengan una integración útil y no quede en la nada? Waldo Jacquith le da importancia al modelo de negocios o bien a alguna forma de sostenibilidad, «de otra manera será solo un juguete que no hará nada para beneficiar a nadie».
Talvez los gobiernos que organizan concursos deban continuar su desarrollo, pensando en cómo retribuir a los participantes que van a donar la aplicación (el procomún es esencial acá), tener inversores dispuestos a apoyarlos o bien tener un asesoramiento y apoyo para que esta aplicación evolucione, etc.

Por último quiero dejar en el tintero dos temas que serán parte de la agenda en 2013. Por un lado, este año todas las comunidades de openData están de acuerdo en que hay una gran incógnita respecto a quien le resulta útil toda esta información que se está liberando desde diversas instituciones. ¿Quién tiene acceso y para qué son útiles los datos abiertos?¿Realmente estamos generando algo de innovación o es solo una moda? que sin duda genera mejoras en varios sentidos.
El segundo tema es Internet of Things. Aún en latinoamérica está muy verde, en Europa ya empiezan a ver una ofuscación con el tema de los sensores ciudadanos, pero es importante que la comunidad se desarrolle y empecemos a fomentarlo en los hackatones y concursos.
Creo que solo con aplicaciones web y mobile no alcanza, hay que integrar y mejorar la oferta de objetos para ir hacia una verdadera SmartCity. Y por eso es que creamos el grupo IoT en Buenos Aires, para comenzar a forjar una comunidad en torno a los objetos.

Fuentes:

  • http://radar.oreilly.com/2011/08/app-contests-sustainability-usability.html
  • http://radar.oreilly.com/2011/07/app-outreach-and-sustainabilit.html
  • http://techpresident.com/news/wegov/23146/app-contest-or-not-app-contest
  • http://poikola.fi/apps-contests-everywhere/
  • http://davidsasaki.name/2012/12/on-hackathons-and-solutionism/
  • Foto de portada: http://www.yobinario.net/2012/12/hoy-comienza-desarrollando-america.html

Smart-everything: SmartCityExpo a tope

La semana pasada se festejó lo que sería la convención más convocante sobre Ciudades Inteligentes, en Barcelona, que le ha puesto muchas fichas a este asunto.
En el SmartCityExpo han participado muchas ciudades del mundo. Desde Kansas, México, Córdoba, hasta Seuol, por solo nombrar algunas. En números, 7065 visitantes, 319 speakers, 82 paises, 1781 municipalidades.

La mayor expectativa sobre el evento era la presentación del CityProtocol, proyecto en el que varias ciudades vienen trabajando hace 6 meses y poco se sabía hasta ahora. Y poco se sigue sabiendo, porque ha sido la decepción del evento. El primer día nadie sabía muy bien de que se trataba, al final del evento nos había quedado claro que el proyecto es solo una intención de varias ciudades de ponerse de acuerdo en la implementación de políticas para las Smartcities, pero tampoco se sabe muy bien como funcionará esto. Y cuando digo varias ciudades Es que no son todas y llama la atención que falten algunas.

Las conferencias a las que he asistido fueron en general las que me interesaban a mi y casualmente no eran las más importantes para el evento, eso ya dejaba ver como priorizaban los contenidos. Además de la Smartcity Plaza junto con la zona de stands que era puramente comercial y un lugar donde se desangraba el concepto social de la vida en la ciudad a cambio de la idea de que la tecnología, en términos económicos y estadísticos, podría en algún futuro resolvernos la vida, el calentamiento global y la crisis.
Porque aquí en España, de lo único que se habla es de la crisis, y todos estamos preocupados, pero si gastamos muchos millones en sistemas inteligentes, vamos a ahorrar dinero. Un dinero que nunca tuvimos ni tendremos, en general es para todos por igual y esto no queda claro.
Como dijo Carlo Ratti en otra conferencia ayer, «esto se trata de ahorrar dinero, no de gastar más dinero».

Otra cosa que se trasluce desde el evento en si, es que con la cantidad de sistemas de parking, de luces inteligentes y proyectos de recolección de basura que hay en oferta, es claro que todas las ciudades que se entusiasmen con la idea de incorporarlos a sus infraestructuras, en el futuro se encontrarán con la falta de soporte técnico, compatibilidad y entramado de los datos con los que se está trabajando.

En muchas ocasiones me he acercado a preguntar qué pasa con los datos que se genera, y la mayoría de las empresas me han respondido que «se integra perfectamente con la plataforma del ayuntamiento o donde se necesite» y claro, de APIs abiertas nadie hablaba.

«Entonces, ¿SmartCity es sobre tecnología?», me ha preguntado Joaquin Braulio unos días después de la conferencia. Porque el gran tema es que por mas que ahorremos energía y tengamos sistemas hidráulicos de recolección de basura (lo he visto), las personas siguen consumiendo productos llenos de paquetes y papeles envoltorios, consumiendo agua embotellada y las empresas siguen pensando en RSE como forma de «hacer un bien a la sociedad».
Está más que claro que una parte de las SmartCities tiene que ver con resiliencia y sostenibilidad como forma de ecosistemas, y no de «implantes tecnológicos». No se resuelve ahorrando, se debe cambiar la cultura que hace 5000 años llevamos como costumbre de muchos malos hábitos.

Uno de los pocos items en que quedó como conclusión en el evento es la necesidad de reducir la huella de carbono. Bien! ¿No estamos hace años con eso? Pero parece que no han encontrado otro indicador más universal para medir el producto de esta tendencia. Y eso es un problema.
Y aquí la culpa es nuestra, donde los investigadores debemos profundizar más en indicadores y que no nos sigan vendiendo peras por manzanas. Creo que Boyd Cohen tiene un gran trabajo realizado en su SmartCity Wheel.

Movilidad + Urbanismo = Land use

El gran tema que aqueja a muchas ciudades, siendo una de ellas Buenos Aires, es lo que se conoce como Commuting, el viaje de tu casa al trabajo.
En Hong Kong por ejemplo se tarda 11 minutos, teniendo 10 millones de habitantes, pero en México DF se puede tardar hasta 4hs, en Buenos Aires 2hs con 3 millones de habitantes.
Eso no solo genera un gasto de energía grande, sino que también se considera que a partir de los 30 minutos de viaje se disminuye mucho la calidad de vida de las personas.

La clave según el estudio Gehl Architects, uno de los más avanzados en el tema urbanismo, es programar la densidad del uso del suelo -Land Use Density-. Porque según ellos «la movilidad es cuestión de comportamientos, las personas hacen lo que le conviene para llegar mejor de un punto al otro de una ciudad».

En este sentido, Jlubljana (capital de Eslovenia) ha sido un caso de éxito en el SmartcityExpo. Talvez sorprendió porque nadie conocía la ciudad antes, pero vimos como varias políticas han sido benefactoras para el desarrollo de su ciudad y que ha sabido mezclarlo con implementación tecnológica. Proyectos como la prohibición de cualquier tipo de transporte motorizado en el centro de la ciudad con el servicio de biking, que a la vez usa una tarjeta llamada URBANA que sirve para todos los servicios incluyendo los containers de basura, etc.
Pero nuevamente vemos que este tipo de proyectos está funcionando muy bien en ciudades que son pequeñas, con solo 270.000 habitantes, tal como fué el caso de Curitiba en Latinoamérica.
Mientras que en Bogotá donde luego de 11 años, el Transmilenio, sistema de transporte BRT, sigue teniendo problemas y poca aceptación en algunos sectores de la sociedad.

Mike Lydon nos habló de las tácticas urbanas, de su importancia en el prototipado de soluciones (tal como la peatonalización de la calle Broadway en NYC) para testear nuevas soluciones y generar estos cambios en la densidad del uso del suelo. Al mismo tiempo, esto incentiva a la participación y al compromiso ciudadano. ¿Cómo hacer que la gente se enamore de tu ciudad? El ejemplo de Grand Rapids Lip Dub es muy bueno.



«Corresponsabilidad compartida» es el concepto primordial para las ciudades si queremos que estan sean inteligentes, dijo Claudio Orrego Larraín el ex-intendente de Peñalolen (chile) y me pareció interesante. Otra forma de participación entre los diferentes sectores sociales.

Respecto a la capacidad de los gobiernos de hacer frente a las nuevas tendencias y al prototipado, New Urban Mechanics de la ciudad de Boston es una respuesta interesante. Un centro desarrollado para experimentar, y desarrollar aplicaciones que den respuesta a necesidades de los ciudadanos sin ver un riesgo político alto, y al mismo tiempo disminuir el riesgo de los emprendedores ya que «cuando están mal conectados con las personas indicadas, el riesgo aumenta». Por eso esta unidad gubernamental ayuda a conectar a la gente que tiene ideas, con las que puedan realizarlas y con quien tiene ganas de participar en una mejor ciudadanía.

Internet of Things y Open Data

La gran pregunta es ¿Qué hacer con los datos?. Por un lado hay un gran número de nuevos servicios disponibles, pero tenemos un déficit presupuestario. ¿Cómo podemos ser eficientes en el manejo de los datos?.
Por otro lado Andreas Lykke-Olesen nos dijo, «tenemos muchos datos sobre quienes van en auto, en que horas lo hacen, qué caminos toman, etc. pero no sabemos los argumentos por los cuales las personas cambiarían sus hábitos».

El miercoles pasado, con el grupo de IoT Madrid discutimos, a raíz de SmartCityExpo, ¿cómo se puede innovar usando tecnología pero sin depender de esta?. Es decir, ¿cómo cambiar los comportamientos de las personas y como actuar sobre la masa urbana de forma efectiva?.
Mi postura fué que si realmente queremos cambiar el comportamiento de las personas, debemos trabajar sobre los valores de las mismas. Y para modificar los valores y sus hábitos, se trata de que experimenten esos cambios. Por eso es importante la cultura del prototipado, pero al mismo tiempo tener en cuenta que las personas no cambian su parecer por tener más datos que nos digan que es lógico cambiar, sino que realmente «experienciarlo» y para eso hay que acudir a la creatividad y no a la tecnología. Aún hoy seguimos metaforizando procesos analógicos sobre los digitales, y dudo que como humanidad podamos salir de este paradigma.
Entonces, ¿vale la pena gastar millones en super sistemas o podemos innovar correctamente y hacer que las personas modifiquen su actuar para hacer ciudades más resilientes? Por ejemplo, disminuir la cantidad de basura, cambiar habitos de movilidad, etc.

Otro tema de importancia, son los nuevos objetos que se conectan (IoT o M2M) ¿Cómo hacer para conectarlos a todos? Aún no tenemos un protocolo que permita conectar diferentes dispositivos unos con otros. Talvez IPv6 será lo que permita que todos los objetos tengan una conexión única, pero no parece muy eficiente. Ni hablar del cableado, sino miren este ejempo de SmartHome.
Carlo Ratti, de SenseableCity Lab del MIT, nos dice «Todo será un sensor» y donde debemos hacer foto es cómo estos sensores conectarán con las personas. Él habló de IoToP (Internet of Things of People) y Rob Mcintosh nos contó de Metacity Interface, dos formas de repensar los ámbitos públicos, privados y personales. Hay demasiadas capas funcionando al mismo nivel, y hay que pensar cómo la tecnología reforma los espacios.
Cisco, por su lado, presenta Internet of Everything, como un ecosistema donde todo se conecta a través de una conexión distribuida, alegando que la centralización y el Cloud computing ya no son una opción.



El tercer problema de IoT es el real-time sensing. Muchos objetos pueden generar datos y almacenarlos, pero el gran reto es la respuesta inmediata, y por eso no podemos depender de conexiones a internet o a otros dispositivos. Por suerte con los nuevos dispositivos de Nanode o Raspberry pi, hay nuevas opciones para prototipar estos objetos. Este es otro argumento por el cual el Cloud computing no sería la respuesta.

Finalmente Alexandra Deschamps-Sonsino, de IoT London, quien a proposito tiene un hermoso proyecto de IoT Good Night Lamp, reflexionó acerca de lo inteligente (smartness). Y nos dijo que lo inteligente tiene que ver con el contexto, pues no todo es inteligente en todos los sentidos. Entonces ¿por qué no pensar en una inteligencia temporal?


En mi opinión, hay que comenzar a darle potencia a nuevos proyectos de IoT y trabajar en nuevos protocolos para que estos puedan unirse unos con otros. Así como funcionan redes como COSM, plataformas openSource donde se puedan recolectar y usar datos entre todos los ciudadanos. Grandes proyectos actuales son el Air Quality Egg o Smart Citizen.
Porque así como las computadoras llegaron a las casas, IoT será el nuevo paradigma para todos. Y si aún no lo parece, en 1984 el New York Times decía que las computadoras personales iban a ser un fracaso…

Ciudad como plataforma

Ya lo hemos escuchado varias veces, pero el concepto sigue siendo la clave. Y tiene que ver con abrir las puertas a un nuevo concepto de ciudad, donde el poder ya no está centralizado.
«Hemos podido comprobar que el reto no esta en las tecnologias, sino en los aspectos organizativos, de gestion y culturales», dijeron en el cierre del evento. Y es que están todos preocupados porque por primera vez se piensa que para lograr una SmartCity hay que colaborar entre los 3 sectores.
Y el gran problema es, ¿quién representa a la comunidad? ¿Quién representa a las ciudades?, lo cierto es que «los barrios cambian, nos gusta o no» y hay que estar a la altura.

mind the gap

Esteve Almirall nos dejó una reflexión interesante. Hasta ahora, todos los concursos de participación y de aplicaciones desde los gobiernos premian la mejor propuesta, dan recompensas por ello y motivan a través de la competencia, como si fuera que las personas no queremos mejorar nuestra propia ciudad. Esta idea debe cambiar y el valor de la participación en la construcción de las ciudades debe ser toda nuestra motivación. Pero esto va a suceder solo cuando los gobiernos sean realmente abiertos. Mientras tanto, el proyecto Adopt a Hydrant es un buen ejemplo realizado desde el New Urban Mechanics de Boston donde cada ciudadano se hace cargo del problema, que es de todos.

Business vs. Urbanism Smartcities

Volviendo al tema de fondo, ¿cómo vamos a alimentar energéticamente todos estos sistemas? Creo que estamos lejos de una respuesta para eso, las energías renovables son parte de la respuesta, pero la descentralización total es inminente y ahí es cuando los gobiernos centrales van a perder el poder y donde los sistemas super inteligentes manejados desde un panel, no tienen tanto sentido.
Aquí es donde yo creo que la idea de trabajo en redes interconectadas, donde se pierden los límites, donde se descentraliza el poder a causa de que todos necesitamos del otro para alimentar y subsistir se deja ver como un resultado obvio. Todos colaboraremos aportando datos de nuestros propios sensores, todos brindaremos energía a los sistemas eléctricos desde nuestros paneles solares, todos decidiremos qué futuro queremos en nuestra ciudades y estaremos obligados a ellos, con lo cual los ciudadanos inteligentes (smart citizens) tienen que despertar.
La energía nuclear, modelos de control como los de IBM, son modelos antiguos de centralización de energía e información que tienen su días contados.

Creo esencial trabajar en un City Protocol serio, en donde se asegure la libertad de los datos y su privacidad protegida. Pero ahora estamos en crisis donde se quiere controlar internet y el auge de la video-vigilancia hace ruido por todos lados, pero es solo latigasos del sistema que se ahoga en sus propios medios. iCity Project o CitySDK son algunas aproximaciones que parecen más interesantes en un primer momento.
El viernes pasado, realizamos con el grúpo IoT Barcelona un WalkShop. Una caminata ideada por Adam Greenfield para hablar sobre temas de seguridad y open data mientras se recorren las ciudades.
Hemos visto varios proyectos de «smartcity» que se intentaron implementar en la ciudad como prototipos, edificios inteligentes, sistemas de identificación entre otros no han sido más que un fiasco que por falta de presupuesto o fallas en su implementación, la mitad de ellos no están funcionales o presentan muchas fallas estructurales.
Entonces, ¿como podemos estar tan seguros de algo que cuesta demasiado dinero, sobretodo en tiempos de crisis; tiene un gran costo político y, por sobre todo, un costo social en donde el concepto de espacio público, bienes públicos y bienes comunes se ve afectado por estas nuevas capas tecnológicas?


Lo curioso de todo esto, es que Adam ya había adelantado mucho de este tipo de problemas y es evidente que todos estos gurúes de las SmartCities olvidaron leer Everyware: The Dawning Age of Ubiquitous Computing y ya pasaron 6 años de su publicación.
Es el momento de los consultores y especialistas nos reunamos y empecemos a trabajar enserio, porque parece que en otros ámbitos hay mucha intención pero están lejos de lograr algo que funcione. El tiempo es tirano.
Pablo Sanchez Chillón ha tenido una primer iniciativa abriendo un grupo de LinkedIn para discutir estos asuntos, pero todas las reuniones de comunidades en las ciudades son buenas para comenzar a trabajar. Es por eso que fomentamos realizar IoT Meetups o CityCamps para interconectar las experiencias y visiones.

Notas

Algunas soluciones que china quiere comenzar a trabajar, y que me parecen bastante más inteligentes.
Algo más sobre IoT como cambio social.
Nota sobre el evento New Cities Summit, que me parece que tiene mucho material relacionado. Y que me hace pensar que deberíamos buscar nuevas opiniones o bien, aceptar que estamos estancados.

Otras notas de amigos respecto al SmartCityExpo

Smart Citizens in the Data Metropolis, por Mara Balestrini.
It’s About the People, Stupid, por Boyd Cohen.
Le citta’, la City Protocol Society e la corsa al Far West, por Claudio Forghieri.
3 Problems With ‘City Protocol Society’, por Boyd Cohen.
Smart Open Cities? Thoughts from the Smart City Expo, por Julia Lopez Ventura.

buzz lightyear smart city

Desafíos para la industria (algunos gráficos que capturé)














Un recorrido por las nuevas ciudades inteligentes del viejo mundo, vuelve #EuroStream

En 2010 hice mi primer viaje a Europa, la excusa era asistir a uno de los eventos más grandes de diseño que se realizaba en París, luego me dediqué a recorrer y conocer los MediaLabs que estaban emergiendo en la península Ibérica.
Hoy estoy partiendo a Londres, Barcelona y Madrid pero con un nuevo paradigma, las ciudades inteligentes.

Asistiré al SmartCityExpo, el mayor encuentro de ciudades, y luego estaré conociendo varios proyectos que se están llevando a cabo para mejorar la vida de las ciudades.
Al mismo tiempo, estaré difundiendo el trabajo que estamos desarrollando con CityCamp y el nuevo proyecto Adhocracia.

Por supuesto estaré publicando lo que voy viviendo y lo que me parece relevante de aquí al 25 de noviembre!

Resultados de las Jornada sobre las ciudades y la participación ciudadana

El miércoles realizamos una media jornada en la Universidad Mayor, en Santiago de Chile. Fué coordinada en conjunto entre Chiripa, Ciudad Emergente, Urbz y los docentes de Urbanismo de la universidad, dentro del marco de las LightingTalks de CityCamp.
Decidí escribir una nota al respecto porque me pareció realmente valiosa la conversación que se dió entre los alumnos, los docentes y el resto de los asistentes. Primero hicimos una presentación de ambos proyectos de laboratorio y luego una de CityCampSCL que llevaremos a cabo el próximo 12 de enero en Santiago. Finalmente realizamos una actividad participativa en solo 30 minutos donde salieron 4 interesantes proyectos de intervención urbana.

En el medio de las charlas salieron algunas preguntas y otros temas a debatir.
Mucho se habló de la comparación entre las formas jurisdiccionales que hay entre Santiago y Buenos Aires. Es un tema que suele surgir porque es muy diferente y es definitivo a la hora de pensar como se proyecta una transformación en cualquier ámbito de la ciudad.
De esto se desprende la importancia de la política. Por muchos años los técnicos, ya sean urbanistas o de otra especialidad, negaron el aprendizaje de la política como medio. Y es crucial que seamos conscientes de que si se quieren realizar transformaciones hay que entender como funcionan las burocracias estatales para poder llevarlas a cabo.

En ese sentido, se planteó la necesidad de incorporar a los programas educativos la Educación Cívica, ya desde las escuelas medias hasta las universidades. Es increíble que en muchos programas han desaparecido tan solo porque se ha tergiversado su contenido. La educación cívica es importante para que aprendamos a ser ciudadanos, y no tiene objetivo aprenderse de memoria la Constitución Nacional, sino que su objetivo es formar personas interesadas en mejorar la ciudad. Y ese objetivo se puede alcanzar de muchas maneras.

Por eso es que otro planteo surgió a la hora de hablar de transformaciones en la ciudad es que cuando intentamos conscientizar a los ciudadanos, como podemos «enseñarles» lo que «está bien» ? Y aquí notamos 2 errores. El primero es que no hay algo que esté bien y algo que esté mal. Se trata de cuidar lo propio, de tolerar y construir «lo común». Por otro lado, la idea de que «nosotros enseñamos» es inválida, porque somos tan ciudadanos como el otro. Simplemente somos facilitadores que abrimos nuevas puertas y ventanas a otras opciones.
Se supone, que un ciudadano consciente de su deber como ciudadano ( y aquí yace la importancia de la educación cívica ) y siendo libre de elegir lo que más beneficio le trae, sabrá comportarse y elegir para vivir mejor.

Hemos mostrado que el placemaking, el microurbanismo y el pop-up culture están alimentando esta bola de participación y mejora ciudadana entre los vecinos. Los asistentes se vieron muy motivados y eso trajo buenos frutos en el trabajo posterior.

Respecto al evento, que lo desarrollamos en apenas 3 días, creo que la dinámica fué excelente. Pequeñas presentaciones con mucha conversación en el medio, acercarse a la gente, ideas interesantes y un cierre donde todos pudieron poner de sí algo de su reflexión y sinergía para sacar, en solo 30 minutos, una idea fuerza y un proyecto interesante.
Además, los valores inyectados en la pequeña jornada que realizamos, son mucho más consistentes que talvez un mes entero de clases.

Jornadas sobre ciudades inteligentes y participación ciudadana from Manuel Portela on Vimeo.

Jornada sobre las ciudades inteligentes a través de la planificación colaborativa

ciudades inteligentes colabotarivas

El próximo miércoles 26 de septiembre se llevará a cabo en el Campus El Claustro de la Universidad Mayor un encuentro para debatir acerca del abordaje de los laboratorios urbanos en la creación de las ciudades del futuro.

Con las nuevas tendencias de urbanismo colaborativo, han surgido experiencias que intentan fomentar incluir a los ciudadanos en el desarrollo y planificación de las ciudades. Diferentes grupos de trabajo se agrupan en los llamados laboratorios urbanos, medialabs y fablabs abordando las problemáticas locales desde diferentes ámbitos y en una relación intrínseca con todos los sectores, tanto públicos como privados.

El evento se llevará a cabo a partir de las 8.30hs en el Auditorio del Campus.
Manuel Portela de Buenos Aires, fundador de CityCamp Buenos Aires, y Javier Vergara Petrescu de Ciudad Emergente presentarán los proyectos que lideran, y luego se presentará CityCampSCL.
Finalmente se desarrollará un panel de docentes de la universidad en el que se abrirá al debate colaborativo para discutir nuevos pasos hacia el urbanismo y el desarrollo de las ciudades.
Se cerrará la jornada con una actividad participativa en conjunto con los asistentes.

El encuentro será el miércoles de 8.30hs hasta las 12hs en el Auditorio del Campus El Claustro de la universidad Mayor. Portugal 351, Santiago de Chile.

Buenos Aires empieza a pensar en una ciudad ideal

citycamp buenos aires flyer
Hace 3 meses, empezamos a pensar con Guada un evento que cambie la forma de hacer ciudades. Será porque queremos cambiar las cosas, pero primero nos dimos cuenta que parecido a lo que decía Descartes, primero hay que pensar para que las cosas sucedan. Y un evento es ideal para juntarlos a todos y pensar en conjunto.
Y cuando me refiero a todos es que hemos hecho el esfuerzo de pensar en todos los actores que en una ciudad tan grande como esta dan forma a la plataforma urbana mediante la coordinación de sus acciones.

Es así que CityCamp cobra vida con la intención de marcar un hito, una entrada al camino del pensamiento urbano colaborativo.
Y digo camino porque CityCamp no es solo un evento, es una comunidad, que nació hace 2 años (en USA, obvio) y va creciendo día a día con encuentros periódicos y debates temáticos que intentan favorecer la participación local.
Por eso, nosotros lo tomamos como apalancamiento de todas las actividades que estamos con ganas de hacer y empezamos a desarrollar hace algunos meses. 10.000ideas fué la primera, y se vienen muchas más!

Citycamp va a tener un evento anual, pero también varios encuentros bimestrales. Se van a trabajar temáticas relacionadas con Sensoring y mapeo de datos, Cultura Abierta, Desarrollo Local, ProComún, Espacios Públicos, Participación Ciudadana, Nuevas Tecnologías para la Educación, Innovación social y Planificación Urbana.

Para el primer evento, que se realizará el 8 de septiembre en la Universidad de Palermo y será el primero de Latinoamérica, hemos convocado muchos proyectos interesantes. Desde gobiernos que nos van a contar sus planes, académicos que mostrarán estudios relevantes, ONGs que contarán su trabajo y varios proyectos independientes que marcarán un nuevo camino a las ciudades de la región.

El evento es totalmente gratuito. Si quieren ir, solo tienen que registrarse en el formulario y les enviaremos la invitación.

No dejen de perderse las novedades en el sitio del evento porque se vienen muchas sorpresas y todas en un solo día!